Un futuro sin cigarrillos es posible.
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Muchos fumadores adultos todavía creen que los productos sin combustión y sin humo -como el cigarrillo electrónico o el tabaco calentado- son peores que los cigarrillos tradicionales. La ciencia ha demostrado que esto no es así.
Hay que partir de la base de que la mejor opción siempre va a ser dejar el tabaco y la nicotina por completo. Pero para aquellas personas que no lo van a hacer o que no pueden hacerlo, la ciencia y la tecnología llevan años desarrollando una serie de productos sin humo que, si bien no están exentos de riesgos, ya han demostrado ser una mejor alternativa en comparación con los cigarrillos convencionales.
La clave de estos productos sin humo está en que, al eliminar la combustión por completo, consiguen reducir significativamente la exposición a los tóxicos en comparación con seguir fumando. Y es en este punto donde existe una gran desinformación.
La evidencia científica y la transparencia en la información sobre los productos sin combustión y sin humo son fundamentales para ayudar a los fumadores adultos a tomar decisiones informadas
Conseguir un mundo libre del humo de los cigarrillos es posible, pero para lograrlo es necesario que todos los fumadores adultos no sólo tengan la información adecuada, sino que, además, también tengan acceso a este tipo de alternativas. Por acceso se entiende, en primer lugar, que los fumadores sean conscientes de las ventajas y de las diferencias de los productos libres de humo en comparación con seguir fumando; en segundo lugar, que estos productos sean aceptados por los fumadores y finalmente, que estén disponibles y sean asequibles para los fumadores.
“Con la regulación y la información adecuadas, el fin del cigarrillo podría suceder dentro de 10 o 15 años en algunos países” señala a este respecto Jacek Olczak, CEO de Philip Morris International. Y es que los reguladores tienen en su mano acelerar decisivamente la transformación de la industria y la velocidad a la que los fumadores adultos se cambian a productos libres de humo mediante la implementación de regulaciones que permitan proporcionar a los fumadores una información precisa acerca de lo que son y lo que no son estos productos alternativos sin combustión.
Con la regulación y la información adecuadas, el fin del cigarrillo podría suceder dentro de 10 o 15 años en algunos países (Jacek Olczak, CEO de Philip Morris International)
Suecia, Japón y el Reino Unido son ejemplos de países que han experimentado cambios muy significativos en el consumo general de tabaco y productos de nicotina, pasando del uso de los cigarrillos de combustión hacia mejores alternativas sin humo.
Suecia es el único estado miembro de la UE donde se puede consumir snus, lo que lleva a un experimento natural con evidencia epidemiológica a largo plazo. El snus es un producto de tabaco sin humo que se utiliza por vía oral, cuyo consumo ya superó al de los cigarrillos entre los hombres en 1996. Hoy en día Suecia es el país de Europa con el nivel más bajo de fumadores hombres: alrededor del 5% de hombres son fumadores, en comparación con el 24% de la media europea. En la actualidad, Suecia tiene la tasa de mortalidad masculina relacionada con el hábito de fumar más baja de Europa: 152 por 100.000, que es menos de la mitad de la media de la Unión Europea (1).
En Japón, la Sociedad Americana del Cáncer (2) analizó los cambios en las ventas de cigarrillos en Japón durante el mismo periodo en que se lanzaron los productos de calentamiento de tabaco. Los resultados mostraron que desde 2016 hasta 2018 la tasa de tabaquismo experimentó una disminución anual del 9,5% –superando ampliamente el promedio anual del 2,9% entre 1996 y 2012 (3)–.
Suecia y Japón son casos del mundo real que demuestran el impacto de convertir a los fumadores en usuarios de alternativas sin humo
(1) No Fire, No Smoke: The Global State of Tobacco Harm Reduction, p47-50 (2018).
(2) M Stoklosa et al, “Effect of IQOS introduction on cigarette sales: evidence of decline and replacement,” Tobacco Control (17 June 2019), all researchers from the American Cancer Society.
(3) No Fire, No Smoke: The Global State of Tobacco Harm Reduction, p47-50 (2018).
Contenido patrocinado por Philip Morris Spain.