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El crédito nuevo a familias y empresas se desploma ya en 28.000 millones desde la creación del impuestazo

BBVA y Santander advierten de que el coste por el nuevo gravamen tendrá mayor impacto si se hace permanente, como han pactado el PSOE y Sumar en caso de formar nuevo Gobierno.

Banco de España
Fachada del Banco de España.

La concesión de crédito se desploma. En pleno ciclo histórico de subidas de los tipos, los bancos recortaron en casi 28.000 millones de euros la nueva financiación a familias y empresas desde que el impuesto a la banca entrara en vigor en enero de este año. No hay evidencias claras de que el crédito caiga directamente por el nuevo gravamen, sobre todo en un momento en el que la demanda se ha hundido, pero los banqueros ya habían advertido de que serían más cautelosos en la concesión porque les drena capital.

De enero a septiembre, el crédito nuevo para vivienda, consumo y el destinado a empresas alcanzó los 311.487 millones, según los últimos datos publicados por el Banco de España. Se trata de 27.775 millones menos que en el mismo periodo de 2022. Es decir, la concesión de crédito desciende a un ritmo del 8% en el acumulado del año.  

Por segmentos de negocio, las nuevas hipotecas acumulan la mayor caída desde diciembre. En sólo nueve meses la concesión para comprar vivienda se ha reducido un 17%, algo más de 8.000 millones. Un desplome superior al ritmo del 7,9% al que se contrae la financiación a empresas.

"Las entidades avisaron a Sánchez de que la normativa bancaria les obliga a subir el precio por el nuevo gravamen. De momento, los préstamos se han encarecido un 26%, pero en pleno ciclo alcista de los tipos de interés

La excepción es el crédito al consumo, que pone de manifiesto que las familias recurren a endeudarse en medio de una crisis de precios. Este tipo de préstamos crece más de un 7% y es la gran palanca en la que los bancos se apoyarán en los próximos meses, como reconocen distintas fuentes financieras.

50.000 millones en riesgo en sólo dos años

Tras el anuncio de Pedro Sánchez de crear un impuesto bancario, el Santander ya advirtió de que el impuesto ponía en riesgo 50.000 millones entre 2023 y 2024, para cuando estaba ideado en principio. Este aviso ha ido a más con el plan del PSOE y Sumar de hacerlo permanente si finalmente Sánchez logra ser investido de nuevo presidente del Gobierno.

La caída de la concesión es paralela al encarecimiento del crédito. Tras el plan de Sánchez, los banqueros alertaban de que el nuevo gravamen encarecería la financiación en un momento complejo para la economía: crisis de precios y subidas históricas de tipos.

Las entidades ya advirtieron al Gobierno de que están “obligadas” por la normativa bancaria actual a trasladar a los clientes el coste del impuesto.

Fácil de camuflar

No hay evidencias de que el nuevo impuesto se esté trasladando al crédito, aunque algunas fuentes financieras apuntan a que es muy fácil “camuflarlo” en un contexto general de encarecimiento por los tipos. En cualquier caso, los bancos han subido un 26% el precio de los préstamos a familias y empresas en nueve meses. Las hipotecas, el crédito al consumo y el destinado a empresas se comercializa ahora a un tipo medio del 5,65%, frente al 4,47% de finales de 2022.  

El pacto del PSOE y Sumar contempla hacer permanente el impuesto a los bancos, lo que ha soliviantado a los banqueros, que avisan de que provocará inseguridad jurídica y alejará a los inversores. "Si tenemos más capital podemos dar más financiación a la economía”, criticó Onur Genç, consejero delegado de BBVA, hace unos días. Y concretó que por cada euro de capital, la entidad invierte hasta veinte veces más en crédito.

Su homólogo del Santander, Héctor Grisi, redobló la alerta y aventuró que el impuesto tendrá un mayor efecto sobre la concesión de crédito cuando la economía cambie el ciclo y los tipos de interés sean más bajos.

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