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Riad pone a un banquero a supervisar el AVE a La Meca para apretar al consorcio español

El Rey Salman ha llevado a cabo una profunda renovación del Gobierno saudí

El Gobierno de Arabia Saudí ha declarado la guerra al consorcio español Al-Shoula, encargado de llevar a cabo la construcción de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina. En plena batalla por las reclamaciones de sobrecostes por parte de las compañías y los impagos por parte del cliente que denuncian éstas, el Ejecutivo saudí ha aprovechado la remodelación de su Gabinete para situar al frente del Ministerio de Transportes a un auténtico experto en finanzas, precisamente uno de los ideólogos del plan de ajuste que pondrá en marcha el país para reducir su dependencia del petróleo.

Este movimiento llega en el peor momento para el consorcio español, liderado por las empresas públicas Renfe, Adif e Ineco, y con la presencia de privadas como Talgo, OHL, Cobra, Copasa e Imathia. Su consejero delegado, Santiago Ruiz, ultima su salida del grupo, agotado de los enfrentamientos internos entre los componentes del consorcio, a propósito de múltiples asuntos pero, sobre todo, de determinar en quién debe recaer el peso de los sobrecostes que están reclamando en vano al Gobierno saudí. Mientras, las empresas han denunciado que acumulan meses de impagos por parte del cliente.

Ante la situación especial del consejero delegado de Al-Shoula, el presidente de Renfe, Pablo Vázquez, se ha desplazado a Riad para calibrar el tono de la tensión y ha encontrado un nuevo actor en el escenario: Suleiman Al-Hamdan, el nuevo ministro saudí de Transportes y, por consiguiente, máximo responsable del proyecto. Al-Hamdan es una de las múltiples nuevas caras del Gobierno local, cuya notable remodelación fue anunciada durante el pasado fin de semana como consecuencia de la aprobación del ambicioso plan “Vision 2030”.

A diferencia del anterior responsable de Transportes, Mohamed Al-Muqbel, de clara visión técnica (es ingeniero de formación), Al-Hamdan presenta un perfil notablemente financiero, como muchos de los nuevos responsables del Gobierno local. De hecho, el nuevo ministro es un banquero en toda regla, con cerca de 25 años de experiencia en este sector. Se trata además de uno de los ideólogos de los planes del Ejecutivo para ajustar costes con vistas a paliar los efectos negativos de la caída de los precios del petróleo, que han golpeado con virulencia la economía del principal productor mundial de crudo.

Como responsable de Aviación Civil, Al-Hamdan propuso la privatización de los principales aeropuertos del país.

Impagos selectivos

Fuentes conocedoras de la situación aseguran que la elección de Al-Hamdan no es casual. “Los trabajos de construcción están llegando a su fin pero la cuestión económica tiene todavía mucho que discutir. Y para hacerlo nada mejor que un financiero”, apuntan.

No es precisamente lo que más le conviene al consorcio, que ha tratado en vano de que el Gobierno saudí atienda a sus reclamaciones por sobrecostes. De acuerdo con las citadas fuentes, el nuevo ministro revisará el estado del proyecto pero admitirá ninguna reclamación. Deberá, eso sí, resolver los impagos a las compañías que, según ha podido saber Vozpópuli, están siendo selectivos. Es decir, no está afectando a todos los componentes del consorcio.

Sin ir más lejos, Talgo manifestó la semana pasada estar al corriente de pago en el proyecto. Precisamente, el fabricante ferroviario ha sido frecuentemente elogiado por las autoridades saudíes como una de las empresas que ha cumplido escrupulosamente con los plazos.

No ha sido el caso de otras compañías, especialmente las encargadas de los trabajos más relacionados con la actividad de construcción, cuyos enfrentamientos han provocado en no pocas oportunidades retrasos a la hora de ejecutar las obras. En concreto, Copasa, que ha protagonizado varios roces con OHL durante la construcción de la línea, ha admitido encontrarse entre los afectados por esta situación. “Los hechos del pasado les pueden estar pasando factura ahora. Por lo general, el Gobierno saudí se ha tomado de forma muy negativa las reclamaciones por sobrecostes y no está dispuesto a pasar ni una”.

Hasta ahora, en torno al AVE a La Meca se ha hablado de retrasos, de las tormentas de arena y de dificultades técnicas. A partir de ahora se hablará, sobre todo, de dinero. El Gobierno saudí se ha preparado para ello. El consorcio todavía tiene que solventar la salida de su consejero delegado.

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