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Economía

Los economistas se suman a Feijóo y piden a Sánchez que rebaje el IRPF

Reclaman que se deflacte la tarifa ante la "realidad" que sufren quienes pierden poder adquisitivo. Frente a Gobierno, Podemos y sindicatos, advierten de que afectaría más a las rentas bajas, con ahorros de hasta 477 euros

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. EP

El Consejo General de Economistas-Asesores Fiscales (Reaf) entiende que es "razonable" adaptar las tarifas y los umbrales de otros parámetros del IRPF, como mínimos personales y familiares, reducciones y deducciones, a la inflación. Así lo han planteado en coincidencia con el plan económico de Alberto Núñez Feijóo y ante la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez y de los sindicatos de rebajar el IRPF y deflactar la tarifa. "Ha habido un incremento muy súbito de la inflación de dos dígitos", ya en el 9,8% y en el 10% en varias comunidades, ha subrayado Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, y frente a "tesis" de que una rebaja del IRPF incrementaría la inflación o no sería progresiva, ha destacado la "realidad", esto es, "que una parte de la ciudadanía ha visto mermada su capacidad de compra".

Además, han advertido de que una deflactación de la tarifa impactaría en mayor medida en las rentas bajas, como demuestran los ejemplos que han elaborado, con ahorros de hasta 477 euros, y que una rebaja de los tramos bajos mantendría la progresividad del impuesto en el mismo sentido.

En la presentación de un documento sobre la Declaración de Renta y Patrimonio en el que se analizan las novedades de esta campaña de 2021, Pich ha insistido en que "es razonable tener en cuenta la subida nominal de rentas y la inflación en un impuesto progresivo como el Impuesto sobre la Renta".

El presidente de los Economistas considera, no obstante, que "la adaptación de nuestro IRPF -en lo que concierne a las tarifas y a otros parámetros- al nuevo escenario inflacionista es una decisión del Gobierno que ha de tomarse teniendo en cuenta que, tarde o temprano, habrá que embridar el déficit de las cuentas públicas, sobre todo cuando es previsible que la financiación de la deuda pública se vaya encareciendo por la política más estricta que anuncian los bancos centrales".

Respecto a los cálculos sobre deflactación de las tarifas y sobre la indexación de algunos parámetros utilizados para llegar a la cuota a ingresar, como los mínimos, los Economistas consideran que tiene más efecto económico lo segundo que lo primero, sobre todo porque la deflactación debería hacerse al tipo en que se incrementen las rentas, mientras que la indexación de parámetros como los mínimos personales y familiares o de los gastos deducibles de los rendimientos del trabajo debería seguir el IPC.

Esto se debe a que en su opinión, ha planteado Luis del Amo, secretario general técnico del Reaf, la tarifa debería deflactarse según lo que suban las rentas, no a la inflación del 6,5% de diciembre. Respecto a añadir una inflación acumulada desde 2008, último año en que se indexó la tarifa, ha considerado que no tiene sentido porque no es comprable, la tarifa ha cambiado mucho. Sólo ve sentido hacerlo desde 2015.

En esta línea, plantean una deflactación de la tarifa de 1,5% ó 2%. Del Amo se ha mostrado también partidario de que se deflacten impuestos negativos como el de las madres con hijos menores de tres años.

Y sobre el debate respecto a la progresividad de estas medidas y al apunte que ha hecho UGT de que una rebaja del IRPF a rentas bajas impactaría también en las rentas altas cuando pasan por los tramos bajos, Del Amo ha considerado que esta reducción mantendría la progresividad del impuesto, al igual que la deflactación, que afectaría más a rentas bajas.

Además de los sindicatos, Podemos se ha mostrado en contra de estas medidas por no ser a su juicio progresivas. No cabría una reducción de la tarifa que sólo afectara a rentas bajas desde un punto de vista técnico, ha considerado Del Amo.

Los Economistas han elaborado unos ejemplos sobre el impacto de la deflactación, con ahorros de hasta 476,92 euros con una deflactación del 3%. Para un trabajador soltero y sin hijos que en 2021 tenía un sueldo bruto de 22.000 euros y en 2022 le suben un 1,5% la renta y pasa a ganar 22.330 euros, en caso de que las tarifas permanezcan inalteradas pagará 2.861,89 euros, cuando si se no le hubieran subido, pagaría 2.787,72 euros. Con la tarifa deflactada al 1,5%, habría pagado 2.852,55 euros, esto es, 9,34 euros menos. Si la subida hubiera sido del 3% y la deflactación al mismo porcentaje, la diferencia alcanzaría el doble, 18,67 euros.

Ejemplos del ahorro

En el caso de un trabajador que ganaba 50.000 euros y que le suben el 1,5%, el sueldo bruto pasa a ser de 50.750 euros, el efecto de no deflactar la tarifa al 1,5% es de 64,48 euros. Si la subida fuera al 3%, el efecto de no deflactar a ese porcentaje sería el doble, 128,96 euros.

Si para este mismo ejemplo la tarifa se hubiera deflactado según la subida del salario y, además, el mínimo personal y los gastos del trabajo se hubieran indexado a la inflación del 6,5% (5.910,75 y 2.130 euros, respectivamente). Con la tarifa deflactada al 1,5% y con la indexación al 6,5%, habría pagado 2.752,80 euros, esto es, 109,09 euros menos. Por lo tanto, a la modificación de la tarifa se debería un importe de 9,34 euros y a la actualización de los otros parámetros 99,75 euros. Si la subida hubiera sido del 3% y la deflactación al mismo porcentaje (indexando también), la diferencia alcanzaría 118,42 euros (18,67 por la modificación de la tarifa y 99,75 por los otros parámetros).

En el caso de un trabajador que ganaba 50.000 euros y que le suben el 1,5%, el sueldo bruto pasa a ser de 50.750 euros, el efecto de no deflactar la tarifa al 1,5% y de no indexar otros umbrales es de 181,13, de los cuales 64,48 obedecen a la tarifa y el resto, 116,65, es por los otros parámetros. Con la subida al 3%, el ahorro total es de 245,60 (128,96 por la tarifa y 116,64 por la indexación).

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