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BNP, HSBC y JP Morgan se desprenden del 6% de Repsol en pleno desplome del petróleo

Antonio Brufau, presidente de Repsol.

La salida definitiva de Petróleos Mexicanos (Pemex) del accionariado de Repsol no ha sido el único movimiento corporativo en la petrolera en las últimas semanas. Coincidiendo con la progresiva caída del precio del barril de petróleo, grandes bancos internacionales con una presencia relevante en el capital de la compañía que preside Antonio Brufau han tomado la puerta de salida. BNP Paribas, HSBC y JP Morgan han reducido sus participaciones sustancialmente, de forma que entre las tres han traspasado un 6% de los títulos que tenían en su poder hace sólo dos meses.

El banco francés BNP Paribas se posicionaba este verano como el quinto mayor accionista de Repsol con el 2,68% de las acciones y ha rebajado esta participación hasta un residual 0,11% del capital. En total, se ha deshecho de 34,7 millones de títulos, hasta los 1,5 millones actuales, de acuerdo con los datos de Bloomberg. A mediados de junio, la entidad gala alcanzaba una posición incluso superior, del 3,192%, que dos semanas después redujo hasta el 2,824%, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Mientras, HSBC declaró el 5,36% de Repsol a principios de junio, justo cuando Pemex colocó el 7,86%. El mercado entendió entonces que el banco británico se había hecho con el grueso de la participación de la petrolera mexicana. Sin embargo, en comunicaciones posteriores a la CNMV se descubrió que en realidad la entidad había actuado como intermediario en la colocación del paquete a través de derivados. Así, fue el vehículo que utilizó Pemex para traspasar hasta un 3,3% de sus acciones.

El free float de la compañía alcanza ya prácticamente el 73% del capital

HSBC mantuvo , sin embargo, una participación del 2,10% de Repsol, hasta hace unas semanas, porque en la actualidad el banco británico ya sólo ostenta el 0,19% de las acciones de la petrolera española, con 2,5 millones de acciones (casi 23 millones menos que en agosto).

Por su parte, JP Morgan Chase se situaba como el séptimo mayor inversor de Repsol hace unas semanas, con el 2,08%. Al igual que BNP Paribas y HSBC, la firma americana se ha desprendido de una parte importante, hasta situar su participación actual en el 0,49%, representativo de 6,5 millones de títulos. Esta huida, no obstante, también comenzó antes. El 13 junio declaró, según los registros de la CNMV, el 3,246%, para una semana después rebajar este porcentaje hasta el 2,124%.

Su posición actual le mantiene, no obstante, entre los diez primeros accionistas de una petrolera cuyo capital, con estos movimientos y, sobre todo, el de Pemex, ha quedado muy atomizado. No en vano, el free float de la compañía alcanza ya prácticamente el 73% del capital.

De esta forma, en las últimas semanas los tres gigantes bancarios se han desprendido de participaciones en su mayoría depositadas por clientes representativas del 6,07% de Repsol. Si se toma como referencia el mes de junio, cuando la compañía entregó un dividendo extraordinario de 1 euro por acción por la compensación que acordó con Argentina tras la expropiación de YPF, las ventas conjuntas de estas entidades alcanzan el 8,9% del capital de la petrolera prisidida por Brufau.

El barril de petróleo Brent se ha desplomado hasta los 82 dólares, el nivel más bajo en cuatro años

La retirada masiva de BNP Paribas, HSBC y JP Morgan se ha producido en un contexto en el que el barril de petróleo Brent se ha desplomado hasta los 82 dólares, el nivel más bajo en cuatro años. Desde agosto, la caída alcanza el 21,1% y desde el 19 de junio, cuando tocó los máximos anuales en 115 dólares, el deterioro asciende al 28,7%.

A principios de junio, en plena colocación de Pemex, las acciones de Repsol superaron los 21 euros. Cinco meses después, su cotización ha caído un 17,5%, hasta los 17,38 euros. Ahora bien, en este periodo la petrolera ha entregado además del citado dividendo extraordinario, el complementario de 2013, de 0,48 euros. Al margen de las dificultades que han atravesado desde septiembre las Bolsas europeas, la rebaja del petróleo ha tenido también una lógica incidencia en Repsol aunque, como ya contó este diario, su diversificación de negocio la hace menos vulnerable a este escenario que a la mayoría de sus competidoras.

Las ventas de BNP, HSBC y JP Morgan, además, no han hallado unos sustitutos que hayan tomado posiciones tan relevantes como las que atesoraban antes del verano. Caixabank se mantiene como el principal accionista de Repsol, con el 11,91%, seguido de Sacyr, con el 9,05%, Temasek, con el 6,14%, y la mayor gestora de fondos del mundo, la estadounidense Blackrock, con el 3,03%.

Tras ellos, según los datos de Bloomberg, figuran Vanguard, que ha subido ligeramente su participación en las últimas semanas hasta el 1,41%, y Norges Bank, con el 1,19%. Credit Agricole ha duplicado su paquete accionarial en la petrolera española hasta el 0,83%, y Natixis lo ha limitado al 0,68%.

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