Publicado: 21/04/2023 11:07
Actualizado: 21/04/2023 11:09
El precio de la luz y la electricidad pagado por los hogares en España en el segundo semestre de 2022 se situó entre los más elevados de la Unión Europea, con un 18% más de media pese a que la península aplicaba ya la "excepción ibérica", según datos publicados esta semana por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat y recoge EFE.
El precio del kilovatio-hora (KWh) en los hogares españoles en la segunda mitad de 2022 fue de 0,355 euros frente a los 0,284 euros/KWh de media en el conjunto de la Unión Europea y los 0,290 euros/KWh en los países de la zona euro, en un cálculo que abarca el consumo tanto los hogares con contrato libre y regulado y que incluye también impuestos y peajes.
El precio de la luz en España
El precio final de la luz pagado en España fue solo superado por Dinamarca (0,5871 euros/KWh), Bélgica (0,4489), Irlanda (0,4199), Chequia (0,3844), Italia (0,3641), Rumanía (0,3411) y Alemania (0,3357), aunque Eurostat no dispone de datos del segundo semestre de Portugal, que también aplicaba ya el mecanismo que permite limitar el precio del gas en el mercado mayorista.
En la primera mitad de 2022, la electricidad en España también fue de media más cara que en el conjunto de la UE, con 0,3071 y 0,2525 euros el kilovatio-hora, respectivamente.
Sexto país que más paga por el gas
En cuanto al gas, el precio pagado por los hogares españoles en el segundo semestre de 2022 se situó en 0,1138 euros/KWh, frente a los 0,1137 euros/KWh de promedio en los hogares comunitarios y 0,986 euros/KWh en los países de la zona euro, según los últimos datos de Eurostat.
España fue, por lo tanto, el sexto país cuyos hogares pagaron más por el consumo de gas en la segunda mitad del pasado ejercicio, superado solo por Suecia (0,2751 euros/KWh), Dinamarca (0,2084), Países Bajos (0,1925), Chequia (0,1904) y Grecia (0,1599).
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Esto se lo debemos a Sánchez, que quiso tapar la rotura de relaciones con Argelia, desde donde venía gas barato, con el tope de gas, que es un engaño más. Con el tope se descuenta a los del mercado regulado lo que se carga a los del libre, además de estar pagando el gas subvencionada que vendemos a Portugal, Francia y Marruecos. En definitiva, pagamos más por lo mismo, gracias a nuestro presidente.