La cirugía robótica tiene numerosas aplicaciones para las dolencias de riñón.
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La patología renal es muy frecuente entre los españoles. Abordarla a tiempo y con las menores complicaciones es fundamental, por lo que son ya muchos los hospitales que están incorporando la cirugía robótica en este campo. Entre sus ventajas: se simplifica y mejora la precisión de la sutura y de los procedimientos reconstructivos, al tiempo que los pacientes se recuperan mejor y más rápido.
"El abordaje de la patología renal mediante la plataforma robótica simplifica y mejora la precisión de la sutura y los procedimientos reconstructivos. Además, la cirugía mínimamente invasiva reduce el tiempo de ingreso y la convalecencia del paciente. Frente a la cirugía laparoscópica convencional, la robótica simplifica los pasos quirúrgicos", incide el doctor Ramiro Cabello, jefe asociado del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid).
Y es que las cirugías del riñón pueden llegar a ser complicadas. Por ello es fundamental, siempre que sea posible, preservar la mayor parte del órgano, ya que los riñones son imprescindibles para el funcionamiento de nuestro organismo. Aquí el empleo de técnicas quirúrgicas de última generación puede ser una ventaja, con los sistemas quirúrgicos Da Vinci a la cabeza.
Los seres humanos contamos con dos riñones del tamaño de nuestro puño, y se encargan de eliminar todos los desperdicios de la sangre, así como el exceso de agua en forma de orina. Además, mantienen el equilibrio entre diferentes sustancias químicas que se encuentran en nuestro cuerpo, fabrican unas hormonas que se encargan de controlar la presión arterial o estimular la médula ósea para que produzca glóbulos rojos.
El experto de Quirónsalud subraya que, en la cirugía robótica del riñón, la ‘operación estrella’ es la nefrectomía parcial. Se trata de una técnica que permite extirpar un tumor renal preservando la función de la parte sana del parénquima.
“Siempre que sea técnicamente posible, se debe utilizar la cirugía para el abordaje del tumor renal, con el objetivo de extirpar la neoplasia del riñón y conservar la mayor parte del parénquima sano”, resalta el doctor Cabello.
La ‘operación estrella’ de cirugía robótica del riñón es la nefrectomía parcial, una técnica que permite extirpar un tumor renal preservando la función de la parte sana del parénquima.
Este especialista y el doctor Juan Ignacio Monzó, también del Servicio de Urología del hospital madrileño, ya han desarrollado las primeras nefrectomías parciales en la Fundación Jiménez Díaz, al mismo tiempo que varias pieloplastias robóticas, un procedimiento en el que se soluciona una obstrucción, primaria o secundaria, al flujo de orina, desde el riñón al uréter, a nivel de la unión pieloureteral.
Gracias a ello, la Fundación Jiménez Díaz acaba de ampliar su cartera de servicios con la incorporación de la cirugía robótica renal, basada en su dilatada experiencia en el campo de la cirugía robótica en Urología.
En 2018, este centro de Quirónsalud adquirió un sistema Xi Da Vinci para su Programa de Cirugía Robótica, y el Servicio de Urología fue el primero en comenzar a emplearlo, con excelentes resultados en las intervenciones realizadas, sobre todo en prostatectomías radicales robóticas y en cistectomía radical robótica con derivación urinaria intracorpórea.
“Como la patología renal es muy común, este tipo de intervenciones son muy frecuentes dentro de un servicio de Urología. De hecho, se estima que unos 60 procedimientos de los que se realizan cada año en este departamento de la Fundación Jiménez Díaz podrán beneficiarse de la cirugía robótica”, calcula el doctor Cabello.
Estos robots quirúrgicos representan, en su opinión, un avance más hacia la cirugía mínimamente invasiva, en la que el cirujano no opera con sus manos, sino manipulando los mandos de una consola. El robot replica a distancia sus movimientos y realiza la cirugía a través de pequeñas incisiones practicadas en la pared abdominal del paciente.
Mediante esta técnica, el cirujano no opera con sus manos, sino manipulando los mandos de una consola. El robot replica a distancia sus movimientos y realiza la cirugía a través de pequeñas incisiones practicadas en la pared abdominal del paciente.
Además, el sistema elimina los temblores de los cirujanos, lo que aumenta la precisión de las intervenciones, al mismo tiempo que optimiza su campo de visión, al contar con una visión en 3D de alta definición en la zona de la intervención.
La precisión que ofrece Da Vinci, según prosigue el especialista de la Fundación Jiménez Díaz, favorece la realización de incisiones más pequeñas, y con mejores resultados estéticos, así como la reducción en los tiempos de recuperación frente a la laparoscopia, y siempre con un menor dolor postoperatorio y de tiempo de hospitalización.
Debido a su prevalencia, el Programa de Cirugía Robótica del hospital madrileño en esta área contempla la revisión de los casos programados de patología renal y la selección de los más adecuados para realizar mediante este abordaje.
"En aquellos casos complejos, en los que de otra forma se plantearía la cirugía abierta, a partir de ahora podremos valorar y ofrecer la realización del procedimiento robótico, añadiendo así las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva a los resultados satisfactorios obtenidos en la intervención", explica el especialista de Quirónsalud.
En última instancia, el doctor Cabello avanza que el servicio tiene prevista su utilización en linfadenectomías retroperitoneales, cirugía reconstructiva ureteral, o cirugía del prolapso de órganos pélvicos, entre otros casos.