José Ramón Bauzá: “España pudo ser un referente del gas en Europa, ahora tiene otra oportunidad con el SAF”

Volar será cada vez menos contaminante a partir de 2025. Eso es lo que han pactado el Parlamento, la Comisión y el Consejo de la Unión Europea. El encargado de poner a todos de acuerdo durante dos años para que los combustibles sostenibles de aviación (SAF) sean una realidad ha sido el expresidente de Baleares y actual eurodiputado de Ciudadanos, José Ramón Bauzá. 

“Hay países como Francia que ya están dando ayudas para producir SAF, por eso España debe ponerse las pilas”, destaca Bauzá a Vozpópuli. “España perdió la oportunidad histórica de ser el hub gasístico de Europa teniendo seis plantas de regasificación y renunciado a su potencia por un tema de fundamentalismo. No podemos permitirnos el lujo de perder otra oportunidad”, añade el eurodiputado. España debe cubrir la demanda de SAF estimada en 5 millones de toneladas de aquí a 2050, según un estudio de PWC, lo que requiere entre 30 y 40 plantas de producción y la creación de miles de empleos.

El paquete legislativo ReFuelEU Aviation, que ha llevado meses de negociación y que permitirá sustituir el queroseno por combustibles sostenibles, establece unas proporciones mínimas de combustibles sostenibles de aviación que estarán disponibles en los aeropuertos de la UE. “La normativa afecta a todos los países miembros, pero las compañías aéreas pueden elegir donde repostar. Si España quiere, porque tiene todo lo que necesita la industria, sus aeropuertos tendrán las ofertas más competitivas para liderar este negocio”, explica José Ramón Bauzá. 

La aplicación arranca en 2025, cuando al menos el 2 % de los combustibles de aviación deben ser sostenibles, proporción que irá en aumento cada cinco años: 6% en 2030, 20% en 2035, 34% en 2040, 42% en 2045 y 70% en 2050. Además, una proporción específica del mix de combustibles (1,2% en 2030, 2% en 2032, 5% en 2035, llegando progresivamente al 35% en 2050), debe incluir combustibles sintéticos como el e-queroseno.   

Si España quiere, porque tiene todo lo que necesita la industria, sus aeropuertos tendrán las ofertas más competitivas para liderar este negocio José Ramón Bauzá

“La ley que hemos aprobado se ha hecho con el consenso de todas las formaciones políticas y de la mano del sector. Se genera la seguridad jurídica necesaria para que se genere la inversión del SAF”, apunta el eurodiputado de Ciudadanos. “Si hubiéramos impuesto una ley sin contar con el sector nos cargamos la aviación, castigamos a los pasajeros y nos llevamos por delante el sector turístico. Por eso, es clave tener un marco normativo que nace del consenso de todos”, matiza. 

Una salida a la subida de precios

El precio del SAF frente al queroseno convencional es un problema que la normativa pretende solucionar incentivando la demanda para que se vaya estabilizando la oferta. Pero, como marca la hoja de ruta de la Unión Europea de que ‘quien contamina paga’, las compañías aéreas y los consumidores iban a vivir un aumento de sus costes por el castigo de los derechos de emisión. “Hay 20 millones de derechos de emisión para compensar el uso del SAF y que compense a las compañías que apuestan por esta alternativa”, explica Bauzá. 

El expresidente del Gobierno Balear destaca que este paquete legislativo ha tenido muy en cuenta el efecto que tiene para una industria que conoce muy de cerca, el turismo. Bauzá asegura que ha peleado ante sus ‘colegas’ europeos para conseguir, finalmente, una exención para las regiones ultraperiféricas, que no estarán sujetas a la nueva normativa, a no ser que decidan formar parte del nuevo mercado de biocombustibles. Esta medida beneficiaría a las Islas Canarias, fuertemente dependientes del turismo y de la aviación. 

No hay tiempo que perder

Con este marco regulatorio, las empresas (productoras, transportistas y aerolíneas) y los gobiernos deben empezar la carrera para prepararse para ser los más competitivos en 2025. “Es el momento de que los gobiernos apuesten por el SAF con tres principios claves: un plan de ayudas con fondos europeos para la producción, incentivos fiscales y reducción de las trabas burocráticas. Solo así cubriremos la demanda de SAF de los próximos años y mantendremos la competitividad del sector”, anima el eurodiputado. 

“Podemos convertir esta nueva normativa en una gran oportunidad para España, pero el Gobierno, me da igual el color, tiene que remar en esta dirección y no sé si está precisamente entre sus objetivos”, concluye José Ramón Bauzá.