Alepo, la capital comercial de Siria es hoy la superviviente del enfrentamiento entre el régimen de Bachar el Asad y las fuerzas rebeldes; una lucha que ya lleva más de 17 meses y 23.000 muertos y que destruye, día tras día una de las ciudades culturalmente más importantes para las civilizaciones occidental y oriental.
Situada en en la encrucijada de varias rutas que antes unían Oriente y Occidente, por Alepo han pasado griegos, romanos, omeyas, ayyubíes, monegas, mamelucos y otomanos. En 1986 fue declarada patrimonio cultural por la Unesco, que en la actualidad es incapaz de determinar cuál es el alcance real de los daños –se sabe que son irreparables- en una ciudad cuyo legado arquitectónico y cultural alberga 5.000 años de restos de civilizaciones que han pasado por ello.
La organización World Monuments Fund ha informado que las puertas de hierro de la ciudadela medieval han sido destruidas tras un bombardeo con misiles ejecutado por el gobierno de Bashar al-Assad han estado bombardeando la ciudad. Según informes de prensa, en los últimos días su ejército ha tomado posiciones en la ciudadela, convirtiéndola en un punto militar estratégico estratégico.
Ebla, el lugar donde se creó el primer archivo de tablillas de arcilla, fue saquedo; la mezquita de Azas, fue objeto de una explosión. En los suburbios de Damasco, numerosas bibliotecas fueron desmanteladas.
Ebla, el lugar donde se creó el primer archivo de tablillas de arcilla, fue saquedo; la mezquita de Azas, fue objeto de una explosión. En los suburbios de Damasco, numerosas bibliotecas fueron desmanteladas y asoladas por el fuego. En Apamea, algunas columnas fueron arrojadas al camino para impedir el paso de los tanques.
En la ciudad vieja de Alepo los puntos más amenazados son el Templo del Dios de la Tormenta, que cuya antigüedad data del tercer milenio AC. Es una de las estructuras más antiguas del mundo. Nunca se abrió al público. Según informa World Monuments Fund, sus relieves tallados ólo están protegidos en la actualidad por sacos de arena.
Las laberínticas calles de Alepo revelan un microcosmos de la historia humana. Por debajo de la Ciudadela se conservan restos de frisos de la Edad del Bronce y fortalezas romanas. Toda la antigua ciudad amurallada atesora elementos de gran valor: su Mezquita del siglo XII; miles de casas unidas entre sí por el patio medieval; zocos árabes del siglo 17; madrazas de piedra y un palacio otomano.
En 1996 un equipo de arqueólogos alemanes y sirio comenzó descubrió una capa más profunda de la historia de la región, al hallar un templo de aproximadamente unos 5.000 años de antigüedad. Se trata del Templo del Dios de la Tormenta, situado junto debajo de la Ciudadela. Éste contiene un friso monumental de esculturas en relieve de basalto creadas por los antiguos hititas, cuyo imperio se extendía desde Anatolia hasta el norte de Siria.
Según la revista Archaeology, esta construcción marca "uno de los grandes centros religiosos" del mundo antiguo", ya que ofrece" una visión única de la arquitectura religiosa, las creencias y las prácticas del antiguo Próximo Oriente. En ese entonces, el equipo de investigación encontró otros tesoros debajo de la tierra, incluyendo una representación del Dios de la tormenta del siglo XIV de siete metros de altura, así como las esculturas de un león y una esfinge.
El Convenio de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales de 1954 exige a los países garantizar la seguridad de importantes lugares de interés cultural, monumentos, museos y bibliotecas.
El Convenio de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en los conflictos armados, elaborado en 1954 a raíz de las devastadoras pérdidas causadas durante la Segunda Guerra Mundial, exige a los países para garantizar la seguridad de importantes lugares de interés cultural, monumentos, museos y bibliotecas. Más de 120 países, incluyendo Estados Unidos y Siria, han firmado el acuerdo. Sin embargo, los conservadores y activistas se quejan de que poco se ha hecho con antelación para proteger los sitios más preciados. Señalan que en Alepo, tanto el gobierno como los rebeldes tienen la responsabilidad de proteger su legado cultural.
Concebir un acuerdo para protección del patrimonio resulta impensable, cuando siquiera existe un acuerdo para la protección de los civiles en un conflicto en el que han muerto más de 1.200 niños. La destrucción de la ciudadela poco significa para el régimen de de Bachar el Asad.
Otros monumentos amenazados por conflictos militares y ebfrentamientos religiosos
Siria no es el único país cuyo patrimonio histórico y cultural está amenazado por un enfrentamiento entre facciones de la población. Otros, como es el caso de Afganistán o Irak, atraviesan por choques de tipo militar o religioso que ponen en riesgo la conservación de monumentos artísticos, históricos y culturales, tal y como ya ocurrió, por ejemplo, en Afganistán en 2001.