Motor

Nos subimos al BMW X2 y al Volvo XC 40, dos nuevos SUV Premium para el segmento compacto

El X2 llega para completar la gama SUV de BMW con la variante deportiva del X1.

Los grandes SUV marcaron en su momento sin duda el desarrollo en el segmento de las marcas Premium. En los últimos años, con la ebullición de todo tipo de modelos en segmentos más bajos ha obligado a casi todas las marcas a reforzar su presencia en ellos, incluidas las consideradas Premium. Y aunque BMW ya estaba presente con el X1, ha querido ahora reforzar su presencia con un nuevo X2 de estilo mucho más deportivo. Volvo, por su parte, estrena el XC40 como rival más que directo pero apostando por un diseño más elegante.

El X2 comparte estructura con el X1 pero llega con un diseño muy diferente no sólo respecto a aquél, sino al resto de modelos de la gama. Un SUV que se desmarca del X1 en mayor medida que lo hace el X4 del X3, con dimensiones más recortadas y unas formas que sin duda le dan una personalidad más marcada.

Y es que además de diseño recupera detalles de modelos ya míticos como el 2000 CS, como es la ubicación del logotipo de la marca en los pilares traseros, prueba del interés de la marca en hacer del X2 un SUV diferente dentro de la familia X.

Las proporciones del nuevo X2 ya marcan parte de su diseño, y sus 4,36 metros de longitud suponen 8 centímetros menos que el X1, siendo además con 1,53 metros de altura 7 centímetros más bajo. Unas dimensiones que condicionan ligeramente el interior, con similar espacio para los ocupantes que en el X1 pero un maletero inferior, 470 litros frente a 505.

El nuevo X2 de momento sólo está disponible con cambio automático, de siete marchas para las versiones de gasolina y de ocho para los diesel. Los motores son de tres o de cuatro cilindros. Inicialmente llega con dos versiones, xDrive20i de gasolina con 192 CV y xDrive20d, diesel de 190 CV. Más adelante llegarán las versiones diesel sDrive18d y xDrive18d, ambas con 150 CV, xDrive25d con 231 CV y una con motor gasolina de tres cilindros, el sDrive18i de 140 CV.

Como en el X1, el conductor puede elegir varios modos de conducción: COMFORT, ECO PRO Y SPORT. Además, para circular por campo, las versiones xDrive con tracción total tienen una función para descender pendientes pronunciadas sin tener que accionar el freno con el pie.

En carretera, el X2 se siente más deportivo a sus mandos que el X1 del que deriva, casi como un Serie 1 más alto. Rápido de dirección, preciso en su paso por curva y con mucho aplomo, pasa por ser uno de los SUV del segmento más dinámicos en su conducción, muy diferente en este sentido del novedoso XC40 de Volvo.

Estilo y confort para el pequeño XC

Y es que si por algo se distingue el nuevo XC40 es por la apuesta por el diseño, la elegancia y los buenos acabados. Es ligeramente más grande que el X2, casi siete centímetros más de carrocería, que marcan un interior más habitable y algo más confortable que el del BMW.

Un confort que también se siente en su conducción, claramente menos dinámica y eficaz a alto ritmo sobre trazados con muchas curvas, pero en general más confortable en su rodar a velocidades elevadas y con suficiente precisión por parte de un chasis que se acerca más al concepto SUV que el X2.

Como sus hermanos mayores XC 60 y XC 90, el XC 40 se desmarca por un diseño muy cuidado, especialmente por dentro, donde queda ya muy lejos de los sobrios diseños de los Volvo de hace apenas una década. La gran pantalla sobre la consola central preside el puesto de conducción, y tanto delante como detrás hay mucho espacio para sentirse muy cómodo.

Los motores inicialmente apuestan sobre todo por la gasolina, con tres versiones a elegir —T3 de 156 CV, T4 de 190 CV y T5 de 247 CV— por un único diésel —D4 de 190 CV—. Más adelante, a mediados de año, llegará la versión diésel de menor potencia —D3 de 150 CV— y más adelante, ya en 2019, una variante híbrida enchufable y otra cien por cien eléctrica.