Publicado: 19/09/2022 19:20
Actualizado: 20/09/2022 23:02
El rey Carlos III tiene varias manías y excentricidades que reflejan cómo es el nuevo rey de Inglaterra. Algunas son tan peculiares y se salen tan fuera de lo normal, que hay quienes apuntan a que el hijo mayor de la reina Isabel II podría sufrir un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo).
Aunque su proclamación como Rey fue el pasado 10 de septiembre, dos días después de la muerte de la soberana británica, ya ha dejado al descubierto el carácter autoritario que tiene. Ese mismo día, tras jurar el cargo, pasó a firmar los documentos correspondientes, entonces se le pudo ver exigir con mala cara a uno de sus asistentes que le quitara rápidamente el tintero de la mesa porque le molestaba y le quitaba espacio.
Este mal gesto no pasó desapercibido para los espectadores y usuarios de las redes que vieron en él un comportamiento altivo y elitista y no ser capaz de retirarlo a un lado él mismo.
El carácter gruñón y altivo del rey Carlos III ya ha quedado al descubierto
Tres días después protagonizó otra anécdota en la que quedo en evidencia lo mucho que le enfada mancharse. Primero le preguntó a un miembro de protocolo que qué día era, cuando le dijeron que 13 de septiembre, señaló que se había confundido y había escrito día 12.
Entonces, ve que la pluma está perdiendo tinta y se le escucha decir: "Oh dios, odio esto". Carlos III le pasa el objeto a su mujer, Camilla Parker, mientras se limpia los dedos con un pañuelo: "¡No puedo soportar esta maldita cosa!”, dijo cabreado mientras se iba de la sala, sin esperar a su esposa. "Es asqueroso todo el tiempo", apostilló.
Las manías y obsesiones del rey Carlos III
Además de estos malos modos que han quedado a la vista de todos, hay otras manías y obsesiones que tiene el rey Carlos III, que ya eran conocidas cuando era el príncipe Carlos de Inglaterra.
Hay rutinas muy básicas del día a día que el exmarido de Lady Di (Diana de Gales) es incapaz de llevar a cabo. Por ejemplo, para lavarse los dientes no manipula él la pasta dentífrica, no le gusta tocarla, si no que son sus ayudantes de cámara los que tienen que dejarle preparado 2,5 centímetros de pasta de dientes exactamente sobre las púas, antes de que llegue a la habitación para asearse. Así lo desveló Paul Burrell, el antiguo mayordomo de la princesa Diana, en el documental 'Serving the Royals: Inside the Firm' (2005).
Además tiene que tener planchado el pijama todas las mañanas así como que le planchen los cordones de los zapatos todos los días, según señaló Burrell.
Tiene que ponerle dos ciruelas en el desayuno y siempre se deja una
El chef Darren McGrady desveló que trabajó para la Cara Real británica durante muchos años, desb¡veló qué es lo que desayuna el hijo mayor de la fallecida reina Isabel II. Este contó que siempre pide que le traigan dos ciruelas, que él coloca con un poco de zumo en un tazón para que maceren.
Cuando el chef vio que el entonces príncipe Carlos le devolvía siempre una, que tenía que volver a meter en el frasco, pensó en ponerle a la mañana siguiente solo una. Entonces le mandó llamar al comedor y le preguntó enfadado: "¿Tienes dos, por favor?". Así que tuvo que seguir enviándole dos ciruelas cada mañana y siempre le devolvía una ya que le gustaba poder escoger la que más le agradase de las dos.
Además de la ciruela, desayuna muesli, fruta fresca (siempre de temporada), té (normalmente Darjeeling); y miel. Allá donde va siempre tienen que llevarle una caja de madera con seis tipos diferentes de miel.
Antes también tomaba huevos hervidos cada mañana, que debían hervirse cuatro minutos exactamente, pero es algo que dejó de tomar.
Viaja con su taza del inodoro, su papel higiénico y su cama
También tiene varias manías y obsesiones cuando viaja fuera de su país.
La exdirectora de 'The New Yorker' y 'Vanity Fair', Tina Brown, desveló en su libro 'The Palace Papers: Inside the House of Windsor-The Truth y the Turmoil' ('Los papeles de palacio'), que el monarca pide que le envíen antes de llegar a su destino, muebles e incluso fotos y adornos además de su cama.
Una furgoneta lleva todo un día antes de que él llegue. "La única confirmación de su llegada a un acto es la llegada del camión con sus pertenencias, mientras este no llegue, uno no puede estar tranquilo", señaló Brown.
Por ejemplo pidió que le transportaran su cama articulada cuando viajó a Canadá por uno de los actos oficiales que se hicieron dentro del Jubileo de Platino de la reina Isabel II.
Además también pide que le lleven su propio asiento del inodoro y su papel higiénico preferido que es de una marca concreta, el Kleenex Velvet,
A la hora de dormir, el rey Carlos III duerme con las ventanas abiertas tanto en verano como en pleno invierno, según la periodista Ana Polo, que también es autora de la biografía sobre Isabel II titulada ‘La Reina’.
Obsesiones a la hora del baño y de vestirse
En cuanto a la hora del baño, también tiene sus manías. El tapón de la bañera siempre tiene que estar en una posición determinada, al igual que la toalla que debe colocarse para que al nuevo rey Carlos III le resulte más cómodo secarse.
Además, la temperatura del agua debe ser tibia, tiene que estar a 20 grados y debe estar llena hasta los 18 centímetros; un trabajo del que se encarga una doncella cada mañana.
A la hora de vestirse también tiene excentricidades. El biógrafo real Anthony Holden explicó en el documental 'The Madness of Prince Charles', que Carlos III se viste siempre con ayuda de dos hombres, como mínimo. Estos le asisten cuando se cambia de ropa hasta cinco veces al día.
Otras costumbres peculiares
Una de las costumbres que tiene Carlos III que se ha convertido en exigencia para los que trabajan para él es que el monarca ofrece galletas al resto de comensales, pero estas deben estar a una temperatura concreta. Para que estén según requiere, el séquito lleva consigo los enseres necesarios para calentarlas.
El monarca que siente una gran pasión por la botánica y jardinería, lo lleva al extremo hasta tal punto que ha sido capaz de cambiar el orden del día de los actos protocolarios según la evolución de la flora de los jardines de Highgrove, en los que siempre ha estado muy implicado en su cuidado.
Carlos de Inglaterra ha llegado a usar personal militar para retirar los insectos y babosas de las hojas de las plantas por las noches.
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