Banca

Botín y Goirigolzarri piden a la UE proteger los depósitos para evitar el contagio de EEUU

Los banqueros marcan distancias tras la crisis del Silicon Valley Bank y ponen en valor que tanto la regulación como la supervisión de Europa son las "más estrictas del mundo"

Santander
El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y el presidente de BBVA, Carlos Torres. EFE

Los grandes bancos españoles sacan pecho ante las turbulencias financieras tras la crisis del Silicon Valley Bank (SVB). Ana Botín, presidenta de Banco Santander, y su homólogo en CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, marcaron este viernes ante los accionistas distancias respecto a los bancos de Estados Unidos. Y ambos banqueros coincidieron en exigir a Europa que acelere en la creación de un paraguas común para proteger los depósitos y que serviría de cortafuegos antes episodios de volatilidad.

"Hoy el sector financiero regulado, es de decir los bancos, se encuentra en una situación sólida, mucho más que hace 15 años. Es un sector robusto y mucho más fuerte que en 2008", afirmó sin ambages Botín en la junta. La presidenta de Santander quiso en todo momento diferenciar al sector bancario europeo del de Estados Unidos y defendió que la regulación y supervisión en la zona euro son "las más estrictas del mundo". Botín limitó los problemas a "entidades concretas", que en Europa, pero fuera de las fronteras de la zona euro, provocaron la crisis del gigante suizo Credit Suisse.

La clave, según los banqueros, es que la base de depósitos es fundamentalmente de clientes minoristas. En el caso de Santander, el 80% del ahorro que atesora procede de las familias y empresas, lo que da garantía de liquidez al banco, que además cuenta con cerca de 200.000 millones en efectivo depositados en los bancos centrales, el equivalente al 20% de la base total.

Botín también quiso poner en valor otra clara diferencia: en los tres mercados principales del grupo (España, Reino Unidos y Estados Unidos) alrededor del 70% de los depósitos están asegurados por los fondos de garantía.

"Frente a una enorme concentración de depósitos, en el caso del Sillicon Valley Bank, el modelo típico de los bancos españoles es de una fuerte dispersión de depósitos", defendió, por su parte, Goirigolzarri ante los accionistas de CaixaBank. Y también esgrimió las "grandes diferencias" en términos de regulación y supervisión entre Estados Unidos y la zona euro.

¿Nuevas réplicas de las turbulencias financieras?

Tanto Botín como Goirigolzarri advirtieron de que se pueden producir réplicas de las turbulencias financieras en los próximos meses. La subida histórica de los tipos de interés, que han pasado del 0% al 3,5% en ocho meses, está provocando una tensión sin precedentes en los mercados de capitales. Para evitar el contagio de Estados Unidos y frenar las dudas sobre la liquidez del sistema, los banqueros exigieron a la Unión Europea acelerar la Unión Bancaria para alumbrar un fondo común de garantía de los depósitos.

"Todas las turbulencias financieras a las que estamos asistiendo, vuelven a poner de manifiesto la necesidad de completar la Unión Bancaria europea. Creo que sería muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano, que, en definitiva, era el objetivo de la Unión", reflexionó el presidente de CaixaBank.

Generar confianza en los mercados

En esta misma línea se manifestó Botín ante los accionistas de Santander. "La situación actual es una gran oportunidad para acelerar los últimos pasos para culminar la unión de mercado de capitales y la unión bancaria, con la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos", expuso, para después considerar que sería "la mejor respuesta" para generar confianza en los mercados.

"Sería una gran base para atraer la inversión necesaria para el crecimiento", ahondó. Los banqueros urgen celeridad a los políticos, que tienen la llave para desatascar el proyecto de Unión Bancaria y evitar nuevas turbulencias que amenacen con desencadenar una crisis financieras.

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