Economía

ERC y Junts exigen a Sánchez traspasar a la Generalitat el control de La Caixa

Economía tiene ahora el poder de supervisión de la Fundación, que a través de Criteria ostenta importantes participaciones en CaixaBank, Telefónica y Naturgy

CaixaBank, ‘Mejor Entidad de Banca de Particulares del Mundo 2022’ por la revista Global Finance
Sede de CaixaBank en Barcelona.

La banca entra en juego en la negociación de la investidura de Pedro Sánchez. Al menos de forma indirecta. El bloque independentista formado por ERC y Junts exige el traspaso a la Generalitat de la supervisión y vigilancia de la Fundación La Caixa, que ahora depende del Ministerio de Economía, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Un movimiento estratégico para Cataluña, ya que la Fundación cuenta con participaciones empresariales de peso en el Ibex.

Fuentes próximas a la negociación consideran que puede estar jugando un papel esencial en las conversaciones Jaume Giró, quien fuera director general de la Fundación La Caixa y mano derecha de Isidro Fainé. Giró fue consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat bajo el mandato de Pere Aragonès y salió del Govern a la fuerza, tras la ruptura de la alianza entre Junts y ERC. No obstante, sigue militando en la formación de Carles Puigdemont.

Fuentes oficiales de la Fundación La Caixa prefirieron no hacer comentarios sobre el traspaso que exigen ahora los dos socios de Gobierno de Pedro Sánchez. La Ley 26/2013 obligó a la casi totalidad de las cajas de ahorro a convertirse en fundaciones y perder así su condición de entidades de crédito. También les impedía tener una posición superior al 50% en los bancos. Se trataba de un paso clave para profesionalizar la labor de las cajas, muy cuestionadas por la influencia de los distintos partidos políticos.

"La Caixa, junto a BBVA, conforma el núcleo duro nacional en Telefónica que ha cuestionado ahora Arabia Saudí al intentar comprar el 9,9% de la teleco

Como fijó esta norma, el Protectorado de estas fundaciones con un ámbito de actuación que exceda el de una comunidad autónoma sería pilotado por el Ministerio de Economía. Aunque el PNV labró una excepción para la Fundación Kutxa, que controla el 32% del banco fruto de las tres antiguas cajas vascas. El Banco de España, por su parte, se encarga de supervisar la solvencia y relación con las entidades financieras.

En la actualidad quedan ocho fundaciones que controlan directa o indirectamente a cuatro de los mayores bancos en España. Se trata de CaixaBank, Unicaja, Ibercaja y el citado Kutxbank.

Cesiones para formar Gobierno

La investidura de Sánchez depende en estos momentos de las negociaciones con Junts, que se han retrasado por algunas discrepancias sobre el alcance de la amnistía. Aunque los socialistas rubricaron ayer un pacto definitivo con ERC que incluye mejoras en la financiación de Cataluña, como la condonación de 15.000 millones de la deuda catalana. La exigencia de traspasar el poder de supervisión de La Caixa se sumaría a la cesión a la Generalitat de todas las competencias de los Rodalies, la red de cercanías de la región.

La Fundación La Caixa ostenta actualmente importantes participaciones empresariales. A través de Criteria, su brazo inversor, es el máximo accionista de CaixaBank, donde controla el 32,24% tras la fusión con Bankia. Fruto de esta operación el Estado tiene un 17% de la entidad.

Influencia en grandes empresas del Ibex

La Caixa cuenta con un paquete de acciones también en otra compañía estratégica como Telefónica. Declara un 2,51% en la teleco, que se suma al 3,5% de CaixaBank. Junto a BBVA, con otro 4,85%, conforma el núcleo duro en Telefónica desde hace casi 30 años, presionado ahora por Arabia Saudí y su intento de comprar el 9,9% del capital. Ambas entidades se sientan en el consejo con sendos vicepresidentes: Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, y José María Abril, alto directivo de BBVA.

El mayor accionista de CaixaBank controla además un 26,71% de Naturgy, un 4,36% de Cellnex y un 9,10% del Grupo Financiero Inbursa (propiedad de la familia mexicana Slim).

Cambio de sede

En pleno desafío soberanista en 2017, la Fundación La Caixa tomó una decisión histórica y trasladó su sede social desde Cataluña a Baleares. Este movimiento estuvo acompañado del cambio también del domicilio fiscal de CaixaBank, en este caso a Valencia, como cortafuegos a la fuga de depósitos.

El Gobierno de Sánchez tuvo encima de la mesa una reforma de la ley de Cajas ante la crisis de reputación en la Fundación Unicaja, tras la fusión del banco con Liberbank. Las sospechas de irregularidades durante la etapa de Braulio Medel volvieron a despertar viejos fantasmas de las cajas, que en la crisis de 2007 acabo provocando un rescate por parte de Europa de más de 40.000 millones.

Ahora, una década después de la ley de cajas, se puede impulsar un cambio de calado para Cataluña y que dependerá de si la negociación entre PSOE y Junts acaba fructificando.

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