La localidad madrileña de Aranjuez.
Belén Imaz_Comunidad de Madrid.
DESTACADO
A solo 42 kilómetros de Madrid se encuentra Aranjuez. Inmortalizada en el imaginario colectivo por el célebre concierto del maestro Joaquín Rodrigo, esta localidad, tiene mucho que ofrecer al visitante gracias a su incomparable patrimonio histórico-cultural. Una riqueza que la ha hecho merecedora de que
la UNESCO declarara el Paisaje Cultural de Aranjuez como Patrimonio Mundial, uno de los cinco lugares dentro de la Comunidad de Madrid, junto a el Paisaje de la Luz en la capital; el Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial; la Universidad y el centro histórico de Alcalá de Henares, y el Hayedo de Montejo, que tienen esta distinción.
Sin duda, el Palacio Real de Aranjuez es el principal atractivo monumental de la ciudad. Obra del arquitecto Juan Bautista de Toledo, su construcción fue ordenada por Felipe II en 1561. Esta impresionante residencia ribereña ha sido un refugio para la realeza española a lo largo de los siglos. Los visitantes pueden explorar sus majestuosas estancias, incluyendo el Salón del Trono, el Gabinete de Porcelana, el Oratorio de la Reina o el Dormitorio de la Reina. El palacio ofrece un fascinante testimonio de la opulencia de la monarquía española y un lugar imprescindible para quienes deseen sumergirse en la historia de España.
Para quienes deseen una visita aun más inmersiva en el pasado, contiguo al Palacio Real se encuentra el Museo de Falúas Reales. Este singular museo alberga una impresionante colección de falúas, unas embarcaciones utilizadas por la realeza española en el siglo XVIII. Estos botes decorativos, que eran usados por la familia real y sus invitados para dar plácidos paseos por el río Tajo, son auténticas obras de arte flotantes. Los visitantes pueden admirar estas embarcaciones únicas, entre las que destacan la que perteneció a Carlos IV, creada en Cartagena y decorada por salvador Maella, y la góndola de Carlos II, la embarcación de recreo más antigua de las conservadas por Patrimonio.
El Jardín del Príncipe es un vasto y exuberante oasis de más de 111 hectáreas de jardines y huertas que rodea el Palacio Real. Ordenado construir por Carlos IV, este lugar histórico de gran belleza es el resultado de unificar varios trazados previos en un único diseño paisajístico, dando lugar a un conjunto armonioso y espectacular.
Aquí, los visitantes pueden disfrutar de un paseo tranquilo y descubrir lugares singulares como el Estanque Chinesco, adornado con una pagoda china y un pabellón, una montaña artificial conocida como La Montaña Suiza o sus espectaculares fuentes de temática mitológica. Un remanso de paz ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza después de explorar el palacio.
Sin abandonar el recinto del Jardín del Príncipe, este palacete de recreo constituye un notable ejemplo de la arquitectura neoclásica. Concebido por el gran arquitecto Juan de Villanueva, durante su apogeo, la construcción era utilizada para actividades agrícolas y de caza. La Sala de Billar, el Salón de Baile o el Salón de María Luisa son algunas de las estancias más destacables de esta auténtica ventana al pasado de Aranjuez.
Ubicada en la plaza de San Antonio, La Real Capilla de San Antonio es un hermoso edificio religioso que forma parte del conjunto monumental de Aranjuez. La iglesia fue construida en el siglo XVIII por los arquitectos Isidro González Velázquez y Santiago Bonavia, y es un ejemplo destacado de la arquitectura barroca y alberga numerosas obras de arte religioso.
Aranjuez es un destino turístico en constante evolución que combina historia, naturaleza y entretenimiento
Explorar las calles es como dar un paseo por el tiempo. Su centro histórico es un lugar lleno de encanto y patrimonio, con visitas obligadas como el Palacio de Godoy, el Palacio de Medinaceli, el Convento San Pascual, las Cocheras de la Reina Madre o el Mercado de Abastos.
Para los amantes del vino, Aranjuez ofrece la oportunidad de visitar bodegas con una larga tradición vinícola como las Bodegas Real Cortijo y las Bodegas El Regajal. Ambas ofrecen catas de vino y visitas a sus instalaciones, donde se producen algunos de los mejores vinos de la Comunidad de Madrid.
La Plaza de Toros de Aranjuez puede presumir de ser una de las más antiguas de España. Un lugar en el que los visitantes pueden conocer la historia y secretos del arte de la tauromaquia en el Museo Taurino, que alberga una rica colección de trajes de torero, carteles y objetos relacionados con la fiesta nacional.
Y si lo que se busca es diversión y emociones, el Gran Casino de Aranjuez ofrece una experiencia de entretenimiento con juegos de azar, música en vivo y una amplia variedad de opciones gastronómicas.
Además de explorar los tesoros históricos de la ciudad, Aranjuez dispone de una gran variedad de actividades para todas las edades. Desde paseos en globo aerostático para disfrutar de impresionantes vistas panorámicas, hasta paseos en barco por el río Tajo y un divertido chiquitrén para los más pequeños.
Más información en: https://visita.aranjuez.es/