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Cultura

Los músicos profesionales vuelven a la televisión: "Hay arte más allá de los talent shows"

Zahara y Rozalén en 'Canciones que cambiaron el mundo'

Parece que los músicos profesionales en televisión comienzan a recuperar el pulso. Dejando de lado los 'talents shows' que tantos éxitos de audiencia regalan a las cadenas, desde el pasado año los programas dedicados al cuarto arte con artistas consagrados han emergido tanto en los canales generalistas privados como en la televisión pública y en las plataformas de pago.

Desde el pasado 2018 se pueden ver en televisión espacios como 'La hora musa' (La 2, de TVE), 'Canciones que cambiaron el mundo', 'Joe&Joe', 'Sesiones' (Movistar +) o 'Un país para escucharlo', la última apuesta de la cadena pública conducida por el guitarrista de Tequila Ariel Rot.

Con este último, no solo se recuperan espacios que "todo el mundo" les pedía, según afirmó el propio director de La 2, Juan Manuel Hidalgo, el pasado mes de julio, sino que se daba "un paso más en la recuperada relación entre la música y la televisión pública", aseveró Urbana Gil, directora de Cultura y Sociedad de TVE

Sin embargo, y aunque esto parece una muestra de que es un buen momento para el cuarto arte en televisión, no todo el mundo es tan optimista. "Está claro que estamos mejor que hace 10 años", señala a Vozpópuli la artista y presentadora de 'La hora musa', Maika Makovski. Pero afirma que esto de verdad se verá "cuando se pruebe la continuidad de alguno de estos programas". 

Según Makovski, es necesario que el espectador "se acostumbre" a que tal día a tal hora "se le presenta la oportunidad de conocer una música fantástica a la quizá de otra manera no habría llegado". "En mi opinión son programas pasajeros, no cambiamos lo que se tiene que cambiar", añade. 

Carmen Boza en Sesiones

Con esta idea coincide Jorge Ortiz Landázuri, director de programas de Movistar +, que pone como ejemplo de este tipo de espacios -los que duran en el tiempo- el programa británico de la BBC 'Later with... Jools Holland', que cumple 45 temporadas. Makovski habla de 'Late Motiv', el espacio de Movistar + conducido por Andreu Buenfuente que, aunque no está especializado en música, sí que "cuida" este arte.

Landázuri afirma que tener esta oferta de programación cultural especializada en música era algo que no sucedía desde hace "bastante tiempo". "Esto debe regresar a la normalidad después de un desierto de más de 10 años", señala. "Hace falta más tiempo para construir una oferta sólida y consolidada y para educar al espectador", añade. 

La audiencia y la rentabilidad

Lo cierto es que no solo se ha incrementado la oferta de música en directo, sino que la acogida no ha sido mala. En el caso de 'La hora musa', que acabó su primera temporada el pasado 11 de diciembre, su estreno obtuvo una cuota del 1,7% (249.000 espectadores), una cifra destacable si se compara con la programación de la segunda cadena pública a esa hora (23.00 horas). 

Enrique Bunbury y Maika Makovski en 'La hora musa'

El mejor dato lo logró con la visita de Texas, Izal, Chelsea Boots y Nathy Peluso, con un 2,6% de share. Le siguió el programa dedicado a Enrique Bunbury y la ganadora de un Grammy Jorja Smith, con un 2,3. 
Por su parte, el último espacio de La 2, el conducido por Ariel Rot, comenzó con buen pie. Con un 2,6% (415.000 espectadores) descubrió la música en Andalucía con Kiko Veneno y con un 2% (309.000 espectadores) en Barcelona junto a Love of Lesbian

En esta batalla por lograr rescatar el espíritu cultural en la televisión entra en juego un factor muy importante: la audiencia y con ello la rentabilidad. El director de programas de la plataforma de pago señala que "cada cadena tiene objetivos diferentes y que siempre hay que cumplir con ellos".

Además, "hay que contar con muchos actores: artistas, discográficas, mánagers, agencias, entidades de gestión de derechos y el propio canal", explica. "Poner a todos de acuerdo es una tarea titánica y hay a cadenas a las que no les merece la pena", continúa.

En el caso del programa de Makovski, afirma, Jero Rodríguez (director) "lo luchó y lo luchó durante mucho tiempo hasta que lo consiguió", señala la artista. 

Los 'realities' y los 'talent shows'

Sí que ha habido programas que han creado fieles seguidores en este campo, pero más enfocados al género 'reality'. Uno de ellos es 'Operación Triunfo', que en estas dos últimas ediciones ha rescatado la esencia que poseía en su estreno en 2001. 

Para Makovski, esta no es una buena forma de mostrar al público en qué consiste la música y debe haber espacios que sirvan de "contrapunto".

"Hasta la llegada de estos programas, la música ha quedado relegada a los 'realities' y los 'talent shows'", señala. Ver estos contenidos "no tiene nada de malo, pero han enseñado a toda una generación que la música es hacer una versión de Mariah Carey o de Maluma y que se pasa por una academia donde mientras se supone que aprendes técnica vocal en un mes, tal crío acaba llorando y hablando de su primo que está enfermo en el pueblo", critica la artista. 

Han enseñado a toda una generación que la música es hacer una versión de Mariah Carey o de Maluma"

Para Makovski "hay tanto que mostrar sin recurrir al amarillismo y es tan entretenido que no se entiende que no haya habido nada de ello durante tanto tiempo". 

Puede haber, explica Landázuri, programas repletos de contenido cultural pero que sean "formatos de entretenimiento, pura diversión y disfrute". El director de programas opta por "huir de la visión reduccionista de que un contenido cultural es un contenido de calidad y un contenido masivo y rentable es basura". 

Según Landázuri, "hay muchos programas culturales muy malos, de muy baja calidad, inaguantables, aunque en ellos se hable de libros magníficos, cuadros exuberantes, danza soberbia o música sugestiva". También los hay masivos que "divierten y entretienen". Un ejemplo sería el espacio 'Radio Gaga', no es musical, pero esta tiene una importancia crucial. Makovski pide algo: "que se valore la música como arte, no como entretenimiento de usar y tirar". 

¿Ya no es como antes?

A esta consideración, Landázuri ofrece una visión melancólica de la programación. "Ahora mismo la televisión no tiene nada que ver con la de mi niñez. Yo aprendí con 'La bola de cristal', la 'Edad de oro', 'Popgrama', 'Tocata'...", dice. 

Landázuri es más optimista, afirma que a veces se tuvo la impresión de que cuantos más canales, menos oferta habría pero que "ahora eso está cambiando" y "la oferta se está enriqueciendo". 

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