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Economía

Correos ‘omite’ la obligación de entregar en domicilio las cartas voluminosas

Usuarios denuncian que la empresa está avisando directamente para que los destinatarios pasen por la oficina a recoger los envíos, pese a que deberían ser entregados en el buzón

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Un buzón de Correos frente a la Puerta de Alcalá, en Madrid.

Correos está registrando quejas en las últimas semanas por la entrega de las cartas voluminosas, que en algunos casos están siendo avisadas directamente para la recogida en oficina pese a que deberían ser entregadas en el buzón. Según ha podido comprobar este periódico, el proceso interno de trabajo no es claro y deja al criterio de los empleados la entrega en domicilio de este tipo de cartas, pese a lo que marca la ley del Servicio Postal Universal (SPU).

Esta ley regula el conjunto de servicios postales cuya prestación garantiza el Estado de forma permanente en todo el territorio nacional y a precio asequible para todos los usuarios. En concreto, el SPU incluye las actividades de recogida, admisión, clasificación, transporte, distribución y entrega de envíos postales nacionales y transfronterizos, tanto de cartas y tarjetas postales de hasta dos kilogramos de peso, como de paquetes postales de hasta veinte kilogramos de peso. Según consta en la ley, estas cartas voluminosas de hasta dos kilos tienen que ser entregadas en domicilio y, si no está la persona destinataria, ser avisadas en el buzón.

Además de las cartas y tarjetas postales, la normativa aplica también a los envíos de “publicidad directa, de libros, de catálogos, de publicaciones periódicas y los restantes cuya circulación no esté prohibida”. Según consta en el texto de la ley, “serán admitidos para su remisión en régimen de servicio postal universal, siempre que éste se lleve a cabo con arreglo a alguna de las modalidades previstas en el apartado anterior”.

No obstante, empleados de Correos denuncian que la consigna que ha dado recientemente la empresa es la de avisar directamente al destinatario para que pase por la oficina a recoger este tipo de cartas voluminosas, sin llevarla a domicilio pese a la normativa.

En un comunicado de proceso interno de trabajo, la empresa pública de mensajería señala a sus trabajadores que, en los envíos ordinarios voluminosos, “en el caso de que sea demasiado voluminoso para su depósito en el buzón, se debe analizar si es posible su entrega”, pero sin especificar que deberán llevarse siempre a domicilio si son cartas de hasta 2 kilos, o hasta 500 gramos si hablamos de libros, catálogos o publicaciones periódicas. “En el caso de no poder efectuar la entrega, se dejará un aviso de llegada en el buzón para que pasen a retirarlo por la oficina que corresponda en un plazo de 15 días naturales”, dice la norma.

“Hay algunas carterías que lo realizan correctamente porque aplican la normativa del SPU en todo momento, incluso algunos carteros que de manera particular lo realizan correctamente, pero no se debe dejar el proceso interno a la opinión de la jefatura de la cartería, porque por normativa tiene que llevarse a domicilio”, explica un empleado consultado por Vozpópuli. “Esto crea un trastorno para los destinatarios que tienen que ir a las oficinas a retirarlas, habiendo pagado como cartas”, reseña, insistiendo en que supuestamente el objetivo de la empresa es “dejar espacio en los carros para llevar a domicilio los pequeños paquetes premium y estándar que antes eran entregados por los carteros de reparto urgente”.

Correos convoca a sus oficinas

Las quejas de los usuarios sobre el SPU han crecido con fuerza en los últimos años, según los datos que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En base a sus cifras, las reclamaciones recibidas por Correos aumentaron en 2020 en un 23%, situándose en 249.842. Asimismo, las reclamaciones recibidas por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana experimentaron una importante subida en ese año, situándose en 610 frente a las 265 de 2019.

No es este el único problema relacionado con envíos al que Correos se está enfrentando en las últimas semanas. Como contó este periódico, los envíos de la empresa a Canarias están protagonizando multitud de quejas en oficinas y redes sociales. Campaña navideña incluida, estos envíos a las islas llevan sufriendo desde mediados de noviembre fuertes retrasos que hacen que los paquetes no lleguen a tiempo a su destino y se demoren durante semanas, en teoría por supuesto cambio en la gestión de los sobres y paquetes y la tramitación aduanera.

En medio de las quejas sobre el servicio y por las incógnitas de los empleados sobre las nuevas consignas, Correos ha convocado el próximo jueves una reunión con los directores de las oficinas de toda España, según ha podido saber este periódico, donde previsiblemente se traten estos asuntos.

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