Bienestar

Cómo cuidar tu flora vaginal para evitar infecciones indeseadas

Un pH en mal estado puede provocarnos molestias e infecciones en la zona íntima por lo que conviene saber cómo cuidar la flora vaginal para que esto no suceda

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Cómo cuidar tu flora vaginal para evitar infecciones indeseadas. Pixabay

La flora vaginal requiere estar equilibrada para que no cause molestias. La zona íntima de la mujer necesita en este sentido unos cuidados especiales a los que muchas veces no se presta demasiada atención pero que si no se tienen puede conllevar problemas más importantes de salud.

Llamamos flora vaginal, conocida también como vaginoma o microbiota vaginal, al conjunto de bacterias que habitan en la vagina y conforman esa zona de la mujer. Esos microorganismos no siempre son negativos. En nuestro organismo tenemos millones de bacterias que son necesarias para su buen funcionamiento. La zona íntima requiere de un grado de acidez (ácido láctico), lo cual mantiene y conserva en buen estado el pH, impidiendo el desarrollo de enfermedades y ese estado de equilibrio de bacterias protectoras es lo que se llama flora vaginal. 

Diez datos sobre la flora vaginal 

1. Lo primero que tienes que saber es que esta colonia microscópica no supone ningún peligro para tu salud cuando sus miembros conviven en equilibrio, con una prevalencia de los lactobacillus spp, bacterias que protegen la salud vaginal.

2.  Cuando estas bacterias buenas se ven sobrepasadas por otras que son dañinas (los anaerobios) puede aparecer un flujo anormal, picor en la zona íntima y ardor al orinar.

3. El microbioma, como también se le llama, no es, por otro lado, un conjunto estable, sino que se modifica, explica la ginecóloga Perla Aldama, de Clínicas EVA, con los hábitos alimenticios, higiénicos y sexuales.

La flora vaginal puede verse afectada al tomar antibióticos, entre otras causas.Pixabay

4.  Entre todos ellos, los más importantes son la rutina de limpieza de la zona íntima y el uso del preservativo para eliminar enfermedades de transmisión sexual. Además de, por supuesto, acudir a las revisiones ginecológicas prescriptivas.

5. Es importante detectar cualquier alteración en el microbioma porque disminuye la probabilidad de embarazo, sobre todo a nivel de endometrio, ya que altera la implantación del embrión.

6. Los problemas de infección en el microbioma vaginal pueden, además, cronificarse y suponer un obstáculo para las mujeres que quieren lograr el embarazo. Estaríamos hablando de cualquier tipo de infección vaginal que en ocasiones puede ascender hacia la cavidad uterina en caso de no tratarse o, así como sus respectivos tratamientos, pueden afectar la flora normal, o predisponer la colonización por otras bacterias.

7. Otro motivo más para vigilar la salud vaginal: está demostrado que la alteración del microbioma puede disminuir las tasas de embarazo por fecundación in vitro al disminuir la implantación del embrión. Se estudia ahora, sin haberse llegado aún a conclusiones satisfactorias, si la modificación del microbioma podría aumentar el éxito reproductivo.

8. La revisión ginecológica es la mejor manera de confirmar cualquier sospecha de alteración de la flora vaginal. También hay mujeres que no presentan síntomas, por lo que no se debe faltar a ninguna cita periódica.

9. Además de las alteraciones del vaginoma derivadas de las relaciones sexuales, también son factores comunes las duchas vaginales y la toma de antibióticos.

10. A sumar al tratamiento que el ginecólogo considere oportuno, existen, al igual que sucede con la flora vaginal, unos refuerzos naturales: los probióticos, elementos de la dieta no digeribles que promueven el desarrollo de las bacterias buenas. Entre los probióticos, por último, nos encontramos con el  yogur y otros fermentados, con el kéfir, la sopa de miso y los encurtidos.

Síntomas de que algo va mal 

En algunas ocasiones, el pH vaginal se puede ver alterado y se percibe (no siempre) algún cambio en el flujo, ya sea en su color, viscosidad u olor. Cuando la flora vaginal se daña se pueden producir infecciones vaginales que harán que nuestra actividad diaria y que las relaciones sexuales se vean afectadas. Entre las enfermedades que se pueden desarrollar se encuentran: 

  • Candidiasis. Es muy frecuente cuando no se cuenta con la capa protectora de la flora y hace que entre el hongo Cándida. Puede provocar picores, escozores, dolor y un flujo más espeso y blanquecino. 
  • Vaginosis bacteriana. Se produce cuando hay desarrollo descontrolado de microorganismo. Se hace evidente con la presencia de flujo con mal olor.
  • Otros síntomas. ​​Es posible experimentar desde sequedad vaginal (lo que nos provocará dolor al mantener relaciones sexuales), cambios de color del flujo o molestias al orinar.
Una alteración de la flora vaginal puede provocar molestias muy incómodas.Pixabay

Cómo mantener la flora vaginal en orden

La limpieza es fundamental a la hora de evitar posibles infecciones en la vagina. Se recomienda no utilizar papel higiénico perfumado y evitar el sudor y la humedad en esa zona. Cambia la ropa íntima (y mejor úsala de algodón) nada más hacer deporte, por ejemplo, y no te quedes con ella sudada o húmeda durante mucho tiempo ya que el sudor puede hacer que proliferen los hongos. También debes secar bien esa zona después de ducharte, ya que la humedad altera la flora vaginal. 

Además, hay que evitar usar pantalones demasiado ajustados y tejidos como el nailon o la seda. No recurras a perfumes ni a jabones íntimos si no están testados, fíjate bien antes de comprar uno en que en la etiqueta ponga que está ginecológicamente probado. Cuando mantengas relaciones sexuales, recuerda que el semen puede alterar la acidez en esa zona, por lo que es mejor siempre lavarse después de un encuentro

Cuídate desde dentro

Como siempre comentamos, llevar una alimentación saludable es fundamental para estar bien por dentro y por fuera. También en la flora vaginal influye lo que comemos y la salud de la vagina también está relacionada con nuestra dieta, ya que algunos alimentos promueven la diversidad de bacterias saludables en esa zona.

Entre ellos, son recomendables el yogur, que además de ayudar a una flora intestinal más activa y sana, reduce la presencia de infecciones bacterianas, ya que ayuda a restaurar el equilibrio del pH vaginal.

También es bueno el zumo de arándanos, rico en antioxidantes que combaten los radicales libres y las toxinas y fortalecen la respuesta inmunitaria tanto en el sistema urinario como vaginal. Una gran fuente de fibra y ácidos grasos esenciales es la chía, que ayuda a la eliminación de toxinas y permite la reducción de bacterias como la Cándida. También los frutos secos pueden combatir la sequedad vaginal al ser una buena fuente de vitamina E, importante para la lubricación.

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