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Economía

La reforma fiscal que propone Fedea para evitar otro roto en los ingresos

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

Casi todos los organismos económicos y servicios de estudios han puesto en duda las previsiones de ingresos que ha incluido el Gobierno en las cuentas de 2017. Solo BBVA cree, de momento, que la buena evolución del PIB y la inflación pueden permitir llegar a los 200.000 millones que aspira a recaudar el Ejecutivo a lo largo de estos meses. Son muchos los que consideran que, antes o después, llegará una nueva reforma fiscal que debería revisar todas y cada una de las figuras actuales para asegurar un sistema más eficaz y capaz de aportar más ingresos.

Fedea es uno de estos organismos y ya ha elaborado su propia propuesta de reforma para evitar otro roto en la previsión de ingresos del Gobierno, que pocas veces se ha cumplido en los últimos años. "El calado de los problemas que presenta el sistema tributario español recomienda acometer esta reforma con un enfoque integral, contemplando el papel que cada figura desempeña dentro del sistema tributario", comienza el informe.

Lo que tiene clarísimo Fedea es que la reforma es urgente y que tiene que ser integral, es decir, abarcar todas las figuras para poner en orden el sistema tras casi dos décadas de acumulación de cambios tributarios puntuales, que muchas veces se debían más al cálculo político electoralista o a la necesidad de aumentar muchos ingresos en poco tiempo para salvar una situación concreta.

Estimular el crecimiento y generar más ingresos, los grandes objetivos de la reforma

Esta vez, y más ahora que la economía crece, las metas deben ser: estimular el crecimiento económico, contribuir con mayor intensidad a la redistribución de la renta y la riqueza, mejorar la equidad en el reparto de las cargas tributarias, proporcionar más ingresos para cumplir los objetivos de déficit y reducir de forma importante el endeudamiento.

IPRF 

Según Fedea, las innumerables reformas de este tributo lo han complicado. Es necesario fortalecer su elasticidad recaudatoria y su efecto redistributivo. También hay que mejorar la uniformidad de la regulación normativa del impuesto. Para conseguir todo esto, propone: 

  • Eliminar las reducciones aplicadas en todas las fuentes de renta (trabajo, alquiler de vivienda, algunos rendimientos del ahorro).
  •  Introducir un sistema de deducciones reembolsables `'in-work' para rentas salariales bajas y ligadas a las condiciones de contratación.
  • Eliminar definitivamente el sistema de estimación por módulos.
  • Mantener la estructura dual del IRPF, pero incorporando todas las rentas del capital a la actual base del ahorro y fijando un tipo único para el ahorro, que podría coincidir con el de Sociedades.
  • Revisar los tramos del impuesto para que se adecuen más a la distribución de la renta de los hogares, lo que implicaría, casi con toda probabilidad, una subida del tipo máximo.
  • Eliminar en un periodo máximo de 3 ó 4 años el régimen transitorio de la deducción por compra de vivienda.

Sociedades

Todo el mundo económico coincide en la necesidad de modificar este impuesto. Y es que desde el final de la etapa de 'boom' económico, su comportamiento recaudatorio ha ido languideciendo, mostrando con la recuperación evidentes signos de agotamiento y deterioro del diseño del impuesto. Estas son las propuestas de Fedea:

  • Suprimir todos los regímenes especiales, incluido el de las pequeñas y medianas empresas, de forma que haya un solo tipo para todas las empresas.
  • Eliminar todos los gastos fiscales actualmente contemplados en la normativa del impuesto.
  • Fijar un gravamen mínimo sobre el resultado contable que aproxime el tipo medio efectivo al tipo nominal.
  • Diseñar un tratamiento definitivo y estable del coste del capital financiero.
  • Establecer un plan para la compensación de las bases imponibles negativas acumuladas durante los años de crisis.
  • Redefinir la fiscalidad de las SICAV.

IVA

El IVA es otra de las figuras sobre la que normalmente los organismos nacionales e internacionales piden cambios. Es un impuesto que recauda poco a pesar de que los tipos de la figura están más o menos en la media de la UE. Y, según Fedea, el principal problema es el bajo tipo medio efectivo debido a las deducciones y al gran número de bienes y servicios que tributan por los tipos reducidos. Por eso propone:

  • Reorganizar las categorías de bienes y servicios gravadas a cada tipo, limitando muchos los tipos reducidos. De hecho, llega a decir que los costes en términos de desigualdad que provocaría sustituir los tres tipos de IVA actuales por uno solo de entre el 15% y el 17% serían poco importantes. 
  • Eliminar el régimen simplificado de estimación de cuotas a ingresar mediante módulos.
  • Suprimir la exención de los servicios financieros, aunque esto debe hacerse en toda la UE. Si el IVA resulta muy complejo para este tipo de servicios, se puede hacer a través del impuesto a las transacciones financieras.

Impuestos Especiales

En este ámbito no se reclaman reformas en sí, sino subidas de los impuestos que hay actualmente y alguna figura de nueva creación, como la ya anunciada por el Gobierno que permanece en 'stand by': el impuesto a las bebidas azucaradas. Aún así, Fedea propone:

  • Subir un poco más los impuestos al alcohol y el tabaco, a pesar de que ya se subieron a finales de 2016, acercándolos a las medias de la UE.
  • Trasladar esta subida al vino y a la cerveza, que quedaron fuera en el decreto de diciembre.

Fiscalidad medioambiental

Se trata de un campo poco contemplado en España, a pesar de ser un instrumento esencial para la política medioambiental, especialmente en lo que tiene que ver con el uso adecuado y preservación de los recursos naturales y la utilización de energías menos contaminantes. Fedea sugiere:

  • Implantar un impuesto medioambiental de naturaleza energética.
  • Suprimir, los tributos “pseudoambientales” implantados por las CCAA como tributos propios.
  • Redefinir la fiscalidad del automóvil.

Imposición sobre la riqueza

Es uno de los campos de fiscalidad que provoca debates más intensos y, sobre todo, ofrece divergencias notables en cuanto a las recomendaciones de reforma fiscal. Según Fedea, la situación es muy mejorable y por eso propone:

  • Estudiar la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio y derivar parte de sus hechos imponibles al IBI.
  • Fijar exenciones y topes mínimos y máximos en el Impuesto de Sucesiones a nivel estatal. Además, propone establecer un sistema sencillo de aplazamientos y fraccionamientos y cláusulas antielusión.
  • Redefinir el IBI para incluir también el hecho imponible del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.

Se aspira a conseguir un nuevo sistema fiscal con bases más anchas y más elasticidad recaudatoria

Con todos estos cambios, Fedea aspira a conseguir un nuevo sistema fiscal que permita ensanchar las bases imponibles, ganar elasticidad recaudatoria en las principales figuras y fortalecer su papel redistributivo. También quiere evitar al máximo las distorsiones y obstáculos al crecimiento económico, el empleo y a las decisiones de inversión productivas.

Además, se simplificarían   las figuras que forman parte del sistema, se eliminarían algunos tratamientos diferenciados que hoy en día no tienen mucho sentido, se aumentaría la capacidad recaudatoria del IVA y se desarrollaría una verdadera fiscalidad medioambiental, uno de los retos a los que la futura reforma fiscal debe prestar una especial atención.

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