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La Justicia acorrala a CCM por créditos no reclamados a empresarios del ladrillo

Juan Pedro Hernández Moltó, ex presidente de Caja Castilla-La Mancha

El proceso judicial que se sigue en la Audiencia Nacional contra la antigua cúpula directiva de Caja Castilla-La Mancha (CCM) escribió un nuevo capítulo nada más iniciarse el año. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz concedió a la entidad un plazo de quince días para remitirle las actas de las reuniones del consejo de administración en las que se aprobó la concesión de determinados créditos, la mayoría a empresas y empresarios relacionados con el sector del ladrillo, que son susceptibles de haber provocado un cuantioso agujero patrimonial a la entidad, cuya situación financiera obligó a su intervención por el Banco de España en 2009.

Algunos de aquellos préstamos, otorgados en 2006, cuentan con una historia peculiar detrás, que hablan de una notable laxitud y permisividad a la hora de su aprobación y concesión. El de mayor cuantía de todos ellos, valorado en 60 millones de euros, tiene como protagonista a uno de los paradigmas de la generación de la burbuja inmobiliaria y su posterior estallido: el empresario sevillano Luis Portillo.

Cuando estaba preparando su asalto a Inmobiliaria Colonial, Portillo obtuvo el citado crédito de CCM y, al año siguiente, otros de menor cuantía, de tal modo que la deuda del empresario con la caja llegó a rozar los 90 millones de euros. Sorprendido por el estallido de la crisis, Portillo fue incapaz de afrontar el vencimiento del préstamo, pese a lo que la entidad le otorgó todo tipo de facilidades.

Según una serie de documentos relacionados con Portillo a los que ha tenido acceso Vozpópuli, el que fuera presidente y principal accionista de Colonial canceló parte de la deuda que mantenía con CCM mediante la cesión de activos inmobiliarios y de una participación del 5% en la sociedad gestora del aeropuerto de Ciudad Real. La tasación que se hizo de este paquete de acciones suponía valorar el total de la sociedad en unos 360 millones de euros. El aeropuerto de Ciudad Real se encuentra en concurso de acreedores y con un proceso de venta que amenaza con ser interminable, además de estar completamente inactivo. Con estas características, difícilmente podría valer esa cantidad.

Cuatro años de carencia

No conforme con eso, CCM refinanció gran parte del resto de la deuda a través de un nuevo préstamo cuyo vencimiento tendrá lugar en octubre de este año y que contaba ni más ni menos que con cuatro años de carencia de principal y dos años de intereses.

Aunque no forma parte de la documentación solicitada por el juez Ruz, Portillo también obtuvo de CCM un aval por un valor cercano a 75 millones de euros aunque, en este caso, el empresario de Dos Hermanas no tuvo tanta suerte. La tutela de CCM ya dependía del Banco de España, cuyos administradores se encargaron de declararlo vencido.

Otras operaciones que aparecen en las actas tienen como protagonista a otro conocido empresario de la región manchega, Domingo Díaz de Mera, también embarcado en la aventura del aeropuerto así como impulsor del llamado Reino de Don Quijote, proyecto de gran complejo de ocio y juego que ha conocido un final muy similar: concurso de acreedores y algunas decenas de millones que han quedado por el camino.

Las estimaciones apuntan a que el perjuicio para CCM rondaría los 300 millones de euros. Tras su intervención, CCM fue adquirida por Cajastur y posteriormente integrada en Liberbank

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