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Economía

Así piratearon la cámara de vigilancia de la casa de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias en El Hormiguero.

La cámara de videovigilancia instalada por la Guardia Civil en el chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar fue pirateada, tal y como publica El País.

La Benemérita recibió una denuncia de Podemos sobre la vulneración del dispositivo en octubre del año pasado. El rastro dejado por los ciberdelincuentes llevó a la Guardia Civil hasta un servidor ubicado en Singapur. Este cuerpo restituyó el sistema de seguridad por otro nuevo.

¿Cómo puede vulnerarse un dispositivo de estas características? Aunque hay distintos tipos de alarmas, los métodos más comunes para piratear este tipo de sistemas son los mismos.

Fuerza bruta de contraseñas

Este método consiste en utilizar programas informáticos que van generando contraseñas contra el usuario y el password de la cámara de videovigilancia, hasta que dan con la clave adecuada y acceden al sistema.

"Básicamente se trata de ir probando usuarios y passwords en las aplicaciones web o móviles que permiten a los propietarios de las cámaras de seguridad el acceso remoto a las imágenes para ver lo que sucede en su hogar desde la distancia", explica el hacker ético Deepak Daswani.

Fallos en la fabricación de la cámara

"Algunos de estos dispositivos y cámaras cuentan con fallos por defecto de fabricación que no son conocidos por el gran público, y tampoco por el fabricante, pero que los ciberdelincuentes saben descubrir y sacar partido", asegura Daswani.

Estos defectos pueden encontrarse en el hardware del equipo pero sobre todo en el software que lo acompaña: aplicación web, móvil, etcétera.

Malas configuraciones

"En algunos casos se da la circunstancia de que el puerto de streaming se encuentra abierto y cualquiera puede acceder al mismo sin problema alguno", apunta Daswani. En este caso, cualquiera puede conectarse al dispositivo y ver las grabaciones de las cámaras en tiempo real.

Además, los ciberdelincuentes aprovechan otros resquicios para acceder a las cámaras de seguridad. "Mucha gente no cambia ni el usuario ni la contraseña que el fabricante establece por defecto. Los 'malos' suelen saber esas claves y passwords y las utilizan. Si algún propietario de la cámara no ha cambiado estas claves, está expuesto a que accedan a las imágenes y vídeos del dispositivo", concluye Daswani.

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