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Economía

Ibercaja pospone 'sine die' la entrada de inversores previa a su salida a Bolsa

Amado Franco (izda.), presidente de Ibercaja Banco.

Ibercaja ha decidido darse más tiempo para la entrada de inversores institucionales, paso previo a su futura salida a Bolsa. Amado Franco, presidente de la entidad, confesó a principios de esta semana, en una reunión interna, que la entidad continúa la búsqueda de inversores estables pero que la actual coyuntura económica, con un enfriamiento de los datos macro en Europa, desaconseja realizar por el momento cualquier tipo de operación corporativa. De hecho, no quiso ponerle fecha. Simplemente, se limitó a recordar que la entidad cuenta de plazo hasta el 31 de diciembre de 2018, tras haber absorbido en el último año a Caja3.

Junto a los datos macro, Franco justificó el retraso en otros factores. De una parte, la entidad y los inversores con los que ya se ha contactado están lejos de encontrar un punto de encuentro en cuanto al precio de la operación. Además, los dirigentes de la entidad aragonesa prefieren esperar al desarrollo normativo europeo sobre las fundaciones bancarias. Precisamente, esta futura entrada de inversores se basa en la imposición de la nueva ley de cajas que obliga a la fundación bancaria de Ibercaja reducir el control en el negocio bancario de Ibercaja Banco por debajo del 50%.

Esta entrada de inversores privados se efectuará a través de una ampliación de capital de hasta 300 millones. De hecho, Ibercaja contrató antes del verano a JP Morgan para que comenzase a sondear el mercado. Este banco de inversión ha mantenido contactos con los grandes fondos oportunistas, como Cerberus, TPG, Apollo, JC Flowers y Aquiline. Sin embargo, según reconoció el propio Franco, Ibercaja busca unos compañeros de viajes "más estables".

Ibercaja cerrará otras 28 oficinas a lo largo de diciembre tras la integración de Caja 3. Su red quedará en 1.400 sucursales

Sobre la marcha de Ibercaja, el presidente adelantó en esta reunión, en la que también estuvo presente el consejero delegado José Luis Aguirre, que la entidad presentará unos beneficios de 355 millones a cierre del tercer trimestre. El banco tiene previsto presentar estos resultados en las próximas semanas. Se felicitó, además, por los buenos resultados de la entidad en los pasados test de estrés. Unos datos conseguidos, según dijo, "sin haber tenido que vender activos ni tener que utilizar la hucha de las provisiones". Sin embargo, el presidente de Ibercaja mostró su preocupación por el escaso margen que aporta el negocio recurrente a la cuenta de resultados, en un entorno de tipos de interés tan bajo como el actual.

Otro de los anuncios que se efectuó en ese encuentro se centró en la próxima reestructuración de red que efectuará el grupo dentro del proceso de integración con Caja 3 (formada por Caja Círculo, CAI y Caja Badajoz). El grupo cerrará 28 oficinas a lo largo del próximo mes de diciembre, del total de 1.400 sucursales con que cuenta el grupo tras la absorción. De ellas, un total de 25 oficinas pertenecen a la red de la CAI en Zaragoza, donde se producen las mayores duplicidades con Ibercaja; dos de Caja Círculo en Burgos y la última de Ibercaja en Guadalajara.

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