Los puentes son un símbolo del progreso humano.
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Si hay un símbolo del progreso tecnológico de las civilizaciones que ha permanecido inalterable desde el principio de los tiempos este es, con toda seguridad, el de la construcción de puentes. Ingenieros y arquitectos de todas las épocas han puesto todo su ingenio, capacidades y recursos tecnológicos al servicio de un elemento constructivo que no solo ha permitido a la humanidad superar los obstáculos físicos que se han interpuesto en su camino, conectando espacios que estaban separados, sino que ha tenido también un fuerte valor simbólico al encarnar a la perfección el deseo humano de desafiar permanentemente sus limites, de ir un paso más allá y explorar qué hay al otro lado.
Heredera de esa milenaria tradición, Ferrovial Construcción ha liderado a lo largo de los años numerosos proyectos de construcción de este tipo de infraestructuras. Proyectos, tanto en España como en el extranjero, caracterizados por su complejidad, su alto impacto en el entorno y su fuerte componente innovador tanto en materiales como en procedimientos constructivo. Estos son algunos de los más representativos.
Esta obra conecta el desarrollo urbanístico de Valdebebas con el entorno de la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, lo que le confiere, además de la funcional, una fuerte dimensión simbólica como puerta de acceso al resto del mundo para la capital de España.
Estructuralmente, se trata de un puente de arco mixto rebajado con tablero intermedio, de 162 metros entre apoyos principales, que salva las cuatro calzadas que conforman la M-12 sin apoyos intermedios.
A nivel estético, la infraestructura se inspira en la estética del propio aeropuerto, con numerosas referencias a temas relacionados con la aeronáutica.
El Puente de Ostróda, o MS-3, salva una distancia de 677 metros distribuida en cuatro vanos. Dos de ellos alcanzan los 206 metros de longitud, lo que representa un récord mundial.
Emplazado en la Tierra de los lagos de Masuria, una inmensa llanura salpicada que acumula restos de glaciaciones prehistóricas y está compuesta por más de 2.700 lagos unidos entre sí, este puente presenta una estructura extradosada, a medio camino entre los puentes atirantados y los de viga cajón pretensada. Sus pilares se hunden en la tierra de los lagos, mientras que sus tirantes parecen querer levantarlo del suelo. Esta singular obra de ingeniería recibió el premio Top Builder en 2018.
Situado a pocos kilómetros del noreste de la bahía de Thunder, el puente sobre el Río Nipigon fue inaugurado en 2019. Es el primer puente colgante atirantado que se construye en Ontario, Canadá. La estructura sustituye la de un puente anterior de dos carriles, que pasa ahora a contar con cuatro carriles y una estructura de dos vanos de 112,8 metros y 139 metros.
La forma estructural representa un puente atirantado con una sola línea de pilares formada por tres pilones independientes conectados debajo del tablero y en el nivel de cimentación. La superestructura soporta una autopista de dos calzadas con anchuras de 13 metros. Está compuesto por un arcén de tres metros en el lado norte, dos carriles de 3,75 metros, y un arcén de 2,5 metros en el lado sur.
Este proyecto, que forma parte de la ampliación de 104 km. de la Autopista 11-17 perteneciente a la Autopista Trans canadiense, fue adjudicado a Ferrovial y Bot por 106 millones de dólares y fue completado en febrero de 2019.
Emplazado en el barrio bilbaíno de San Ignacio, en Bilbao, este proyecto fue iniciado en 2018 por Ferrovial y Viconsa con el objetivo de unir el barrio de San Ignacio con Zorrotzaurre. La obra supone la construcción del segundo puente que conectará la isla creada en la ría de Bilbao.
Esta infraestructura está concebida como un puente integral, sin juntas de dilatación, con el objetivo de mejorar su funcionalidad y minimizar las labores de mantenimiento y conservación. El puente contará con 75 metros de largo y 28 metros de ancho, sin apoyos en el cauce. Con una estructura mixta de acero al carbono de color blanco y hormigón, contará con dos aceras peatonales, una vía ciclista, dos carriles reservados para transporte público y otros dos para vehículos a motor.
La iluminación juega un destacado papel estético en el proyecto. Dos columnas de 12 metros de altura con tres proyectores LED bañarán de luz la estructura, así como varios focos en el pavimento que se proyectarán hacia los arcos.
Esta estructura está levantada, literalmente, sobre el abismo para vencer el obstáculo orográfico natural del barranco de Erques. Un emplazamiento incomparable que ha hecho que toda la estructura haya sido concebida de tal manera que minimice la afección sobre el valle y procurando que sus elementos encajen de una manera adecuada en el entorno.
Debido a las complicaciones del entorno, para la colocación de todos los elementos de la estructura, de más de 120 toneladas de peso, se diseñó un único tablero de 23,20 metros de ancho, recogiendo dos calzadas con mediana rígida en el centro, suspendido de dos planos de arcos colocados exteriormente.
Ferrovial Construcción ha liderado a lo largo de los años numerosos proyectos de construcción de este tipo de infraestructuras
Estructuralmente, el tablero cuenta con un emparrillado de nudos rígidos con travesaños y largueros metálicos sobre los que se conecta una losa de hormigón armado de 25 centímetros de espesor mínimo.
Todo el proceso de construcción fue complejo. Mientras tenían lugar los trabajos de excavación y cimentación en las laderas del barranco, espacio natural protegido, la estructura fue trasladada a Santa Cruz de Tenerife en barco, desde donde se transportó hasta Erques en camiones especiales. El equipo de obra recibió la estructura despiezada: dos vigas de estribo, 12 vigas transversales, 78 vigas longitudinales y tres dovelas por arco.
El puente sobre el Río Danubio corresponde al proyecto D4-R7, el mayor proyecto de infraestructura en Eslovaquia y uno de los mayores proyectos de colaboración público-privada (PPP) en Europa. La estructura cuenta con dos carriles para cada sentido, entre Jarovce y Raca, Bratislava, creando así un anillo de circunvalación al este de la ciudad y conectando las vías radiales existentes.
Tiene un tablero único de tres kilómetros de largo y doble carril por sentido, además de carril ciclista y un camino peatonal. Para su construcción se emplearon complejos métodos constructivos, como dos encofrados deslizantes de 2.600 toneladas de capacidad y 140 metros de largo para el cajón, tres encofrados móviles de 20 metros de largo para las alas y cuatro sistemas de voladizos sucesivos en los vanos principales. Además, el proyecto D4-R7 incluyó la construcción de tres puentes adicionales.
En 2016 Ferrovial se adjudicó el contrato para el diseño y construcción de un tramo de 22 millas (35 kilómetros) de la línea de Alta Velocidad californiana en el área de Central Valley, por un valor de 442 millones de dólares. El proyecto implicaba la construcción de tres principales viaductos.
Uno de ellos, el Viaducto de Wasco permite la circulación de trenes de alta velocidad sobre las vías de transporte de mercancías de BNSF. El tramo, que sirve para conectar las ciudades de Wasco y Shafter forma parte del eje central de 100 millas (161 kilómetros) del tren de alta velocidad entre Fresno y Bakersfield, que conecta Los Angeles con San Francisco.
El contrato incluyó la construcción en superficie, las secciones de relleno y aérea del alineamiento, la recolocación de cuatro millas de vías, la construcción de pasos de agua y fauna y la reconstrucción, reubicación y cierre de caminos.