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Economía

Santander 'invita' a abandonar el fondo inmobiliario al millar de inversores que resiste

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, durante su intervención en la presentacíón de resultados de la entidad.

Banco Santander dejará de garantizar la liquidez a su fondo inmobiliario, Santander Banif Inmobiliario. Asimismo, mantendrá las comisiones reducidas hasta octubre de este año, fecha en la que habrá una ventana de salida, sin penalización por rembolso. Toda una invitación a dejar este instrumento de inversión en el que todavía quedan unos 1.300 inversores, conforme aparece en la información oficial.

En la entidad señalan que “simplemente hemos garantizado la liquidez por un periodo de dos años que ahora vence”. ¿Eso significa que a partir de ahora habrá problemas para rembolsar? “No garantizamos la liquidez, pero de momento ésta supera el 4% del patrimonio del fondo y los partícipes en total suponen alrededor del 1%”.

Sin embargo, parece claro que este fondo, procedente de Banif, tiene sus días contados como vehículo de inversión colectiva. En la entidad sólo afirman que “se manejan varias opciones sobre el mismo y aun no hay tomada ninguna decisión”.

En la reciente presentación de resultados, Santander reveló unas dotaciones para este fondo de 169 millones de euros. Sin duda, la ‘resistencia’ de los poco más de 1.000 partícipes que continúan invertidos en este instrumento dificulta la gestión de una cartera inmobiliaria de acuerdo a los intereses del banco.

Santander Banif Inmobiliario fue el mayor fondo de esta naturaleza en España. El bueno tono de estos instrumentos en el pinchazo tecnológico, se tradujo en una gran demanda por parte de los inversores, que vieron en ellos un gran activo refugio. Eran tiempos en los que estos fondos presumían de no haber sufrido pérdidas nunca, ni tampoco apenas volatilidad. Sus retornos, rondaban entre el 5% y el 10%, unas tasas que en momentos de caída parecen de oro. Santander y BBVA tenían fondos inmobilarios, junto a Inverseguros. Posteriormente, Sabadell, Ahorro Corporación o Caja Madrid lanzaron los suyos. 

Pero, como todo lo relacionado con el ladrillo en este país, los fondos inmobiliarios se dimensionaron en exceso y cuando estalló la crisis, no tuvieron la liquidez necesaria para atender los rembolsos. Eso motivó que Santander Banif Inmobiliario estuviera una temporada con los rembolsos cerrados, mientras la matriz poco a poco iba quedándose con los activos.

A día de hoy, los 2.000 millones de euros del fondo son al 99% de Santander. Los demás partícipes fueron saliendo en las ventanas de liquidez al efecto, con las consiguientes minusvalías.

Tal vez, los que resisten son los inversores de más antigüedad, que mantienen aún buenas rentabilidades anualizadas. Conviene recordar que este fondo fue registrado en 1994 y desde su lanzamiento, acumula hoy un retorno total del 80%, un 3,3% TAE. Todo aquel que lleve 10 años o menos, sin embargo, sufre pérdidas. A 5 años, la minusvalía acumulada es del 25%.

Fondos tradicionales

Esta semana, una gestora ofrecía un encuentro con la prensa y su responsable señalaba que los fondos de inversión válidos para el inversor medio son “los tradicionales”. Este experto subrayaba que “los demás instrumentos sofisticados, ya sean hedge funds, inmobiliarios, dinámicos, fotovoltaicos… han sufrido mucho y, sobre todo, no pueden ser vendidos de nuevo. Los tradicionales fondos de renta fija o variable, en cambio, siguen siendo válidos”.

Sin duda, los fondos inmobiliarios fueron un instrumento adecuado para inversores cualificados. Su democratización provocó un aluvión de partícipes que terminó por desbordarse. 

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