El embalse navegable de San Juan, en las proximidades de San Martín de Valdeiglesias.
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Quien diga que en Madrid no hay playa no conoce San Martín de Valdeiglesias. Y es que esta localidad de aproximadamente 8.500 habitantes, situada a 70 kilómetros al suroeste de Madrid, puede presumir de contar con la única playa continental de toda la Comunidad de Madrid, la playa de Virgen de la Nueva, en el pantano de San Juan. Una conexión con la naturaleza que es una constante en esta Villa de Madrid, cruce de caminos entre, Ávila, Toledo, Segovia y Madrid. “Sin duda, el mayor signo distintivo de San Martín de Valdeiglesias es la perfecta sinergia entre agua y montaña, con un impresionante embalse, el único navegable de la región”, destaca su alcaldesa, María Mercedes Zarzalejo.
San Martín de Valdeiglesias está íntimamente ligada al agua. En sus proximidades discurren las cuencas de los ríos Cofio y Alberche y se encuentran los pantanos de Picadas y San Juan. Este último cuenta con el certificado de bandera azul, gracias a sus 14 kilómetros de playas aptas para el baño y la práctica de todo tipo de deportes acuáticos, desde kayak, hasta paddle surf, wake board o vela.
El pantano de San Juan cuenta con el certificado de bandera azul, gracias a sus 14 kilómetros de playas aptas para el baño y la práctica de todo tipo de deportes acuáticos
A escasos 10 minutos en coche desde la Villa, el pantano de San Juan es el único embalse de la Comunidad de Madrid en el que están permitidos el baño y las actividades acuáticas a motor. Cuenta con embarcadero, restaurantes, terrazas, varios clubes náutucos en los que contratar actividades y ¡hasta con una playa nudista! El pantano está salpicado de multitud de pequeñas calas y playas de roca y arena, rodeadas de pinares. Un entorno natural privilegiado que, recuerda la alcaldesa Zarzalejo, “fue incluido en la Red Natura 2000 y en el que habitan especies protegidas como el águila imperial, el buitre leonado o el buco real”.
Los vestigios más antiguos de esta Villa de Madrid se remontan a los Vetones. En 1434 Don Álvaro de Luna adquiere los dominios de este señorío, por 30.000 maravedíes. Durante toda la Edad Media los nobles y reyes que poblaron el municipio hicieron de él un lugar de recreo y, en ocasiones, de residencia. Esta presencia de la clase dominante contribuyó al desarrollo económico de la comarca, gracias a la calidad de su aceite y, especialmente, de su vino.
Pero San Martín de Valdeiglesias es mucho más que su playa y su pantano. “Lo primero que sorprende al visitante que llega por carretera a la Villa es una estampa panorámica de gran valor arquitectónico, con un trío monumental impresionante presidido por la iglesia de San Martín Obispo, custodiada en dos frentes por el castillo de la Coracera y la plaza de toros. Ya en el interior, los ingredientes adicionales son varios edificios protegidos como la Escuela de Música (antigua cárcel de la comarca), el edificio de la Estación o la Casa Consistorial, todos ellos centenarios”, describe la alcaldesa.
De la primitiva iglesia de la Villa, cuyo proyecto inicial data de 1572, hoy solo quedan unos pocos vestigios. El edificio actual está labrado en piedras de sillares o mampostería. El interior consta de tres naves cubiertas con bóvedas tabicadas, de medio cañón en la nave central y bóvedas vaídas en las laterales. En la nave central se encuentra la Capilla Mayor y en las naves laterales se abren sendas capillas. Al fondo ,sobre la puerta principal, se levanta una tribuna que sostiene el órgano. Entre los tesoros artísticos que alberga el templo, destaca el Gran Retablo de estilo barroco de principios del siglo XVII que preside el templo, ubicado en la Capilla Mayor y que acoge el gran lienzo de San Martín, obra atribuida a Lucas Jordán, discípulo de Rivera.
La plaza de toros de San Martín de Valdeiglesias es una de las más antiguas en la Comunidad de Madrid. Se comenzó a construir en el año 1854. Los propios vecinos de la villa fueron el principal motor de la obra, subvencionándola con alrededor de 20.000 pesetas. La plaza está construida sobre el antiguo Convento de la Concepción, de monjas franciscanas, que desapareció casi en su totalidad a causa de la desamortización de Mendizábal, a mediados del siglo XIX.
Construida sobre un antiguo convento, la plaza de toros de San Martín de Valdeiglesias es una de las más antiguas en la Comunidad de Madrid
La fachada es prácticamente todo lo que ha quedado hasta nuestros días, realizada en granito, forma un gran arco enmarcado dentro de un alfiz. Se estima que la plaza se inauguró en 1856, aunque el primer cartel de corrida de toros del que hay constancia es de 1859.
Fue mandado levantar por Álvaro de Luna en el siglo XV como residencia y pabellón de caza. La fortificación ha sido utilizada por distintas personalidades históricas, entre las que destaca la reina Isabel la Católica, que residió en ella cuando fue proclamada heredera de la Corona de Castilla.
La fortaleza está construida en piedra berroqueña. Es de planta cuadrada y se articula alrededor de tres grandes volúmenes de forma circular, sobre los que destacan la torre del homenaje, de forma pentagonal, y una segunda torre que hace la función de albarrana. El conjunto está rodeado de una barbacana, de unos cuatro metros de altura, situada a unos cinco metros de distancia del núcleo principal.
Construido en 1884, el edificio se levantó para acoger la línea de ferrocarril que enlazaba Madrid con Arenas de San Pedro El número de edificios proyectados y construidos para la Estación de San Martín era de cuatro: albergues para viajeros, el muelle, la cochera y los retretes. En la actualidad, el edificio de viajeros acoge el Centro Cultural “La Estación”, donde se desarrollan multitud de exposiciones y una importante labor socio cultural entre los vecinos. La cochera se ha reutilizado como “Casa de Niños”.
La actual plaza Real es el centro institucional y religioso de San Martín, que alberga desde 1834 el Ayuntamiento, en origen llamado Casa Consistorial, los juzgados y la cárcel.
Este edificio se compone de dos pisos con una dualidad de accesos a través de una escalinata. Para unir ambos cuerpos se tuvo que salvar una calle, para lo cual se creó un gran arco de medio punto en piedra que marca el eje de simetría de la fachada.
San Martín de Valdeiglesias cuenta con una rica tradición vinícola, como atestiguan escritores como Cervantes o Lope de Vega, que hablaron de sus bondades en algunos pasajes de sus obras. De hecho, la localidad da nombre a una subzona de la D.O. de Vinos de Madrid. “Los orígenes de los viñedos y los vinos del municipio datan del siglo XII. Y hace más de 130 años tres vinos de San Martín de Valdeiglesias ya fueron premiados con las medallas de oro, plata y bronce, respectivamente, de la Exposición Universal de París, en 1889”, relata María Mercedes Zarzalejo. Un reconocimiento internacional que los vinos autóctonos han reeditado este mismo año, al recibir uno de sus caldos el prestigioso galardón Bacchus de Oro 2022.