Tali Carreto (Monkey Week): "La escena musical no se regenera sin circuito de salas"

Tali Carreto es el director y motor creativo del Monkey Week, festival sevillano originado en el Puerto de Santa María, que también es una de las principales ferias internacionales de negocios de nuestra escena musical independiente. Entusiasta y resuelto, ha dirigido el timón de doce ediciones del Monkey Week y se prepara para la del número maldito, muy bien acompañado por artistas como Black Lips, Mujeres, Tiburona, Diamante Negro, Morreo, Valeria Jasson, Elemento Deserto y unas cuantas decenas más. Vozpópuli le entrevistó para conocer cómo afronta un reto complicado en tiempos de pandemia.

Pregunta: Me interesa preguntar por las dificultades de organizar un festival en esta situación, en la que no estamos en plena pandemia pero tampoco hemos salido. ¿Qué se hace más complicado?

Respuesta: Creo que la mayor cuesta arriba que llevamos andada es el haber tenido que cambiar el formato del festival. De tomar las calles en casi una veintena de escenarios hemos pasado este 2021 a otro con una sede central que albergará seis escenarios, el Cartuja center cite, más el Espacio Santa Clara como lugar habitual de las jornadas profesionales y tres salas de conciertos. Prácticamente se han reducido los escenarios a la mitad. Eso sí, también en cierta manera nos ilusiona el reto, como ocurrió el pasado año cuando tuvimos que trasladar todo al ámbito online y creamos esa locura del Monkey Week Televisión. Si hay algo que nos gusta es tirar adelante sea como sea y acabar sorprendiendo a nuestro público. Pero como ocurrió entonces y como ocurre ahora, son muchas novedades de repente, cuando ya el festival, podríamos decir, rodaba solo. Estaba cien por cien engrasado y con sus engranajes ajustados, y ahora en cambio hay un sinfín de nuevos factores en juego. Que implica muuuuucho más trabajo, ¡y también te hace estar más alerta!

Y hablando de alerta, también está ahí siempre la incertidumbre. Vale que ahora es mucho menor que hace unos meses, pero siempre tienes ese temor a que la situación se complique y aparezca una nueva variante del puñetero virus y comiencen a llover de nuevo restricciones.

Leo que este año el festival se traslada al Cartuja center cite. ¿Qué se gana y qué se pierde con el traslado?

Se pierde el pulso de la calle, aunque ya lo retomaremos en 2022. Para compensar el no tener los habituales escenarios en plena Alameda de Hércules (como esa ya mítica pista de coches de choque), hemos creado un escenario también gratuito a las puertas del Cartuja center cite. Así ese público siempre curioso, o satélite, tendrá también su escenario y podremos acercar la música en directo a todos aquellos que no compren, o no puedan comprar, una entrada.

Se gana un espacio escénico increíble, el Cartuja center cite no es solo uno de los mejores espacios escénicos de toda Andalucía, yo te diría que también de toda España. Por prestaciones, por aforo, por sonido. Es una joya, la verdad. Y además se han involucrado a tope con el festival y nos han permitido darle una vuelta a su casa. Eso de darle la vuelta a un espacio es ya una constante en la historia del Alhambra Monkey Week. Hemos hecho conciertos en castillos, monasterios, iglesias, garajes… o esa pista de coches de choque que te comentaba antes. Este año no podíamos perder la oportunidad de “jugar” con un espacio como el Cartuja center cite, y sin duda va a sorprender a todo el que se acerque. El objetivo es recrear entre sus paredes, y a su alrededor, esa marea tan Monkey, con gente yendo de un concierto a otro, de un escenario a otro… y en el que tantas veces el propio trayecto se convierte en toda una experiencia. Además contamos con un aliado espectacular para ello, Benito Jiménez, de Los Voluble y un iluminador de primera, que va a reconvertir toda la luz del espacio. Y también con colaboradores que se suman a dotar de contenidos y alicientes al mismo, como Yorokobu, por ejemplo.

El proyecto más llamativo de este Monkey Week es el tributo al disco 'Mediterráneo', de Joan Manuel Serrat, dirigido por Los Estanques. ¿Cómo surge y qué encaje tiene dentro de un festival digamos 'indie'? ¿Ha habido alguna reacción desde el campo del cantautor?

Creo que la única reacción de la que hemos tenido constancia ha sido la del propio Serrat, que no podrá acompañarnos pero al que le ha gustado al parecer un homenaje así. Este homenaje es una iniciativa similar a otras emprendidas anteriormente en otras ediciones junto a Fundación SGAE. Como en su día fue en el Alhambra Monkey Weekend, en El Puerto de Santa María, aquel homenaje a La leyenda del tiempo de Camarón de la Isla en su cuarenta aniversario, y para el que contamos con artistas tan dispares como Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Rocío Márquez, Bronquio, Soleá Morente, Antonio Arias… Siempre es una forma ideal de acercar nuestra música, o el legado de la misma, a las nuevas generaciones. En esta ocasión era Mediterráneo el disco que andaba de efemérides, nada menos que cincuenta primaveras, y siendo el año de la pandemia pensábamos que una fecha tan redonda se había quedado algo desdibujada. Además es un disco ideal para un homenaje en este 2021, porque es un disco que nos habla de resistencia, un concepto al que nos hemos acostumbrado sin duda.

