Un 5%. Es la cifra que ha deslizado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que estima que deben subir los salarios en 2022. Es la primera que se plantea desde el Gobierno, que no debe intervenir en la negociación bilateral entre patronal y sindicatos, y se sitúa por encima de la que han dado los sindicatos a la vuelta del verano en su último intento de que la patronal se siente en la mesa de negociación de la subida salarial en convenio, un 4,5%.
Y para apoyarla, Díaz se ha escudado en el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, lo que ya viene haciendo, pero por primera vez, en una jornada sobre la reforma laboral de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), ha dado una cifra, que ha asegurado que Guindos ha reclamado a puerta cerrada en Bruselas en un encuentro en el que estaba el presidente de CEOE, Antonio Garamendi.
"Guindos ha pedido que los salarios suban un 5% en Europa, porque el riesgo de morosidad y de empobrecimiento es real", ha asegurado la vicepresidenta, que ha dicho que esta petición se ha producido en la Cumbre Social Tripartita para el Crecimiento y el Empleo de la Unión Europea, que se ha celebrado en Bruselas la semana pasada. Se trata de un foro de diálogo al más alto nivel entre las instituciones de la UE y los interlocutores sociales europeos.
"Sería conveniente que avancemos porque tenemos que subir los salarios en nuestro país", ha insistido la ministra de Trabajo.
La revelación de esta cifra se ha producido cuando se le ha preguntado por qué margen cree que hay para subir salarios en la crisis, y se le ha recordado que Óscar Arce, director general de Economía del BCE, mostró su preocupación en el mismo foro de la APIE el 13 de octubre por el efecto en la inflación de la subida de salarios, lo que ha repetido recientemente el propio Guindos.
"Es muy importante evitar los efectos de segunda ronda y evitar que la inflación se traslade a los salarios, lo que empujaría todavía más al alza la inflación. Para evitar esto, las expectativas de inflación tienen que permanecer ancladas", ha indicado Guindos en una entrevista con el diario lituano Verslo zinios.
Sobre Arce, Díaz ha trasladado que ya conoce que defiende políticas que van en contra de lo que se suele hacer para salir de las crisis. Y respecto a Guindos, ha mantenido su tesis de que pide subidas salariales y, en esta ocasión, la ha detallado.
Lo que propone el BCE
Pero es que Arce sí habló de un 5% en su reciente visita a Madrid, pero se refería a lo que estiman que van a subir los salarios de media en 2023 por efecto de las alzas de los Salarios Mínimos Interprofesionales -que se prevén elevadas pero que acumulan incrementos menores que el SMI español- no era una recomendación.
Así, Arce dijo que el BCE presta "mucha atención" a la negociación entre empresarios y sindicatos, ante la preocupación de que los salarios se indexen a la inflación, y aseguró que, en el conjunto de la zona euro, se percibe "una aceleración en el último año como consecuencia, fundamentalmente, del mayor tensionamiento del mercado de trabajo". Con todo, de momento, las tasas de crecimiento están todavía entre el 2% y el 3%, según sostuvo, y las comparó con las de Estados Unudos, donde esa tasa se sitúa ya en el entorno del 7%. "Los salarios están creciendo con mucha más intensidad en EEUU que en Europa", apuntó.
No obstante, Arce también advirtió de que "los riesgos de que se produzca una aceleración en esta subida de salarios están ahí y eso daría lugar a una dinámica inflacionaria más persistente". Para el próximo año, el BCE planteó un alza de la compensación por empleado del 5%, impulsada también por la subidas en los salarios mínimos muy importantes en algunos países como Alemania, donde se va a acometer una subida próxima al 20%.