La infanta Cristina impone una inesperada cláusula a Iñaki Urdangarin para firmar su divorcio

Tal y como se aseguró hace unas semanas, el proceso de divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin avanza a paso rápido. Tras un tiempo prácticamente estancado, la llegada del otoño volvió a reactivar todas las negociaciones para llegar cuanto antes a un acuerdo. Y es que parece que ambas partes están decididas a despedir este año con su situación completamente aclarada.

Sin embargo, la hermana del rey Felipe VI habría impuesto una inesperada condición a su todavía marido para firmar el divorcio.

Fue el pasado mes de enero cuando la publicación de unas imágenes de Iñaki Urdangarin dando un romántico paseo con su compañera de trabajo Ainhoa Armentia dinamitó el hasta entonces idílico matrimonio con la infanta Cristina. Desde entonces mucho se ha hablado sobre ellos. Desde los rumores que aseguraban que la pareja estaba dispuesta a reconciliarse, a los que apuntaban a que incluso la hija de los eméritos tenía una nueva ilusión.

Lo cierto es que el paso del tiempo parece haber calmado las cosas y mientras el exdeportista rehace su vida con Ainhoa Armentia, la infanta Cristina reaparece tranquila y sonriente y, según su círculo íntimo, ilusionada con su nueva vida.

La condición de la infanta Cristina a Iñaki Urdangarin para firmar su divorcio

Aunque con sus vidas de nuevo encauzadas, la expareja aún tiene pendiente la firma de su divorcio. Un trámite que se espera tenga lugar muy pronto, y para el que la hermana de la infanta Elena ha puesto una clara condición.

Así lo ha desvelado ‘Informalia’ donde señalan que, tal y como les aseguran desde el entorno de la infanta Cristina, el divorcio es inminente. “Cristina es la más interesada en firmar el documento y la que mete prisa para desligarse de una vez por todas del marido infiel”. Pero además, el portal asegura que “la infanta ha impuesto al padre de sus hijos una condición que no admite negativas. Exactamente, ha pedido a Iñaki Urdangarin que mantenga alejada de sus hijos a su novia, Ainhoa Armentia”.

Una cláusula bastante rotunda por la que la Infanta dejaría claro que no está dispuesta a que la nueva pareja de su exmarido pase tiempo junto a sus hijos, quienes, según aseguran, ya conocen a Armentia (al menos Pablo Urdangarin).

Como es de imaginar, nada se sabe de la respuesta de Urdangarin a la condición de su exmujer, pero según algunas fuentes, este estaría dispuesto a aceptar cualquier requisito para terminar con esta situación. Y más aún si los rumores que aseguran que recibirá una pensión compensatoria son ciertos.

La nueva vida de Iñaki Urdangarin tras su separación de la infanta Cristina

Haciendo de la discreción la máxima de su vida, Iñaki Urdangarin trata de pasar ahora lo más desapercibido posible. Tras la polémica que supusieron sus primeras imágenes con Ainhoa Armentia, el exdeportista intenta alejarse del ojo mediático. Algo que, en cierta medida, le ha permitido iniciar una nueva vida.

Y es que según aseguran, en los últimos meses, la vida del exduque de Palma ha dado un giro de 180 grados. Poco después de obtener la libertad condicional, Urdangarin decidía dejar su trabajo en el despacho de abogados Imaz&Asociados, donde inició su romance con Ainhoa Armentia. Así, el exdeportista habría decidido centrar su futuro en el 'coaching' deportivo, algo para lo que se ha estado formando.

Además, aseguran que el exdeportista y su nueva pareja han dado un paso importante en su relación. Tras los rumores que hace unos meses apuntaban a una crisis entre ellos, y las románticas vacaciones en Formentera de las que todos fuimos testigos, Iñaki y Ainhoa habrían decidido irse a vivir juntos.

Así lo confirmó recientemente ‘El Español’ que desveló que la pareja se habría instalado en una casa en Vitoria “en una buena zona de la ciudad, en una de las urbanizaciones más selectas y tranquilas”.

Un lugar donde disfrutar de su relación que, tras el divorcio de Ainhoa Armentia, esperan disfrutar al máximo cuando el exduque de Palma llegue a un acuerdo con la infanta Cristina.