Este año puedes disfrutar de José Guapachá, un cantante de boleros que sigue dando guerra con 81 años a sus espaldas

Inmediatamente pensamos en Los Estanques, no hay banda con una sensibilidad más cercana a este disco y a Serrat. Aceptaron el reto y se han pegado un currazo bestial, creemos sinceramente que va a ser un concierto tan bello como emocionante. Y para colmo con todo ese elenco de invitados: Anni B Sweet, Carlangas, Dani Llamas, Luis Regidor, Maria Rodés, Miguelito García aka Dandy Piranha, Raúl Rodríguez y Rebe.

Y volviendo a tu pregunta, no considero que el Monkey sea un festival indie, hace tiempo que nos sacudimos, creo, esa etiqueta. En el Monkey puedes encontrarte rock, folk, electrónica, reguetón, flamenco… Este año, por ejemplo, puedes disfrutar de José Guapachá, un cantante de boleros que sigue dando guerra con 81 años a sus espaldas (y que acompañará a Radio Huachaca, el último proyecto del chileno Sebastián Orellana). No imagino alguien así en un festival indie, jaja.

Monkey Week es un festival de descubrimientos, ¿qué artista no conocido merece la pena ver y por qué?

Venga, va, voy a mojarme, jaja. Nooo, ¡es imposible con tantos nombres atractivos! Hay muchos artistas que intentaré no perderme, porque aún no he podido verles en directo antes, como La Chica, Paco Moreno, Rosin de Palo, Tinatha, mori… Luego hay artistas que me llaman mucho la atención por el runrún constante que hay con ellos, como Shego, Diamante Negro o Depresión Sonora. Hay debilidades personales como Adiós Amores, Unidad y Armonía, Ortiga, Rothrigo, Emilia y Pablo, Sarria, SecoSecoSeco o Tiburona. Pienso repetir con tres que nunca me defraudan: Mujeres, Ferran Palau y La URSS. Y habrá que ver esa unión tan peculiar de Álvaro Romero (RomeroMartín) y Pedro Da Linha, a ver qué da de sí. Ah, pero el bolo que no te puedes perder nunca en un Monkey ya sabe todo el mundo cuál es: Los Jaguares de la Bahía. Y esta es una lista que te suelto yo de sopetón, pero si le preguntas a mis compañeros seguro que te sueltan otras distintas. Es lo bonito del Monkey: hay tanto y tan diferente donde elegir, que cada ruta que se hace uno te lleva por diferentes derroteros. Casi como un Elige tu propia aventura jajaja.

Monkey Week también es un festival de negocios, ¿cuál es el trato más importante que se cerró en las últimas ediciones?

Ha habido muchas historias de éxito. Puedo ponerte varios ejemplos. Herminio Gutiérrez, music supervisor mexicano y gran amigo, vio a Pájaro y La BIG Rabia por separado en el festival, y acabó reuniéndolos en una canción que sirvió para el lanzamiento mundial de Hernán, la serie de Amazon Prime Video. Ayer justo hablaba con los Derby, que han confirmado que estarán actuando en el próximo Lollapalooza Argentina, y precisamente el programador de ese festival los vio por primera vez en el Monkey. Bronquio también estuvo de gira por México y Colombia a raíz de contactos establecidos en el festival. Son solo tres ejemplos de que aquí no solo se viene a pasarlo bien, que se pasa y mucho, sino también a hacer negocio.

El problema que más me preocupa es la falta de una cadena lógica y estable que ayude al desarrollo de un artista

Se ha dicho que la pandemia agudizó los conflictos tradicionales del sector. ¿Cuáles de estos problemas es más urgente acometer?

El problema que más me preocupa en estos momentos es la falta de una cadena lógica y estable que ayude al desarrollo de un artista. Uno de los elementos más azotados en el sector musical han sido las salas de conciertos. Muchas cerraron sus puertas y no han vuelto a abrirlas aún. ¿Cómo puede un artista evolucionar si no puede ir creciendo como tal? Sin un circuito de salas y recintos de pequeño y mediano aforo, habrá muchas menos posibilidades de que se regenere la escena, de que surjan nuevos talentos, de que el público se acostumbre a la música en directo más allá de los festivales… Las salas de conciertos son en gran parte los cimientos de un sector como el nuestro. Y ya sabemos todos que no se puede construir una casa por el tejado.

¿Será 2022 el año de la vuelta a la normalidad?

Tengo sentimientos encontrados ante una pregunta así. Por un lado, el ser humano tiene una capacidad para olvidar tan grande que creo que podríamos volver a la normalidad de antaño mañana mismo. De hecho, creo que ya he estado últimamente en algún otro ‘sarao’ que te diría no solo parecía pre-pandémico, sino directamente salido de los noventa. Pero también creo que la situación actual puede favorecer que sigan en pie medidas absurdas, que esa esperada vuelta a la normalidad sea más lenta de lo necesario, que veamos como normales ciertas medidas que no lo son en absoluto… No sé por tanto si 2022 será el año en el que volvamos a la normalidad, o al menos a la normalidad de aquel 2019 que nos sigue pareciendo tan lejano. Ojalá lo sea.

Monkey Week se celebra en Sevilla entre el 17 y el 20 de noviembre.