La bolsa da por muerta la pandemia: desplome total de las empresas de test y mascarillas

Cuando las campanas de la pandemia por coronavirus comenzaron a sonar, las empresas de mascarillas y test dieron un bombazo. En pocos días, las compañías encargadas de fabricar estas protecciones se dispararon en bolsa: los mercados intuyeron que estas empresas iban a hacerse muy valiosas y por tanto, el precio de la acción subió en muy pocos días. Tres años después, el precio de las acciones ha regresado de forma definitiva a sus valores iniciales, demostrando así que también los mercados de valores han sentenciado de forma definitiva la pandemia.

La bolsa ha sido un fiel reflejo de lo que ha sido la pandemia: primero un aumento drástico de los valores de las empresas relacionadas con la higiene sanitaria y la prevención (mascarillas, guantes, test,...) para después, con la llegada de las vacunas, sufrir una caída paulatina hasta desplomarse definitivamente en este 2023.

En febrero de 2020 comenzó el juego de la especulación: ante las noticias procedentes de China, miles de inversores decidieron comprar acciones de empresas como PharmaMar o Inovio como inversión. No se equivocaron: las acciones de estas compañías continuaron creciendo y mantuvieron un valor inusualmente alto hasta alcanzar su pico entre finales de 2020 y principios de 2021, cuando las vacunas estaban en su última fase de desarrollo y se empezaron a inocular.

Novacyt, empresa de diagnóstico creador de los test de antígenos, pasó de los 19 céntimos por acción el 19 de enero de 2020 a 1,70 euros el 28 de febrero. En abril, con el planeta entero metido en casa, el precio ascendió hasta los 4,28 euros... y cuando hubo producción suficiente y la gente consumía estos productos de manera masiva, la acción llegó a costar 13,18 euros.

A partir de enero de 2021, cada pinchazo de la vacuna contra el covid sirvió para desinflar poco a poco la burbuja. Esta solo recibió aire con la llegada de omicron el pasado invierno, momento en el que la acción volvió a crecer de forma puntual -la compra de test se revitalizó- hasta desvanecerse: este viernes, 3 de marzo, las acciones de estas empresas cayeron por debajo de los valores que exhibían durante la época precovid.

La española Pharmamar, gracias a que posee una amplia gama de productos, ha sabido amortizar el crecimiento sufrido tras la llegada del covid para mantener el valor de sus acciones por encima de la época precovid. Aunque se subió al carro pandémico -creció como la espuma por lanzar un test para detectar covid- , ha sabido salir con fuerza de la pandemia: de lo 28,46 euros por acción en enero de 2020 subió a 131,52 en julio de 2017. El pico lo alcanzó en octubre de este año (134,20 euros) y desde entonces, ha caído de manera progresiva hasta reducir el valor de la acción a la mitad: 52,86 euros.

Las empresas de guantes de látex, por ejemplo, comenzaron su caída mucho antes. Cuando se teorizó sobre el peligro de tocar superficies, las empresas de este sector dispararon su valor: es el caso de Top Glove Corporation, que alcanzó su pico en agosto de 2020 y desde entonces, su valor no dejó de decrecer hasta situar su valor por debajo de los niveles prepandemia.

Un caso interesante es el de GVS, una empresa de mascarillas que salió a bolsa en el verano de 2020. El precio por acción inicial fue de 9,92 euros para después crecer hasta 17,31 euros en febrero de 2021. Desde entonces, el precio decayó de forma constante, aunque con un repunte en septiembre de ese año -después de verano, había alerta por una subida de los contagios con la llegada del frío-. La acción de esta empresa se sitúa en estos momentos por debajo de la mitad de su valor inicial: 4,90 euros.

En el caso de Kawamoto Corporation, fabricante de mascarilla y guantes de latex, multiplicó su valor en un mes un 750%: de 447 yenes (3,09 euros) a 3.795 yenes (26,25 euros). Lo hizo en enero de 2020, cuando los rumores de una pandemia global a causa de una enfermedad respiratoria comenaron a hacerse fuertes. Aunque tuvo repuntes, su valor descendió hasta caer a los 916 yenes (6,34 euros).