Las inmobiliarias de la burbuja siguen debiendo más de 1.500 millones a Hacienda

Trece de las quince empresas inmobiliarias que más dinero deben a Hacienda repiten por nuevo año sin apenas amortizaciones, según se desprende del último registro difundido por la Agencia Tributaria. Se trata de inmobiliarias y constructoras gestadas al calor de la burbuja que han caído en concursos y que suman todavía, por sí solas, más de 1.500 millones de euros en deudas, por los 7.200 millones de todos los morosos en proceso concursal en España.

La mayor deudora de nuestro país sigue siendo la inmobiliaria Reyal Urbis, que también encabezaba el ranking de morosidad a mediados de 2021. La deuda de la compañía impulsada por Rafael Santamaría se ha reducido en alrededor de un millón de euros, hasta los 340.012.227 euros, que le siguen situando como la entidad que más dinero debe a la Agencia Tributaria.

La inmobiliaria solicitó el concurso voluntario ya en 2013 con un pasivo de 4.660 millones. Protagonizó, a la postre, la tercera mayor quiebra de la historia de España, por detrás de la de otra inmobiliaria, Martinsa-Fadesa (7.000 millones en 2008) y la compañía de infraestructuras Abengoa (que este año inició concurso con un pasivo total superior).

'Sandokán', los Romero, 'El Pocero'

En segundo lugar en el ranking de morosidad se coloca ahora el grupo inmobiliario murciano Polaris World, surgido en 2001, con una deuda que supera los 200 millones -el 'holding' completo ronda los 300 millones- que le sitúan en el podio junto a otra inmobiliaria de la burbuja, Nozar. La compañía de los Nozaleda lleva doce años inmersa en un polémico procedimiento concursal y sigue debiendo a Hacienda 214.884.425 millones de euros.

Entre los más morosos vuelve a aparecer el grupo de otro símbolo de la burbuja y cercano al 'Gilismo', el exconcejal Rafael Gómez alias 'Sandokán', condenado a cinco años de prisión por delitos contra la propia Hacienda y en libertad condicional desde finales de 2020. Sus empresas de Arenal (2000, 2001 y 2000 de Inversiones) suman 150 millones de euros en impagos a la Agencia Tribunal a fecha de diciembre frente a los cerca de 200 que acumulaban a mediados de 2021.

Sin apenas saldar cuentas se mantiene otra promotora cordobesa, Grupo Prasa de la familia Romero, con una deuda de 97.627.397 millones de euros. Por detrás aparece la inmobiliaria Servicios Esquerdo, en pérdidas desde 2004 y liquidación desde 2017, que sigue sin saldar 97.589.814 millones con la Agencia Tributaria.

La OID, única en el 'Top 15' al margen del ladrillo

Luego aparecen la malagueña Aifos, con un saldo pendiente todavía de 93.150.508 millones (96 millones en 2015), y CCF 21 Negocios Inmobiliarios SA, con sede en Madrid y una deuda de 92.805.240 millones (al igual que hace un año).

Algo por detrás aparece la promotora del fallecido Francisco Hernando alias 'El Pocero', Obras nuevas de edificación, con una deuda de 87.265.075 euros. Poco antes de morir, en noviembre de 2019, 'El Pocero' perdió en la Audiencia de Madrid un laudo que le hubiera reportado 656 millones de euros de manos del Gobierno de Guinea Ecuatorial de Teodoro Obiang.

Nueve de las diez inmobiliarias que más dinero deben a la Agencia Tributaria repiten otro año sin apenas amortizaciones y/o con subidas. Se sale Grupo Isolux pero entra Polaris

Tras las anteriores aparece la primera no inmobiliaria, la Organización Impulsora de Discapacitados (OID), con una deuda de 86.243.201 millones, seguida de la comercializadora de vivienda protegida ejecutada por el Popular, Bitango Promociones, con un saldo de 73.122.305 millones (ocho millones en 2015).

Justo más abajo ha quedado otra de las grandes promotoras que pincharon con la burbuja, la gaditana Promaga. Con una deuda de 70.853.079 euros, la inmobiliaria del empresario linense Manuel Gavira - condenado por un delito continuado de estafa agravada - sigue en el ranking de las quince empresas más morosas del país antecediendo a Promociones Guadalquivir, con 56 millones todavía pendientes al igual que en junio.

Fuera del 'Top Ten' se ha quedado esta vez el Grupo Isolux -energía, construcción y concesiones-, que tras entrar en concurso en 2017 mantenía hasta mediados de este 2021 una deuda superior a los 300 millones. Su saldo ha quedado reducido a algo más de 80 millones de euros.