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Economía

FCC destinará 1.100 millones a proyectos verdes tras emitir bonos su filial medioambiental

Carlos Slim, con Esther Koplowitz y Esther Alcocer Koplowitz, en el Día del Inversor de FCC

La división de medioambiente de FCC ha completado con éxito su emisión de bonos y se dispone ahora a crecer a través de significativas inversiones, con una eventual desinversión por parte de la matriz en un futuro. FCC Servicios Medio Ambiente Holding tiene previsto destinar una cantidad equivalente a la que ha obtenido por los títulos de renta fija, 1.100 millones de euros, a diferentes proyectos verdes, entre los que destacan aquellos relacionados con la movilidad sostenible y la prevención de emisión de gases contaminantes.

La filial de FCC empleará los ingresos por la emisión de bonos para refinanciar la deuda que mantiene con su matriz, que asciende a algo más de 1.000 millones de euros. A su vez, el grupo destinará ese dinero a amortizar de forma anticipada la deuda procedente del préstamo sindicado obtenido el pasado ejercicio.

Sin embargo, la colocación de los bonos, en dos tramos por 600 y 500 millones de euros, con vencimiento a cuatro y siete años, respectivamente, solo es una parte de la estrategia de la división que agrupa los activos medioambientales de la compañía controlada por Carlos Slim.

"Una cantidad equivalente a los fondos obtenidos por la emisión será destinada a financiar, en todo o en parte, el desarrollo, construcción, instalación y mantenimiento de proyectos nuevos o ya existentes" en el marco fijado en la emisión de bonos verdes, según reza el folleto de la operación registrada en la Bolsa de Dublín (como ya hizo el grupo con su división de ciclo integral de agua Aqualia).

Cinco áreas de inversión

El documento explica que los proyectos verdes contemplados por FCC Medio Ambiente Holding están divididos en cinco categorías, aunque dos de ellas acaparan el 95% de las inversiones. Se trata de la prevención de emisiones de gases contaminantes y la movilidad sostenible (con un 55% y un 40% de las inversiones, respectivamente).

El resto se repartirá entre las tres áreas restantes, que son las de energías renovables, eficiencia energética y biodiversidad terrestre y marítima.

De esta forma, la división medioambiental encarrila los siguientes pasos, destinados a incrementar su atractivo ante los inversores con el objetivo de que FCC pueda proceder a una eventual venta de una participación minoritaria, exactamente igual que sucedió con Aqualia.

Previamente a llevarse a cabo esta emisión, FCC agrupó todos sus activos del sector, que mantenía dispersos por diversas filiales y áreas de negocio, en una única sociedad, precisamente con el fin de poder dotarla de contenido con vistas a la emisión de bonos. Al contrario de lo que sucedió en su día con la de Aqualia, la emisión de deuda de FCC Servicios Medio Ambiente Holding presenta como garantía la de sus respectivas filiales FCC Medio Ambiente y FCC Ámbito.

En el caso de Aqualia, el grupo presidido por Esther Alcocer Koplowitz vendió el 49% de la filial al fondo australiano IFM, una operación por la que ingresó algo más de 1.000 millones de euros y que fue clave tanto para amortizar parte de la deuda del grupo como para que FCC recuperara el dividendo, que había dejado de repartir entre sus accionistas en 2012, cuando puso en marcha un extenso saneamiento.

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