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La banca española dispara la concesión de hipotecas: los créditos crecen hasta un 84%

Entidades como Ibercaja prácticamente han duplicado sus nuevos préstamos hipotecarios.

Si lo lógico es que el crédito de un sector crezca más o menos a tasas similares a las del conjunto de la economía, los préstamos hipotecarios concedidos por la banca están creciendo en España a tasas propias de una burbuja. Los datos del primer trimestre de nuevo crédito para la compra de vivienda facilitados por las propias entidades financieras españolas muestran en todos los casos incrementos de dos dígitos, e incluso tasas que duplican las operaciones formalizadas en los primeros tres meses del año anterior.

"El gran riesgo con bajos tipos es la burbuja, pero en España está lejana. La construcción se está recuperando sobre unos mínimos históricos"

Es el caso de Ibercaja, por ejemplo. Entre enero y marzo de 2016 formalizó nuevas hipotecas por un valor de 162 millones de euros, frente a los 88 millones de un año antes. Esto supone un incremento interanual de un 84%, cuatro veces mayor que el aumento general del crédito en la propia entidad aragonesa. En una entidad en las que la financiación de actividades productivas y empresariales es su prioridad, la mitad de los nuevos préstamos fueron a parar a la compra de vivienda en el primer trimestre.

También prácticamente se duplica la nueva financiación constituida por Liberbank para los hogares: los nuevos préstamos a este segmento pasan de 103 millones de euros en el primer trimestre de 2015 a unos 220 millones en el primer trimestre de 2016. La entidad no desglosa qué parte de los mismos fueron destinados en exclusiva para la compra de viviendas. Caixabank, por su parte, reconoce en su presentación de resultados que el nuevo crédito hipotecario se incrementó un 45% en los tres primeros meses del año.

Dinamismo, no burbuja, según la banca

El sector, no obstante, niega que exista una burbuja, no que haya riesgo de la misma. "Sí se está observando una cierta presión al alza de los precios, pero llamarlo burbuja no es procedente. Hay un aumento de la demanda por las socimis, que están invirtiendo mucho en inmuebles con buenas localizaciones, por lo que están creciendo de valor. Es una recuperación del sector inmobiliario, que es la base para que el país crezca", señaló Gloria Hernández, directora financiera de Bankinter, durante la presentación de resultados del primer trimestre.

En sus últimas cuentas trimestrales Bankinter refleja un volumen de nueva producción de préstamos hipotecarios un 40% mayor frente al año anterior. "Así, la nueva producción hipotecaria mantiene la tendencia alcista de pasados trimestres, con un volumen de nueva producción en lo que va de año de 510 millones de euros", señala la propia entidad en su informe trimestral. Es cierto que se parte de volúmenes totales históricamente en mínimos, pero las tasas de crecimiento también son históricamente altas. También un 40% se han incrementado los volúmenes de nueva financiación para la compra de vivienda en Kutxabank, por encima de créditos a empresas (38%) y personales (34%).

Precisamente sobre la existencia o no de una incipiente burbuja de crédito se preguntó al presidente de la patronal AEB, José María Roldán, el pasado mes de abril. En su opinión, existe un riesgo en la medida que hay un entorno de tipos bajos, si bien cree que más bien se está reflejando un gran dinamismo en la recuperación del sector del ladrillo. "No son niveles de burbuja, pero sí que son mejores. Toda la demanda solvente se está atendiendo. El gran riesgo con bajos tipos es la burbuja, pero en España está lejana. La construcción se está recuperando sobre unos mínimos históricos", opinó.

Lo cierto es que los niveles de crecimiento del nuevo crédito son altos, pero están todavía lejos de compensar (en volumen) las cancelaciones de las hipotecas del pasado. Ello implica que todavía durante este año el saldo vivo de hipotecas refleja una tendencia negativa (como durante toda la crisis). Fuentes del sector creen que puede ser este año 2016 el primero que registre un incremento neto del volumen de préstamos para la compra de vivienda en España desde el estallido de la última burbuja del ladrillo.