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Los supermercados hunden a Deóleo en España y la empresa se agarra a EE.UU.

Deóleo sigue siendo un pozo sin fondo para su accionista de referencia CVC. La mayor aceitera del mundo, heredera de SOS, acumula 73,2 millones de euros de pérdidas desde que el fondo de capital riesgo tomara una posición mayoritaria en su capital en junio de 2014. Desde entonces, cinco trimestres seguidos de pérdidas agravadas por la mala evolución de su mercado principal, el español. Aunque desde la compañía se insiste en que se están poniendo las bases para que el gigante retorne al beneficio, otros muchos en el sector -como algunos miembros de la patronal de envasadores de aceite Anierac- coinciden en las dudas sobre la estrategia que presenta el nuevo equipo directivo dirigido por el ex Coca-Cola Manuel Arroyo. Arroyo es en estos momentos un recién llegado al sector, con una experiencia de marketing en una gran compañía en Asia. Frente a él, los embotelladores de empresas familiares con un sesgo más conservador.

CVC ha invertido ya 229 millones en la aceitera para hacerse con una posición de control. De momento sólo tiene pérdidas

Los intereses de la empresa cotizada (dueña de marcas líderes como Koipe, Carbonell, Bertolli o Caparelli) chocan de frente con los de los supermercados, en plena guerra de precios con el aceite como producto gancho. "Algunos retailers no están aceptando los nuevos precios, impidiendo de esta forma que sea el consumidor el que decida", asegura la compañía en su informe remitido a la CNMV. Esta presión a la baja de los precios está obligando a la empresa a perder márgenes a pesar de la subida de la materia prima desde antes del verano.

Como consecuencia de esta situación, la única zona del mundo donde Deóleo tiene ahora mismo un ebitda negativo es precisamente España. La marca blanca y la obsesión por el precio están penalizando a las empresas marquistas, de las que Deóleo es la mayor. "El aceite virgen extra se vende en España a 2,90 euros la botella aproximadamente y tendría que estar a un precio de 4", aseguran fuentes industriales, que creen que con estos márgenes pueden dar pérdidas si no han sabido comprar a buenos precios. El mercado español y el italiano, que conforman entre ambos la mitad de las ventas de aceite de la compañía, son muy maduros, de gran consumo y donde el aceite no es tanto un producto 'delicatessen' como uno de uso diario. Deóleo ha conseguido mantener cuota de mercado a costa de aumentar sus pérdidas.

Con estas premisas, la rentabilidad debe ir a buscarse fuera.

Caídas acumuladas

CVC Capital Partners, que desde junio de 2014 es el accionista de referencia en la compañía aceitera, no está teniendo por el momento buenos resultados financieros con esta apuesta. El fondo ha adquirido un 50,01% de Deóleo en tres compras sucesivas (junio de 2014, diciembre de 2014, abril de 2015) por las que ha invertido 229 millones de euros. Sin embargo, desde entonces la compañía acumula unas pérdidas de 48,5 millones en el segundo semestre de 2014 y de 24,7 en lo que va de año. En total, unos 73 millones de euros de pérdidas que se corresponderían con alrededor de 30 teniendo en cuenta la participación que ha ido adquiriendo el fondo.

Por otra parte, CVC llegó a pagar 0,395 euros por acción en diciembre del año pasado, pero la evolución de las acciones no ha hecho sino perjudicarles. El precio de los títulos está a cierre del viernes en 0,31, un 8,5% menos del precio que pagaron.

La nueva cosecha lo arreglará

El aceite de oliva es un elemento vivo, que cambia en función de circunstancias geográficas, climáticas, biológicas... este año 2015 se caracterizó por una cosecha muy escasa unida a varios problemas de plagas en Italia y el sur de Francia que provocaron el lógico aumento de precios. Algo que impactó fuertemente a la compañía. Ahora, con la nueva cosecha que se espera doble las toneladas del año anterior, Deóleo espera tener más margen para comprar y embotellar a menos precio.

Norteamérica seguirá siendo su principal baza, con un 71% de aumento del ebitda en lo que va de año. Un 21% de la facturación de este grupo ya viene de este área (a punto de alcanzar a España, con un 22,9%) en la que la compañía combate en dos frentes: marca italiana (Bertolli y Carapelli) para aquellos estados con mayor población anglosajona, donde se relaciona el aceite de oliva con Italia (como Nueva York) y marca Carbonell para los estados donde haya un gran porcentaje de población latina.

El consumo de aceite de oliva gana cada vez más adeptos en la gastronomía norteamericana, por ser una de las grasas más beneficiosas que existen.

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