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Nutrición

¿Mantequilla o margarina? Esta es la mejor opción para un desayuno con tostadas

Hay que comprobar siempre varios aspectos que se detallan en los envases, como las calorías, los ingredientes principales que lo componen o los valores nutricionales

¿Mantequilla o margarina? Esta es la mejor opción para un desayuno con tostadas
Untando mantequilla Pexels

¿Qué es más saludable la mantequilla o la margarina? A pesar de que mucha gente piensa que la segunda de estas es la alternativa "sana" a la primera, lo cierto es que, prácticamente, lo más parecido que tienen es su nombre y el uso que de ambas se hace. Porque no todas las grasas son iguales, en parte por su composición nutricional, lo que hace que sea siempre necesario prestar atención no sólo a la cantidad que tomamos, sino también en su calidad.

Pero ahí no cabe discusión: el aceite de oliva, virgen y virgen extra tiene menos grasas saturadas y resulta mucho más saludable, motivo suficiente por el que se haya consolidado como uno de los pilares de la dieta mediterránea y como un componente clave en la gran mayoría de los desayunos. Sin embargo, la presencia de otras grasas untables, como la mantequilla o la margarina, son cada vez más comunes en los hogares. Cuando se trata de averiguar cuál de las dos opciones engorda más, es esencial comprobar cuáles son las calorías que aportan y los ingredientes principales de sus recetas.

La mantequilla es un derivado de la leche compuesto principalmente por grasa, lo que la convierte en una opción densa en calorías. Una cucharada de mantequilla aporta aproximadamente 100 calorías, y es común que las personas extiendan más de una cucharada en una sola tostada. Por otro lado, la margarina es una emulsión realizada generalmente a partir de diferentes tipos de aceites refinados y distintos aditivos. Se trata de un producto más reciente en la historia cuya cucharada añade aproximadamente 75 calorías, por lo que la gente piensa que un sustitutivo más económico y más saludable.

Sin embargo, la diferencia fundamental entre ambos alimentos radica en su lista de ingredientes. Una de ellas tiene como base la leche, principalmente proveniente de vacas, mientras que la otra se elabora a partir de diferentes tipos y modelos de aceite.

¿Tostadas con mantequilla o margarina?

A lo largo de la historia, las tostadas han sido uno de los desayunos o meriendas más populares en todo el mundo. Sus opciones de cobertura son variadas, sirviendo además durante los últimos años todo tipo de sabores cremosos a los paladares de los consumidores. Sin embargo, dos de ellas destacan por encima del resto: la mantequilla y la margarina; y cuando se trata de elegir si untar una tostada con uno u otro ingrediente, muchas personas se preguntan cuál de estas opciones es la más saludable. Varios estudios, como los publicados en las revistas PlosOne o Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases, señalan el camino.

Más allá de las diferencias en las calorías y en la elaboración de cada receta, el carácter saludable de un ingrediente también se define por otros aspectos, como los valores nutricionales o los efectos derivados de su consumo en el organismo. En este sentido, y a pesar de que la mantequilla ha sido señalada fundamentalmente por su alto contenido en grasa, los estudios sobre lácteos no muestran, en general, una relación evidente de causalidad con problemas de salud. Es decir, el consumo de mantequilla, por ejemplo, no guarda relación directa y clara alguna, como se apunta desde los ensayos, con la enfermedad cardiovascular o la mortalidad.

Además, otras revisiones sistemáticas sobre el consumo de grasas saturadas, como es el caso de Cochrane, revelan incluso una relación negativa entre la mantequilla y el riesgo de sufrir ictus. Por lo tanto, ambas opciones servirían de igual manera a la necesidad humana de combinar el pan tostado en los desayunos. Pero, tal y como se menciona también en los informes, las posibles diferencias en la calidad nutricional también requieren su particular estudio. Por ende, la composición de ambos ingredientes depende, en primer lugar, de la alimentación de los animales. Por ejemplo, aquellos que son alimentados con pastos frescos tienen un perfil abundante de ácidos grasos, carentes en los que se nutren de unos pocos granos.

Este asunto relativo a la alimentación de los animales concierne, sobre todo, a los verdaderos aficionados a la mantequilla. A ellos se les recomienda comprobar antes el envase puesto que será una fuente muy importante de su consumo diario de ácidos grasos. Por otro lado, los estudios apuntan a que la margarina añade sustancias fitoesteroles, es decir, compuestos presentes en las plantas con propiedades hipocolesterolémicas, que pueden contribuir a prevenir las enfermedades cardiovasculares; aunque también pueden resultar ser proaterogénicas: permiten la aparición de una placa de calcificación en la pared de las arterias que ocasiona la pérdida de elasticidad arterial y otros trastornos vasculares.

En definitiva, ninguno de los dos son un alimento particularmente sano, por mucho que pinten en los envases toda clase de reclamos nutricionales, pero lo cierto es que tampoco son alimentos que haya que eliminar por completo del menú, siempre y cuando su consumo sea moderado (unos 10 gramos y de forma ocasional).

Ante tal panorama, también se ha manifestado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quien ha concluido, a la par que los estudios, la posibilidad de tomar ambas grasas untables en personas sanas. Pero en caso de enfermedades cardiovasculares, y a pesar de que las investigaciones desmienten lo impuesto sobre la mantequilla, la OCU aconseja optar por una margarina rica en esteroles vegetales y grasas poliinsaturadas, ya que puede ser una buena alternativa si la relación omega-6/omega-3 es inferior a cinco.

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