BBVA está dispuesto a recompensar a sus accionistas de una manera muy generosa después de estar un año entero sin poder repartir dividendo. El presidente de la entidad, Carlos Torres, ha afirmado en una entrevista publicada en su web corporativa que el banco distribuirá 7.000 millones de euros entre 2021 y 2022.
Este monto resulta de sumar los 3.500 millones de euros de la recompra de acciones y los dividendos de los dos ejercicios. Estos dividendos se estiman a partir del resultado esperado por el consenso de los analistas para los dos ejercicios y la política de remuneración de la entidad, consistente en un ‘payout’ de entre el 40% y el 50% del beneficio ordinario anual.
En relación al exceso de capital que sobrante, el banquero ha destacado que la prioridad es el “crecimiento rentable”, pero no descarta “distribuciones adicionales” a sus accionistas. La entidad espera situarse en su rango objetivo de capital del 11,5-12% en 2024.
“Seguiremos teniendo un exceso de capital relevante, superior a 2.000 millones de euros”. BBVA empleará este capital, junto con el que genere a futuro, “en seguir invirtiendo en el crecimiento de nuestras franquicias y remunerar adicionalmente a nuestros accionistas”, ha señalado Torres.
En cuanto a la opa sobre su filial turca, Carlos Torres ha resaltado que “Turquía es un país estratégico para BBVA, donde ve un enorme potencial de futuro”, por factores como su tamaño, demografía, fuertes vínculos comerciales con Europa, además de una baja penetración bancaria, lo que contribuye al atractivo a largo plazo de este mercado.
Asimismo, señala que Garanti BBVA es un banco privado líder en el país, “capaz de generar rentabilidades elevadas en entornos complejos, con un resultado medio de más de 1.200 millones de euros, cada año, en los últimos cinco años”.
La recuperación económica, según BBVA
El presidente de BBVA confía en que en 2022 la recuperación económica continúe, a medida que se despejen incertidumbres, como la inflación, las tensiones en las cadenas de suministro o las nuevas variantes del covid-19. Más allá del plano económico, espera que sigan teniendo protagonismo “los cambios sin precedentes que estamos viviendo en el mundo en torno a la digitalización y a la innovación tecnológica y en torno a la sostenibilidad y en concreto, la descarbonización.
Todo esto afecta mucho a todas las empresas y a todos los sectores, en todos los países. Creo que son grandes retos los que tenemos por delante, pero también grandes oportunidades”. En este sentido, apunta a la descarbonización como una de las prioridades en las agendas de los gobiernos en 2022. Para lograr este objetivo considera que los países emergentes deben también sumarse a la carrera.
Asimismo, Carlos Torres ha recalcado que “las empresas privadas deberían considerar la descarbonización como un elemento clave en su estrategia y en su inversión”.