Iberdrola invertirá 41.000 millones en los próximos dos años y pagará 11.000 millones a sus accionistas

Iberdrola anuncia un plan de inversión de 41.000 millones de euros hasta 2026. Una cifra que incluye la compra del 18,4% de su filial estadounidense Avangrid y 5.000 millones de euros de inversiones compartidas con sus socios estratégicos.  La energética destinará un total de 11.000 millones de euros a retribuir a sus accionistas a través del dividendo en los próximos tres años. 

Estas son dos de las cifras más destacables que ha presentado la compañía este jueves en Londres en su Capital Markets Day, la actualización de su plan estratégico 2024-2026. Por países, Estados Unidos se sitúa como el principal mercado de expansión para los próximos tres años, donde destina el 35% de sus inversiones. 

Por detrás se encuentra Reino Unido, con un 24%, seguido de España y Latinoamérica, donde destina un 15% a cada uno y el resto de países de la UE y Australia, con un 11%. Con esta estrategia la empresa se ha fijado como objetivo que el 70% de su beneficio operativo bruto (EBITDA) no esté vinculado al precio del mercado eléctrico mayorista en 2026.

La empresa que lidera Ignacio Sánchez Galán pondrá su foco en las redes eléctricas en estos ejercicios. La compañía tiene previsto invertir 21.500 millones de euros en redes en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España, lo que representa el 60% de la inversión neta. De esta cuantía más de 6.500 millones están destinados a las redes de transporte. Esto supone incrementar su base de activos hasta los 54.000 millones de euros para 2026, 12.000 millones de euros más que en 2023 y un 38% más que en 2022. 

Al negocio renovable, Iberdrola destinará 15.500 millones de euros brutos -incluyendo los 5.000 millones de euros que la empresa pretende alcanzar con socios estratégicos en proyectos en curso- para crecer de forma selectiva en tecnologías flexibles y almacenamiento. 

De este montante, más de la mitad está focalizada en eólica marina en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania; un 28%, en eólica terrestre y un 18%, en solar. Además, el 100% de la inversión se focaliza en proyectos ya en construcción. El almacenamiento se convierte en otra de sus tecnologías estratégicas y pretende destinar 1.500 millones de euros. Por último, el negocio de clientes acaparará 2.500 millones de euros, teniendo entre el 70% y el 80% de la energía vendida de clientes a largo plazo -principalmente PPAs y generación regulada.

Iberdrola ganará 5.800 millones en 2026

Iberdrola estima que al final de este plan tendrá un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de entre los 16.500-17.000 millones de euros para el final del periodo, en el que los negocios de redes y renovables aportarán en torno al 50% cada uno. Además, la compañía calcula que el beneficio neto aumenta hasta una horquilla entre los 5.600 y los 5.800 millones de euros en 2026. 

Además, Iberdrola mejora su estimación para 2025, ya que prevé un beneficio neto en la parte alta del rango: 5.300 – 5.400 millones de euros. La energética ha fijado la ratio del flujo de caja operativo/deuda neta por encima del 24% para 2026, frente al 23,2% de 2023 y 250 puntos básicos por encima del establecido para 2025 en el último Plan Estratégico.

Pago al accionista

Iberdrola se apoyará en estas cifras para cumplir con el compromiso de incrementar la retribución a sus accionistas en línea con la evolución de los resultados y distribuir 11.000 millones de euros en dividendos, un 20% más que en el plan anterior.  

De esta forma, Iberdrola destinará entre el 65% y el 75% del beneficio a retribuir a sus accionistas -pay out, en inglés-, lo que permitirá alcanzar un dividendo de entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026. Además, el grupo fija un suelo del dividendo de 0,55 euros para este periodo, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.