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Carmena amenaza al Atleti con dejarle sin La Peineta para tumbar la Ley del Suelo de Esperanza Aguirre

Obras de construcción del estadio de La Peineta

El equipo de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid ha mostrado en diversas ocasiones su frontal oposición a la actual Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, aprobada en su día por el Gobierno regional que presidía Esperanza Aguirre, y más en concreto con el polémico capítulo referido a la prohibición de edificar a más de tres alturas en suelo urbano. El Consistorio que ahora dirige Manuela Carmena ha encontrado en un fenómeno de masas como el fútbol un elemento ideal de presión para acelerar un cambio normativo que, además, no desagrada a Cristina Cifuentes, actual presidenta de la Comunidad.

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, considera inviable la mudanza por discrepancias con la Comunidad

En este contexto se encuadra la incertidumbre que sobre el traslado  del Club Atlético de Madrid al estadio de La Peineta generó el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Durante la comisión del área, Calvo apuntó que el Ayuntamiento consideraba en estos momentos inviable la mudanza debido a las discrepancias con la Comunidad de Madrid sobre compensaciones económicas por los terrenos y licencias.

Pero uno de los elementos que hace imposible ahora mismo el traslado es la paralización por parte de la Justicia del desarrollo urbanístico de los terrenos que actualmente ocupa el estadio Vicente Calderón, sede del club rojiblanco.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbó el proyecto de construir dos grandes torres de viviendas a orillas del río Manzanares debido a que incumplía la limitación de las tres alturas impuesta en la citada Ley del Suelo contra la que se ha pronunciado Ahora Madrid, el partido de Manuela Carmena, en numerosas ocasiones. Pero ese desarrollo es clave para la finalización de las obras de La Peineta, toda vez que forma parte de la contraprestación a la constructora FCC, encargada de levantar el nuevo estadio.

En el aire los planes de Slim

Las obras del recinto deportivo, concebido en su día como la infraestructura capital de unos futuros Juegos Olímpicos en Madrid que nunca llegaron, avanzan a un ritmo parsimonioso, como si no existiera ninguna prisa por finalizarlo. Y, realmente, a día de hoy, no la hay, pese al compromiso que, en su día, las Administraciones de la capital hicieron llegar al Club Atlético de Madrid para que la Peineta fuera su nuevo estadio tras el verano de 2017. Pero el hecho de que el desarrollo de los terrenos del Calderón esté enmarañado en la Justicia tiene su consecuencia en la evolución de los trabajos en el nuevo estadio.

Y también deja en suspenso un posible interés de Carlos Slim, principal accionista de FCC, de entrar en el proyecto como inversor particular. Los planes del magnate mexicano no verían la luz, en el caso de que definitivamente decida llevarlos a cabo, hasta que no esté despejado el panorama judicial.

Un panorama que se despejaría notablemente con la reforma de la Ley del Suelo, siempre y cuando la nueva redacción eliminara la limitación de las alturas, aspecto que, en su día, también tumbó el anterior planteamiento de la ‘operación Chamartín’. La idea del Ayuntamiento de Madrid es trasladar a la opinión pública, y más concretamente a los muchos seguidores del Atlético de Madrid que viven en la capital, que sin el cambio normativo, la mudanza del equipo a La Peineta será inviable.

Retrasos en los trámites

En su día, el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible aseguró durante un pleno municipal que la patronal de los promotores de Madrid (Asprima) les había trasladado la conveniencia de acabar con la limitación de las alturas impuesta por la actual Ley del Suelo. Calvo defendió entonces que el modelo de arquitectura en horizontal, muy extendido en otras ciudades europeas, no era compatible con Madrid.

La mudanza del Atlético de Madrid al estadio de La Peineta es, hoy por hoy, imposible en las fechas fijadas en el último compromiso entre las partes. Los plazos necesarios para tramitar los necesarios cambios normativos podrían demorar un mínimo de dos años ese traslado, siempre y cuando llegaran a efectuarse. De lo contrario, a buen seguro el club rojiblanco tendrá que seguir en el Calderón.

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