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Economía

Los carburantes siguen un 25% más caros que hace un año tras las medidas del Gobierno

La medida ha logrado aliviar menos de la mitad de la subida en el precio que sufren los consumidores

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Imagen de una gasolinera, a 12 de mayo de 2022.

Los precios energéticos moderaron sus subidas en abril, gracias a las medidas del Gobierno para paliar la crisis inflacionista, pero éstas siguen siendo acusadas. Los carburantes continuaron un 25% más caros que hace un año y la electricidad, un 35% por encima que en el mismo mes de 2021, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De esta forma, los precios de la gasolina y el gasoil pasaron de ser un 40% más caros en marzo a un 25% en abril. Es decir, que la subvención de 20 céntimos a los carburantes aprobada por el Gobierno a finales de marzo y que entró en vigor a principios de abril ha logrado aliviar menos de la mitad de la subida acumulada hasta marzo en el precio que sufre el consumidor (la ha reducido en un 37,5%), agravada con la invasión de Ucrania.

En concreto, en abril la gasolina bajó un 12,5% respecto a marzo, durante el mes de las ayudas del Gobierno; mientras que el diésel se abarató un 9,6%. Aún así, la gasolina siguió siendo un 16,3% más cara que un año antes (abril de 2021) y el gasóleo, un 32,1%, según refleja el Índice de Precios de Consumo (IPC) que publica el INE.

La electricidad sube un 35% en abril

La rebaja en el precio de la electricidad fue más elevada: de subir un 108% en marzo a un 35% en abril. Parte de esta bajada responde a las rebajas de impuestos que viene aplicando el Gobierno. Sin ellas, la luz habría subido un 54% en abril, elevando el IPC general. Es decir, que en realidad esta rebaja de impuestos (que lleva vigente desde el verano pasado) no ha sido la principal razón de que los precios de la electricidad se hayan moderado.

El principal causante de esta rebaja es el propio mercado: el precio de la electricidad ha bajado un 27% entre marzo y abril en gran medida, por la moderación del precio del gas. También hay que tener en cuenta el efecto base: en abril de 2021, mes con el que se compara el IPC, los precios empezaban a repuntar y la electricidad experimentaba una subida interanual del 37%. Es decir, que al comparar un mes en el que bajaron los precios (abril de 2022) con otro en el que subieron (abril de 2021), la tasa se modera.

Con todo, el IPC creció un 8,3% en abril, un punto y medio menos que en marzo y un punto menos de lo que habría crecido a impuestos constantes, según desvela el INE. El IPC sigue en niveles inusualmente elevados, pero no bajaba tanto en un sólo mes desde hace más de 35 años (desde enero de 1987). No obstante, preocupa la inflación subyacente (que no tiene en cuenta la energía y los alimentos frescos), que alcanzó en abril una tasa del 4,4%, la más alta desde 1995.

El alza en la inflación subyacente, menos volátil que el IPC general al excluir los productos más variables, refleja el progresivo contagio de la subida en los precios energéticos al resto de la cesta de la compra. En este sentido, los alimentos siguieron en abril un 10% más caros que un año antes, y las bebidas no alcohólicas, un 7%. También servicios de alojamiento (+27,9%) y paquetes turísticos (+12,3%) o los servicios financieros (+10,6%) se encarecieron.

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