Lluvia de estrellas 2020: ¿cuándo y dónde ver las Perseidas en su máxima intesidad?

Las Perseidas, también conocidas como 'lágrimas de San Lorenzo' son una lluvia de meteoros de actividad alta. A pesar de que las percibimos como estrellas fugases, en realidad son partículas de polvo que dejan los cometas alrededor del Sol. De igual forma, el efecto luminoso se genera cuando dichas partículas atraviesan la atmósfera terrestre y se volatizan.

'Las lágrimas de San Lorenzo' comenzaron el pasado 17 de julio y se extenderá hasta el 24 de agosto, no obstante, su punto máximo llegará entre el 10 y el 13 de agosto, momento en la que la Luna estará en fase menguante. Se estima que el mejor momento para verlas sea el miércoles 12 a las 15:00 horas.

Esta lluvia es famosa ya que sus meteoros logran obtener una velocidad máxima de 200.000 kilómetros por hora y suele llegar con condiciones atmosféricas favorables para su apreciación.

¿Cómo ver la la lluvia de estrellas?

Lo primero que debes tomar en cuenta es que necesitas que el cielo esté oscuro, por lo que se recomienda que vayas a un lugar alejado de las luces de las grandes ciudades.

A pesar de que las Perseidas vienen desde la constelación de Perseo, se pueden ver en cualquier parte del cielo. De igual forma, el Instituto Geográfico Nacional recomienda que para ver las Acuaridas "conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad".

Los lugares más recomendables para ver este hecho son: playas alejadas de la ciudad, montañas, o lugares elevados. A pesar de que muchas personas utilicen telescopios para poder apreciar los meteoritos con mayor cercanía, se sugiere que se haga a simple vista ya que las estrellas se pueden apreciar con el cielo y abierto.

Es de gran dificultad determinar con exactitud la cantidad de meteoros que se podrán observar. Esto se debe a que el número de los mismos varía dependiendo de la oscuridad del lugar en el que te encuentres, la intensidad de sus fragmentos, entre otras variables.