Tras miles de millones de euros gastados (a razón de unos 800 millones de euros al año) en ser líderes en la transformación digital, el BBVA se enfrenta ahora a un gran obstáculo: la regulación vigente no ha innovado lo suficiente y supone, en la práctica, todo freno para permitir legalmente lo que la tecnología ya permite. El futuro del banco se juega en buena parte en este campo, y parte de su estrategia inmediata se volcará en lograr que las autoridades aprueben regulaciones favorables a la nueva era digital.
Lo explicó el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres, en la presentación de resultados correspondientes al tercer trimestre de 2015: "Pedimos que haya una evolución en la regulación a la altura de lo que la tecnología ya permite. Por ejemplo, la normativa a día de hoy no permite abrir una cuenta con un dispositivo móvil en España, a pesar de que hay tecnologías móviles más fiables que la apertura en persona. En otros países sí se puede", lamenta Torres, quien al igual que Francisco González tratará de convencer al Gobierno para que actualice las normas para que "la regulación vaya acompañando los avances técnicos".
La tecnología permite hacer ya un enorme abanico de opciones para operar a través de dispositivos móviles con seguridad. Fotos, vídeos, audios, envíos instantáneos, certificados... las posibilidades son enormes. Aunque poco conocidas aún por los usuarios. Cada vez más herramientas a disposición de los usuarios de banca, pero poca implantación y conocimiento por el momento. "Ya hay aplicaciones para activar y desactivar las tarjetas desde el móvil; o apps que permiten estar identificado directamente al llamar como cliente del banco sin tener que dar ninguna clave, firmas digitales diferidas...", tal y como se extendió el consejero delegado del BBVA.
Negociación con Protección de Datos
El sector bancario español lleva meses negociando y sondeando distintas posibilidades con la Agencia de Protección de Datos con el fin de encontrar una forma legal para que, por ejemplo, se pueda abrir una cuenta bancaria por medio de un smartphone. Una de las opciones propuestas por la banca, pero rechazada finalmente por la APD, era la de utilizar un vídeo de la firma del contrato, grabado con el móvil, como documento acreditativo y válido.
Según fuentes del sector financiero consultadas por Vozpópuli, las autoridades españolas estarían en este sentido a la expectativa de ver qué regulaciones llevan a cabo otros países del entorno, antes de tomar la iniciativa y aprobar su propia regulación. "Pero necesitamos que al igual que se innova en lo digital, se innove en la regulación", añadió Carlos Torres.
Poner coto a la banca en la sombra
La regulación que pretende BBVA, más allá de liberalizar el ámbito de la banca digital, debería ser exhaustiva en el control de la ciberseguridad o la banca en la sombra, por ejemplo. Y es que cada vez hay más actividades económicas similares al negocio que hasta hace bien poco era un terreno casi exclusivo de los bancos. "El mercado está fragmentado y empresas que no son bancos están dando productos y servicios que en el fondo se parecen mucho a nosotros, con repercusiones regulatorias similares".
El sector bancario, por ejemplo, sufre cada vez una mayor regulación y supervisión. Pero negocios relacionados con la financiación y el crédito quedan al margen. "Queremos mismas reglas de protección de privacidad y prevención del fraude para entidades que realizamos actividades similares", concluyó Torres.