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Economía

BBVA suma un nuevo riesgo a Turquía: 9.200 millones de deuda italiana

El grupo tiene la mayor cartera de deuda pública italiana de la banca española y afronta una caída del beneficio por la hiperinflación en Turquía

BBVA
Carlos Torres, presidente de BBVA.

Un nuevo frente se abre para BBVA. El banco lleva tiempo sufriendo por la inestabilidad política y económica en Turquía y ahora también se puede ver afectado por el regreso del fantasma del riesgo soberano, sobre todo por su exposición a Italia. Es la entidad española que más deuda pública italiana atesora, con una cartera de 9.257 millones de euros.

El anuncio de la primera subida de tipos en Europa en más de una década, que se prevé de 25 puntos básicos para julio, también se acompañó del fin de la compra de deuda por parte del BCE. Sin el sostén del banco central, las primas de riesgo de los países periféricos, como España e Italia, se tensionaron al inicio de esta semana, con las rentabilidades de los bonos de ambos países en niveles de 2014.

La deuda pública italiana de BBVA supone un 13% de la cartera que tiene en títulos de diferentes estados. Y representa un tercio sobre la tenencia de deuda pública española, cuando el grupo apenas tiene presencia en Italia. Con datos a cierre de 2021, la entidad presidida por Carlos Torres más que duplicaba los bonos y obligaciones del Estado italiano que atesora CaixaBank (4.122 millones). Un caso muy diferente es Santander, su comparable internacional, que apenas tiene unos 1.500 millones en deuda pública italiana.

Las dudas de los inversores son mayores sobre la economía italiana, que se han traducido en una prima de riesgo en unos 100 puntos básicos superior a la española. La presión sobre el riesgo soberano ha empujado al BCE a dar un paso más en su política monetaria y creará una herramienta anticrisis para evitar la fragmentación de la deuda de los socios del euro. De momento, el mercado ha respondido con una caída de las primas de riesgo, aunque el foco se mantendrá mientras el banco central define su nueva hoja de ruta.

La cúpula de BBVA lleva tiempo lidiando con la inestabilidad en Turquía, aunque sigue defendiendo su apuesta de largo plazo por el país. De hecho, acaba de subir su participación en Garanti, su filial turca, del 49,85% al 86%. Esta operación por sí misma restará 23 puntos básicos del ratio de capital de máxima calidad, que se situaba en el 12,7%, y, como es lógico, aumentará la dependencia del grupo de Turquía en un momento complicado.

Subida de precios en Turquía

BBVA admite que podría tener que aplicar contabilidad hiperinflacionaria en Turquía, que sufre una subida imparable de los precios. En junio, la inflación superó el 70%, en niveles máximos de 20 años. El cambio contable podría reducir 900 millones al beneficio del grupo este año, que equivaldría al 15% del total, según un informe de UBS. Pero el impacto no cesaría ahí y podría restar otros 400 millones a la cuenta en 2023.

Turquía es el tercer mercado más importante para BBVA, solo superado por México y España. En el primer trimestre, según las últimas cuentas publicadas, la filial turca generó 740 millones en beneficio, el 13% del resultado del grupo. Es probable que esta aportación cambie e incluso sea negativa si finalmente aplica una contabilidad hiperinflacionaria.

La buena noticia para BBVA, como para el resto de bancos, tardará en llegar. La primera subida de tipos en Europa en once años será en julio, aunque no se reflejará hasta los próximos meses. Un aumento del precio del dinero de unos 100 puntos básicos en Europa mejoraría entre 500 y 700 millones de euros los ingresos en España en los doce meses posteriores, según calcula la entidad. Casi el 80% de los ingresos del grupo se generan fuera de España, pese a que concentra la mayoría de activos en el país.

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