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Economía

Javier López Madrid, presidente y consejero más cuestionado por la junta de Ferroglobe

Javier López Madrid, presidente de Ferroglobe

Los accionistas de Ferroglobe, filial internacional de Grupo Villar Mir, dieron un apoyo abrumadoramente mayoritario (por encima del 97%) a la renovación de todo el consejo de administración, con un sonada excepción: la de su presidente, el controvertido Javier López Madrid, que vio como casi un tercio de los accionistas minoritarios presentes o representados en la asamblea votaron en contra de su permanencia en el consejo del grupo siderúrgico.

El apoyo al consejo de la compañía está asegurado toda vez que Ferroglobe cuenta con un núcleo duro accionarial que controla algo más del 60% del capital. Incluso sólo su principal socio, Grupo Villar Mir, ostenta una posición mayoritaria con algo más de un 53% de las acciones del grupo en su poder. Sin embargo, la junta de accionistas, convertida normalmente en un baño de masas, ha mostrado una cara algo respondona este año.

El hecho ha llamado la atención por dos circunstancias: en primer lugar, porque el único consejero cuya reelección no ha sido apoyada por una práctica unanimidad es precisamente el que ocupa el puesto de presidente de Ferroglobe. Y, en segundo término, porque ese punto ha sido el único que ha registrado una cierta contestación de la asamblea. Ni siquiera el apartado relacionado con la retribución del consejo, habitualmente polémico en las juntas, registró votos en contra dignos de tener en cuenta por su tan escasa cuantía.

La reelección de López Madrid como consejero contó con el apoyo del 85% de las acciones presentes o representadas en la junta. Teniendo en cuenta que en la asamblea participó el 84,5% del capital y que el núcleo duro de Ferroglobe controla aproximadamente el 60% del mismo (Grupo Villar Mir cuenta con el apoyo de Alan Kestenbaum, quien fuera principal accionista de Globe, la compañía con la que se fusionó Ferroatlántica, dando lugar a Ferroglobe), el resultado apunta a que casi un tercio del resto de accionistas se opusieron a que López Madrid continuara siendo consejero de la empresa.

Embrollos judiciales

Sin duda, en la decisión de los minoritarios, entre los que se encuentran numerosos institucionales (bancos y fondos de inversión y de pensiones), han influido los numerosos embrollos judiciales de López Madrid en España, de los que ha tenido que dar completa cuenta al consejo de Ferroglobe.

En el propio informe anual de la compañía puesto a disposición de los socios de la compañía se recogen todos estos casos, que van desde el de las célebres tarjetas black de Caja Madrid (López Madrid fue de los primeros implicados que devolvió la totalidad del dinero que gastó con las tarjetas opacas desde el punto de vista fiscal) hasta su situación de investigado en las tramas Púnica y Lezo por el supuesto pago de comisiones a cambio de adjudicaciones a OHL, la empresa fundada por su yerno y líder de Grupo Villar Mir, Juan Miguel Villar Mir, y de cuyo consejo de administración formó parte López Madrid hasta 2016.

En todo este tiempo, el consejo de Ferroglobe ha apoyado las manifestaciones de inocencia de López Madrid y su intención de defenderse de forma enérgica de las acusaciones, como hasta ahora está realizando.

Ferroglobe tiene su sede en Londres pero cotiza también cotiza en Wall Street, donde lo hacía Globe antes de la fusión. En lo que va de año ha perdido prácticamente la mitad de su capitalización bursátil (que actualmente es de algo más de 1.400 millones de dólares) debido a las sacudidas que ha provocado en los mercados la política arancelaria de la Administración Trump.

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