Aunque en Dortmund volvió a estar en el banquillo, Casillas aprovechó un acto publicitario de la marca deportiva que le patrocina para ejercer de capitán y analizar la derrota del Real Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones, sin descartar una remontada a la que el madridismo se aferrará tal y como hizo en otras ocasiones.
Iker también habló sobre su situación personal. El portero contestó a todas las preguntas, incluidas las que hacían referencia a su relación con Mourinho, pero esquivó una en la que se le interrogó sobre cómo ve su futuro en el club en caso de que el técnico portugués siguiera la próxima temporada en el banquillo del Bernabéu. Será porque sabe que no Mou no continuará.
"Perder 4-1 en la ida de una semifinal es doloroso, pero después del partido empezamos a animarnos y a comprender que queda un partido de vuelta. Fue un resultado demasiado elevado para nuestros intereses, pero quedan 90 minutos y tenemos que morir en el campo".
"Llegábamos muy bien al partido, pero el Borussia hizo un planteamiento muy bueno y fue justo vencedor. Ahora jugamos en casa y después de este resultado la gente está más motivada que nunca para la vuelta. Será el más importante de la temporada. Queremos que los jugadores y los aficionados se dejen el alma. Todos estamos dolidos por el resultado, pero estamos deseando que llegue el martes. El convencimiento de remontar existe y está ahí".
"Por nuestra parte no ha habido ningún exceso de euforia. Es verdad que aquí existe esa mala costumbre de dar por sentadas las cosas y hubo gente que ya vislumbraba una final española. El año pasado también nos apearon en semifinales. El encuentro del martes no será fácil, ya que delante tenemos a un Borussia que creará peligro, pero tenemos una plantilla apta y confío en mis compañeros".
"Es un equipo que aprieta y corre mucho. Tienen mucha calidad individual y colectiva, pero nosotros tenemos muy buenos jugadores, capaces de dar la vuelta a la eliminatoria. Lo ideal sería irse con un 2-0 al descanso, pero no hay que menospreciar al Dortmund".
"El calendario se ha dado así. Es difícil pensar que antes del encuentro del martes tenemos un derbi en el Calderón, pero hay que hacerlo. El Atlético no gana al Madrid desde hace 14 años y saldrán al campo a conseguir la victoria e igualarnos en la clasificación".
"Me toca vivir esto de una forma diferente a como lo he vivido en los últimos catorce años. Ahora tengo que arropar a mis compañeros y entre ellos a Diego López que lo está haciendo muy bien. Los que estamos en el banquillo tenemos que apretar para que los titulares no se relajen, es positivo para ellos también. Ahora toca aconsejar, ayudar en lo que pueda y esperar la oportunidad".
"Mourinho no es frío conmigo, es honesto. Guardamos una relación profesional, de fútbol, que es lo importante, no personal. Pero, por encima del entrenador y de mí está el club, el Real Madrid".
"Estoy listo para jugar, pero quién decide es otra persona, no yo. El técnico tiene que ver que es lo mejor para el equipo. Tengo que esperar mi oportunidad, como le ha pasado a tantos otros jugadores, y aprovecharla cuando llegue. Después de tres meses estoy como un niño a punto de debutar. Pero lo más importante es que el Real Madrid gane siempre".
"Agradezco las palabras de Vicente, me llenan. Entiendo que para él no es fácil, pero lo quiero responder en el campo. Mi trayectoria está ahí: 22 años en el Real Madrid, 14 de ellos en el primer equipo. Sí piensas en la selección, pero ahora lo que me atañe es mi club. Ya tendremos tiempo en pensar en la Copa Confederaciones".
"Me gustaría conseguir otro Mundial, otra Copa del Rey, una nueva Liga de Campeones. Este es el hambre que tiene que tener todo futbolista, no sólo engrandecer tu palmarés y el de tu club, sino también alegrar a los aficionados. Ese hambre es la gasolina de los jugadores y, en mi caso, ahora más que nunca".