Baltasar Garzón cenó el domingo en Gibraltar

Baltasar Garzón se ha unido al trasiego de militantes socialistas acostumbrados a visitar Gibraltar. El polémico exjuez de la Audiencia Nacional, expulsado de la carrera por prevaricador, cenó este domingo en la colonia británica. A las 20:45 atravesó la Verja a bordo de un BMW X5, en compañía del exsenador socialista José Carracao y de una tercera persona. Tres horas después, a las 23:45, abandonaba la Roca en el mismo vehículo y con idénticos acompañantes. Lo que demuestra que, además de su interminable lista de ocupaciones y preocupaciones, siempre en favor de los pobres, por supuesto, a Garzón le sobra tiempo para cenar y despachar en Gibraltar. 

Este Buscón no ha podido saber si el anfitrión de la cena fue el mismísimo ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, como sostienen quienes le vieron cruzar la Verja y sospecha la policía española. A señalar que es la primera vez que se detecta al exmagistrado entrando en la colonia, cosa que no se puede decir de su acompañante del domingo, el citado Carracao, que la semana pasada cruzó la Verja al menos en dos ocasiones, una frecuencia que no le impide negar que esté asesorando al equipo de gobierno de Picardo en inversiones en la colonia por parte de empresas cercanas a la Junta de Andalucía. 

A pesar de las polémicas colas, el tráfico hacia Gibraltar de personalidades del PSOE o ligadas al PSOE es frecuente. Visitante habitual, por supuesto, es la alcaldesa de la Línea, Gemma Araujo (PSOE), que casi siempre acude acompañada de su teniente de alcalde, Susi Barranco. Visitan el despacho de Picardo o participan en las fiestas privadas que el ministro organiza en su domicilio. Nada tiene de extraño, por eso, que ambas sean amigas en Facebook del grupo ultranacionalista Gibraltar´s Defenders, como ha publicado este diario.   

Comisario Lozano 

El pasado jueves a mediodía cruzó también la Verja un señor perfectamente trajeado. Se trataba de Ángel Lozano, excomisario jefe de La Línea y primer enlace español con la policía gibraltareña desde que en el 2000 se firmara un acuerdo de colaboración. Lozano se jubiló el pasado mes de abril, pero se resiste a salir del mercado laboral en el que todavía no han entrado sus dos hijos. 

En febrero del año en curso, el Ayuntamiento de La Línea intentó nombrarle jefe de seguridad. La oposición se negó. “No había para nóminas ordinarias, de modo que mucho menos para incrementar la plantilla”, señalaron. Así que Araujo optó por condecorarle con una medalla municipal. Lozano la recogió, pero nadie de la comisaría quiso acompañarle. Su resistencia a la jubilación es tal que cuando fue a entregar la placa y la pistola, “se le olvidó la placa”, según fuentes policiales, un distintivo que quizá siga utilizando ante las autoridades de la Roca.   

Lozano era afín al PP hasta que los pactos postelectorales llevaron a Araujo a la alcaldía. Desde entonces ha estrechado lazos con un PSOE local, que a su vez mantiene una estrecha relación con las autoridades de la colonia.