Es la apuesta de futuro, pero de momento el coche eléctrico sigue sin ser rentable para muchos fabricantes. Ford es uno de ellos, y las cuentas en este caso son más claras por cuanto el fabricante norteamericano ha separado su negocio en diferentes unidades, eléctricos por un lado y de combustión por otro.
Así la unidad de vehículos eléctricos perdió 2.100 millones de dólares en 2022 y colocó a la compañía en números rojos, según el nuevo sistema de informes financieros que el fabricante de automóviles ha dado a conocer.
Ford dijo que, a partir de este año, los resultados financieros de la compañía estarán divididos en tres unidades de negocio: Ford Blue, que engloba los vehículos con motores de combustión, incluyendo híbridos; Ford Model e, encargada de los vehículos eléctricos; y Ford Pro, que proporciona vehículos y servicios comerciales.
Según esta nueva división, Ford Model e perdió 2.100 millones de dólares en 2022, un 133% más que en 2021. Mientras, Ford Blue tuvo unos beneficios de 6.800 millones de dólares, un incremento del 106%; y Ford Pro ganó 3.200 millones, un 18,5% de aumento.
Además, Ford Next, que desarrolla vehículos autónomos, perdió 900 millones de dólares, 100 millones menos que en 2021; y Ford Credit, el brazo financiero de la compañía, ganó 2.700 millones. En 2022, Ford tuvo un resultado neto de explotación ajustado de 10.415 millones de dólares y unas pérdidas netas de 2.152 millones.
El director financiero de Ford, John Lawler, afirmó en un comunicado que el nuevo sistema de informes financieros "proporciona nuevos niveles de claridad estratégica, conocimiento y responsabilidad para el plan Ford+ de crecimiento".
"No se limita a cambiar cómo informamos de los resultados financieros. Estamos transformando cómo pensamos, hacemos decisiones y dirigimos la compañía y distribuimos el capital para obtener mayores retornos", añadió. Ford también ha reiterado que producirá unos dos millones de vehículos eléctricos al año en 2026 y que espera alcanzar un margen de resultado neto de explotación del 10%, que será del 8% para Ford Model e.
Sin acuerdo en Ford Almussafes
Un futuro el del coche eléctrico que está afectando entre otras a la planta valenciana de Ford, pendiente de llevar a cabo el anunciado ERE para más de mil empleados y en el que la comisión negociadora sigue sin avances tras la reunión de ayer, emplazándose las partes a verse de nuevo hoy mismo.
Las propuestas por parte de la dirección de la compañía que están sobre la mesa se centran en incluir en el ERE a parte de la plantilla más joven de la planta de producción y en finiquitar el proceso de despidos antes de las vacaciones de verano, como se expuso en la última reunión.
Los sindicatos UGT y STM, negociadores del ERE, reclaman unas condiciones para las salidas que permitan la voluntariedad y entre sus propuestas está la de ampliar las franjas de edad de los posibles afectados, o incentivar lo suficiente a los trabajadores más jóvenes.
El ERE está motivado por el cese de producción de los modelos S-Max y Galaxy el próximo 1 de abril, fecha en la que se producirá un porcentaje de excedente de personal muy próximo al 100%, según defiende la empresa.
El expediente afectará a unos 960 empleados de la planta de vehículos y 140 de motores, así como a 20 empleados de oficinas de Almussafes y alrededor de 14 de las oficinas centrales en Madrid, dedicadas a marketing y ventas y distribución, según la primera estimación realizada.
Todo ello, a la espera de conocer los planes definitivos para la producción del esperado coche eléctrico que garantice a medio plazo la viabilidad de la planta valenciana.