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El Buscón

DCN trata de resucitar la Operación Chamartín con el 'tour de la degradación'

Francisco González, Ignacio González, Ana Pastor y Ana Botella.

Distrito Castellana Norte (DCN) lanza este viernes un nuevo push de relaciones públicas para intentar reactivar la Operación Chamartín, en estos momentos tan sólo un “proyecto zombi” pendiente de la aprobación en Pleno de un Ayuntamiento que no parece estar por la labor. Para tratar de insuflar oxígeno a su plan, DCN invita este viernes a los periodistas a ver la “degradación” de la zona de actuación y cómo está afectando a “los tres distritos que la rodean”.

La revitalización de esta zona madrileña, dominada por las vías del tren de la estación de Chamartín y las vistas de las Cuatro Torres, es uno de los argumentos de la empresa para conseguir el visto bueno de Manuela Carmena. DCN (anteriormente DUCH), participada mayoritariamente por el BBVA y presidida por Antonio Béjar, pretende extender el Paseo de la Castellana, enterrar las vías del tren, crear un enorme parque y construir alrededor de 17.000 viviendas, cuya venta costearía un proceso que supone una inversión de todos los agentes implicados de 6.000 millones de euros.

Esta semana, la Operación Chamartín ha recibido una de cal y una de arena de los políticos que mandan en la Villa y Corte. La alcaldesa de Ahora Madrid ha dicho que no va a decidir nada hasta después de las elecciones, porque entonces puede cambiar el liderazgo del ministerio de Fomento y este, como responsable de ADIF, es parte clave en las negociaciones. La empresa pública es la dueña de gran parte de los terrenos que hay que poner a la venta, alrededor de un tercio. Así, no se decidirá nada antes del primer trimestre de 2016. Pero a finales de año se “autodestruye” el contrato entre DCN y ADIF para la compra del suelo.

Por otro lado, Cristina Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho esta semana que pretende dar marcha atrás a la Ley del Suelo que aprobó Esperanza Aguirre en 2007 y que limita a cuatro las alturas de los edificios que se pueden construir en Madrid.

Además del tour con los periodistas, BBVA-DCN está tratando de coaligarse con las asociaciones de vecinos de la zona. Desde que en enero Francisco González, Ana Botella y Ana Pastor presentaron a bombo y platillo el nuevo proyecto de la Operación, los vecinos han realizado más de 2.000 alegaciones. Ahora el banco trata de atender a sus peticiones, sean estas poner columpios cerca de su casa o crear una pasarela, ya aprobada, que una los barrios separados por la M-30.

Las fuerzas están en contra: PSOE dice que este proyecto no lo vota, porque sale caro. No quieren, dicen, crear otra zona como Las Tablas o Sanchinarro. Ahora Madrid apunta a que hay otros barrios, como Carabanchel o Tetuán, que necesitan los centenares de millones públicos que harían falta para dotar la zona.

Mientras, DCN parece haber cambiado de estrategia: la batalla no está en los despachos, sino en los corazones.

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