El senderismo es uno de los deportes más sanos y gratificantes que existen, una actividad física que activa no solo el cuerpo, sino que también ayuda a despejar la mente, a hacer ese reinicio mental tan necesario en un mundo dominado por las urgencias y el estrés del día a día. Especialmente cuando se tiene la oportunidad de caminar por rutas de enorme belleza, repletas de historia y en contacto directo con la naturaleza como son las de la Sierra de Guadarrama de Madrid.
“Recorrer las rutas de la Sierra de Guadarrama es una manera de conectar con la historia y tradición de la comarca, transitando por los caminos de los antiguos pobladores y que también hoy en día se siguen utilizando por ganaderos y pastores”, destaca un gestor del destino de Sierra de Guadarrama.
Proponemos cinco rutas accesibles de esta comarca de la Comunidad de Madrid, caminos para recorrer en familia que sorprenden por la variedad de sus paisajes y opciones. “Se trata de rutas menos conocidas y transitadas que otras de la Sierra de Guadarrama, y que además recorren paisajes que a menudo la gente no se espera o no asocia a la Sierra de Guadarrama (fincas ganaderas, dehesas, prados, canteras, yacimientos arqueológicos). Además, en su mayoría conectan municipios, por lo que también permiten conocer y visitar los pueblos y disfrutar de los servicios que ofrecen y su excelente gastronomía”, comenta este especialista..
Recorrer las rutas de la Sierra de Guadarrama es una manera de conectar con la historia y tradición de la comarca
Con una duración aproximada de dos horas y quince minutos y una dificultad baja, esta ruta de 10,7 kilómetros comparte parte de su recorrido con el Camino de Santiago. El punto de salida está en un punto emblemático como es Iglesia de San Juan Bautista, en Guadalix de la Sierra. Una vez en marcha, el recorrido avanza por paisajes idílicos, entre las tradicionales cercas de piedra seca, todo un elemento de patrimonio rural, y con imperdibles como las vistas del Cerro de San Pedro. La senda culmina la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en Soto del Real.
Esta ruta supone una inmersión en una de las actividades tradicionales más relevantes de la historia de región: el pastoreo. El itinerario da comienzo en el Camino de los Barrizales, a lo largo de un camino zigzagueante entre encinas y muros de piedra, hasta adentrarse en fincas ganaderas de gran belleza, sobre todo en primavera, cuando los campos han florecido en todo su esplendor. Sus 7 kilómetros de distancia, de baja dificultad y aptos para ser recorridos en cualquier época del año, son un testimonio vivo del legado de los pastores en la Comunidad de Madrid.
Opción perfecta para aquellos que quieran vivir una aventura que combine historia y naturaleza. El recorrido circular parte del pueblo de Hoyo de Manzanares para, durante 13.8 kilómetros (que pueden ser recorridos en dos etapas), deslizarse a lo largo de la falda de la Sierra. La ruta pasa muy cerca del Yacimiento Arqueológico visigodo de La Cabilda, primer asentamiento de Hoyo de Manzanares y todo un testigo de la historia de los primeros pobladores de la comarca. Un puente de piedra nos lleva hasta el otro lado del arroyo Rolinares, desde continuaremos por un camino flanqueado de jaras y enebros y otras muestras del ecosistema del monte mediterráneo.
Esta senda se adentra por un recorrido muy poco conocido y transitado, pero que vale mucho la pena experimentar. Arranca en la Plaza de la Villa en Alpedrete para, a lo largo de 4 kilómetros, ingresar en el corazón de una comarca famosa por sus canteras de piedra granítica, de las que se extrajeron muchos de los materiales utilizados en la construcción del Monasterio de El Escorial o el Palacio Real de Madrid.
Las viejas canteras de granito, hoy reconvertidas en refugio para diversas especies animales, son, naturalmente, uno de los grandes atractivos del recorrido. El camino también transita cerca del Yacimiento Romano El Beneficio, originado en torno a una posada situada junto a la calzada romana que atravesaba la sierra de Guadarrama por el puerto de la Fuenfría.
Este camino lineal de 4.4 kilómetros de distancia es idóneo para excursionistas que busquen recorridos de poca exigencia física. La aventura serpentea a lo largo de pintorescos caminos rurales que recorren la dehesa vecinal por un terreno mayoritariamente despejado. Un pequeño puente de madera permite atravesar el Arroyo de Fuentidueña hasta culminar en Cerceda.
Todas las rutas propuestas pertenecen a la Red de Caminos de la Sierra de Guadarrama. Una red que, explica el gestor turístico, está formada por los caminos que utilizaban los habitantes de la Sierra de Guadarrama tanto para desplazarse entre un pueblo y otro cuando no era habitual que cada familia contara con vehículos a motor, como para desempeñar los distintos oficios tradicionales como los gabarreros. “Son caminos tradicionales que forman parte de la historia de la comarca, y que hoy en día pueden disfrutar los visitantes tanto para hacer senderismo como para recorrerlos en bicicleta”.
A lo largo de todas ellas, continúa, el visitante va a encontrar “ese carácter rural que nos conecta con el campo, con la tradición y el sosiego, caminando entre fincas, prados, matorrales de jara, romero, tomillo, flores… Donde se deleitan todos los sentidos y todavía se puede caminar entre fincas de ganado y en ocasiones encontrarse con algún pastor o pastora con su rebaño”.