Cuatro planes sostenibles en Navarra para este otoño

La fuerte apuesta que se está haciendo desde hace varios años en la Comunidad Foral de Navarra por la sostenibilidad les está llevando a posicionarse como uno de los destinos de referencia nacional e internacional en este ámbito.  ¿Su objetivo?: atraer un público diferente, consciente del medio que le rodea, que busque cuidar el entorno y respetarlo al mismo tiempo que hacen turismo, que conocen la cultura navarra, su gastronomía y su sociedad.

Esta búsqueda por encontrar un turismo diferente y sostenible que equilibre el cuidado del medio con el conocimiento del entorno les ha llevado a impulsar 'Otro turismo', un concepto que engloba tanto a la oferta como a las personas que se busca a traer.

Esta forma de viajar queda plasmada en el documental “La Otra Huella”, presentado por Turismo de Navarra, una serie de seis capítulos en los que se plantea el desafío de recorrer Navarra dejando la mínima huella de carbono. Bajo esta inspiración, surgen varios planes sostenibles que podrán emularse en Navarra por todo aquel que visite la comunidad,

Planes sostenibles para vivir Navarra

Estella a través de experiencias 

En Estella la visita obligada (y uno de los planes más sostenibles) es la del nacedero del río Urederra. Hay que tener en cuenta que para llegar hasta allí hay que reservar con antelación, pues al ser un espacio especialmente protegido, el acceso está minuciosamente controlado para evitar que su frágil ecosistema se vea alterado.

Para completar el viaje, en los alrededores de Estella se pueden realizar diferentes experiencias relacionadas con la gastronomía como la bodega Quaderna Vía, donde se elaboran vinos de forma ecológica en todo el proceso, desde la viña a la botella; y en el Museo de la Trufa de Metauten, ubicado a las faldas de la sierra de Lokiz, el lugar idóneo para descubrir los secretos de este hongo tan preciado en la cocina.

Aventura campesina en el Valle de Arce

En Villanueva de Arce se encuentra el Agroturismo Mari Cruz, un lugar muy especial donde, además de dormir en una de sus cabañas construidas en los árboles, los viajeros pueden participar en las labores diarias de la granja conociendo desde dentro la labor de los granjeros.

Muy cerca de allí se encuentra un bellísimo pueblo medieval que no se puede dejar de visitar, Orreaga/Roncesvalles. Allí hay que pasar a visitar un conjunto artístico monumental único en el Camino de Santiago Francés conformado por la Real Colegiata de Santa María, el antiguo hospital de peregrinos y el espectacular sepulcro del Rey Sancho VII el Fuerte.

El desierto navarro

Las Bardenas Reales, un Parque Natural de 42.500 hectáreas, Reserva de la Biosfera por la UNESCO y con fauna y flora propias del continente africano, representan la otra cara de la Navarra verde. Se encuentra a solo 70 km de las cumbres de la cordillera pirenaica y las opciones para explorarlo son muchas, pero la más divertida es hacerlo en bicicleta.

Rodeando al desierto se encuentran las tierras más fértiles de Navarra, la conocida huerta de Tudela y su Ribera, de donde no sólo de ella sale la mejor verdura, si no también algunos grandes aceites de Oliva Virgen Extra como los que salen del trujal de producción ecológica Artajo.

Inmersión en la Selva en Irati

El entorno de la Selva de Irati es uno de los lugares más buscados de Navarra, por su belleza y por su inmensidad. La mejor forma de conocerlo es dejarse acompañar de un guía biólogo con el que profundizar en la flora, climatología y geología del mayor hayedo-abetal de España, además de disfrutar de las aves, mamíferos e insectos que lo pueblan.

La inmersión al completo se realiza durmiendo en los iglús de madera de Irati Barnean, en Larrau, que combinan privacidad con el respeto al medio ambiente. Sus exclusivas y originales atalayas hechas con materiales de bajo impacto y de mínima energía gris, son el campamento base perfecto de los valles pirenaicos.