Firmó su gol 103 de rojiblanco como anticipo al plan trazado por Simeone. El Cholo tenía en mente alinearle en el Camp Nou mucho antes de consumarse el 5-1 al Betis. La fe del argentino en Fernando Torres obedece a uno de los motivos incuestionables por los que decidió incorporarle a su proyecto hace dos años. Llegaría más tarde, pero regresó a casa para, entre otras cosas, disputar los partidos grandes. Los que hacen historia. Como este del Camp Nou. Y de eso no dudaba el entrenador aunque esta temporada su discurso cambiara merced a la prolongada sequía del delantero.
En plena crisis anotadora del Atlético, incluida la vergüenza del ahora renacido en China Jackson Martínez, se avivó el debate de la renovación del 'Niño'. De hecho, había una firme intención del club en ejecutarla, pero el asunto se detuvo. En esas hubo de salir al ruedo el propio Simeone para trazar una línea roja que aclarase la situación: el rendimiento. Esa fue desde el mercado invernal la vara de medir la continuidad o no de un Torres ejemplar desde ese momento en la cancha y ante los medios.
Los detractores impulsaron sin suerte una división ficticia entre Diego y Fernando, tanto monta monta tanto, mientras los responsables del Atleti guardaban un silencio inexplicable. El malo de la película parecía ser el Cholo por pronunciarse abiertamente respecto a un tema capital y el de siempre, Gil Marín, escurría el bulto con Cerezo colmando de elogios al buque insignia colchonero tratando de mantener ese 'ten con ten'.
En esas llegó el gol 100. En un momento fue inolvidable. El Calderón dictó sentencia y arropó a su Niño en un instante conmovedor. El club siguió callado. Como hasta ahora. Torres recuperó su sitio en el once y el Cholo reactivó a uno de sus mejores activos. Así cayeron tres goles más (Getafe, Valencia y Betis), y un penalti en la tanda de los octavos de Champions ante el PSV. Con Griezmann como único indiscutible en el ataque, el canterano veterano mostró el camino a Vietto y Correa hasta adelantar a ambos.
Por eso hoy es titular. Porque está hecho para grandes retos. Y este lo es. En Barcelona le temen. Su actuación en el Camp Nou y la Champions, donde la experiencia manda, puede ser un motivo más para que el Atleti actúe en consecuencia. El rendimiento que exigió Simeone está siendo demostrado por ese '9' por el que tanto apostó. Hoy Torres juega, marca y lucha por un título haciendo las delicias de una afición que le quiere, respeta y adora; por eso piden que siga de por vida. Es hora, pues, de que los responsables colchoneros den un paso al frente, no se escondan bajo el paraguas de Simeone y hagan pública la que sería una de las grandes noticias de la temporada. El 'Niño' se merece el trato de lo que es, una leyenda. ¡Renovación ya!