En el número 20 de Sonnemannstrasse, a orillas del Meno, se alza la torre del Banco Central Europeo (BCE). Desde ese complejo de oficinas de Fráncfort, dirigen la política monetaria de la Eurozona un Comité Ejecutivo de seis miembros, más los gobernadores de los bancos centrales de cada país miembros. España está representada por Luis de Guindos, vicepresidente y mano derecha de la presidenta, Christine Lagarde; y por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
Este último puesto tiene una fecha de caducidad inmimente. En concreto, el mandato del economista madrileño expira el próximo 11 de junio. A poco más de tres semanas, se desconoce totalmente la identidad de la persona que sustituirá a De Cos en un puesto clave para España y -por ende- para la Eurozona. Ese secretismo absoluto del Gobierno está generando un estupor creciente en las filas del BCE. Fuentes próximas a la institución no esconden su incredulidad por la actitud de Moncloa, que no ha comunicado sus intenciones a Fráncfort por ningún canal -ni el oficial ni el 'oficioso'-.
Otras fuentes conocedoras aseguran que ni siquiera Pablo Hernández de Cos sabe aún quién le sustituirá. Este silencio está generando una inquietud palpable dentro del Banco de España. Ni el cuerpo de inspectores, ni el equipo de economistas -el mayor del país-, ni el resto de los funcionarios tienen la más mínima idea de quién dirigirá el día a día de la institución en los próximos seis años.
El nerviosismo está totalmente justificado por una razón extra: el Gobierno no disimula sus planes para 'colonizar' progresivamente los centros de poder, tanto en el secto privado como en el público. La división, ya en marcha, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es un ejemplo. El desembarco en Telefónica es otro.
En las quinielas para sustituir al gobernador suena con fuerza la catalana Monserrat Martínez. A su favor tiene un currículum sólido, el conocimiento de la casa y su sintonía con el PSC
En el Banco de España, el equilibrio de fuerzas ya está inclinado hacia el lado gubernamental. El PSOE controla actualmente cuatro sillones del Consejo de Gobierno. El nombramiento más reciente fue el de la ex jefa de gabinete de Nadia Calviño, Judith Arnal. Los otros tres puestos están en manos de Soledad Núñez (ex directora del Tesoro con José Luis Rodríguez Zapatero), Carles Manera (ex consejero de Economía en Baleares con Francesc Antich) y el economista Luis Servén (propuesto en 2021 por Calviño).
El PP, por el contrario, está representado sólo a través de Fernando Fernández. Y queda un puesto libre, el que corresponde a la llamada 'cuota catalana', vacante desde la salida de Nuria Mas. Este reemplazo está pendiente. También toca renovar, además del gobernador, a la subgobernadora, Margarita Delgado, designada igualmente por el PSOE, cuyo mandato finaliza en agosto. Un mes más tarde, el Ejecutivo debe decidir si prorroga o sustituye como consejera a Soledad Núñez.
Candidatos a gobernar el Banco de España
En las quinielas para sustituir al gobernador se alinean tres nombres. Suena cada vez con más fuerza el de la catalana Monserrat Martínez. La vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ocupa ya uno de los puestos de consejero que corresponden de oficio al Gobierno (el otro es el secretario del Tesoro). A su favor tiene un currículum sólido, el conocimiento de la casa y su sintonía con el PSC, a quien algunos socialistas consideran "infrarrepresentado" en las altas esferas de la Administración. Y más tras la victoria de Salvador Illa en los comicios.
Junto a Martínez, están bien posicionado Fernando Restoy, presidente del Instituto de Estabilidad Financiera y que ocupó ya el puesto de subgobernador. Su nombramiento, junto al de Luis María Linde como gobernador, fue el último 'ejemplar': fue pactado entre PP y PSOE durante el mandato de Mariano Rajoy, con Luis de Guindos al frente del Ministerio de Economía.
También tiene posibilidades Ángel Ubide, un economista muy cercano a Pedro Sánchez. Actualmente, es el director de análisis económico y renta fija global en el hedge fund norteamericano Citadel LLC, con base en Washington. Su nombre ya sonó como candidato a relevar a Calviño cuando la vicepresidenta se marchó al Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La posibilidad de un nombramiento pactado entre el Gobierno y el PP de Alberto Núñez Feijóo quedó enterrada hace meses. De hecho, no ha recibido en ningún momento la llamada de Moncloa para tratar el asunto. Al contrario, el PP seguirá perdiendo cuota de poder en este y otros organismos. Una deriva que preocupa sobremanera en el entorno de Génova, sobre todo, por la falta de empuje a la hora de plantar batalla.