Economía

Alexandre Pouille (AB InBev): "Somos la mayor cervecera del mundo, pero en España todavía somos muy pequeños"

Alexandre Pouille (AB InBev): "Somos la mayor cervecera del mundo, pero en España todavía somos pequeños"

A 20 kilómetros del centro de Madrid existe un templo cervecero. Los aficionados del 'oro líquido' en España peregrinan a la fabrica de La Virgen en la localidad de Las Rozas para conocer una historia de 'tradición', 'amor' y éxito en la producción de cerveza. Esta pequeña fábrica madrileña, con menos de siete años de edad, conquistó a la mayor cervecera del mundo, AB Inbev, en 2017 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los principales arietes de este gigante internacional en su entrada en el mercado español. 

"Decidimos comprar el 100% de La Virgen porque fabricaba una de las cervezas más premiadas del país y porque sus fundadores trabajaban con una artesanía pura", explica Alexandre Pouille, director general de  AB Inbev en España, en una entrevista concedida a Vozpópuli.

El joven directivo del gigante cervecero en España, con 30 años recién cumplidos y un año en este puesto, considera esta fabrica como un referente para su compañía en sus ambiciones en este mercado. "Somos la mayor cervecera del mundo, pero en España todavía somos pequeños", añade. 

El fabricante de marcas como Corona, Budweiser, Franziskaner, Leffe, Beck’s o Stella Artois busca hacer hueco en un mercado dominado por Mahou San Miguel, Heineken, Damm y Estrella Galicia, los cuales controlan el 93% de la producción nacional. "España es un mercado muy consolidado y con un elevado consumo de cerveza, aunque ya comienza a ser más habitual ver más grifos de marcas alternativas y nuevas opciones para consumir", destaca Pouille. 

El joven directivo insiste en que su compañía, que factura cerca de 48.000 millones de euros a nivel mundial, es una marca "muy pequeña en la Península". Las Islas Canarias sí es territorio controlado por AB Inbev. La multinacional con sede en Lovaina (Bélgica) es propietaria de Compañía Cervecera de Canarias (CCC) tras la compra de la británica SAB Miller en 2017.

Es decir, son los dueños de dos de las marcas con más existo en el archipiélago, como son La Dorada y Tropical. "Hemos aprendido mucho del negocio en Canarias. Nuestra estrategia es mantener el dominio regional con estas marcas y que ellos se puedan beneficiar de la estrategia que tiene todo el grupo AB Inbev", afirma Alexandre Pouille. 

El ejemplo de Canarias demuestra a la multinacional la fuerza que tienen las marcas regionales en España. "Es un mercado muy especial donde los consumidores defienden sus marcas y, a diferencia de otros países de Europa, la hostelería lleva el gran peso del consumo de cerveza", asegura el directivo. 

Pouille insiste en que la ambición de su compañía en España es muy grande. "El mercado tiene mucho potencial de crecimiento y La Virgen es un ejemplo de ello", destaca. Esta fábrica desde la que habla el director de Ab Inbev ha pasado de producir 1.000 litros en 2012 a superar, en la actualidad, los cuatro millones de litros. "Lo único que tenemos ahora en La Virgen son 'buenos problemas' como demasiados pedidos de los clientes o falta espacio en el almacén y son asuntos que solventamos con una sonrisa", explica. 

Alexandre Pouille sueña con que AB Inbev en España tenga un peso en el mercado como le sucede en Reino Unido, Alemania o Bélgica. "No estamos en este mercado para tener sólo un 1% de la cuota. Nosotros trabajamos con empresas españolas, distribuidores y clientes para lograr que nuestras marcas logren una posición dominante", asegura el representante de la multinacional. 

Su objetivo a corto plazo es que Corona, Budweiser o Franziskaner tengan cada vez más presencia en los bares del país. La Tropical y Dorada sigan siendo una referencia en Canarias. Y que La Virgen siga ganando adeptos en Madrid y empiece a conquistar al resto de cerveceros españoles. "Si existe alguna otra oportunidad de negocio con otras compañías, nosotros siempre miramos el mercado", concluye el directivo.